Andrea Chávez exige el control del War Room de Adán Augusto y presiona para correr a la agencia Neurona

Las fotos son tan elocuentes que el silencio no hizo más que agigantar la crisis. Pasan los días y Andrea Chávez no logra explicar por qué su familia viajó en avión militar desde Ciudad de México hacia Ciudad Juárez. Intentó esquivar también los señalamientos que le hacen desde Palacio Nacional por haber solicitado una jirafa para su ciudad, un cabildeo que habría tenido como protagonista a su jefe Adán Augusto.

Pero Andrea está más empoderada que nunca. Junto a su amigo Abraham Mendieta afirman que la filtración de las fotos estaría en manos de un sector de generales que responde a Marcelo Ebrard, y por eso atacan a la chihuahuense. Acaso una coartada para hacer control de daños con el corcholata tabasqueño.

Lo más interesante, sin embargo, es que Andrea y Abraham no descartan tampoco la participación de César Hernández, el líder de Neurona, una agencia que históricamente trabajó para el obradorismo y para las candidaturas de la izquierda iberoamericana. Es el nuevo objetivo que tienen al interior del cuarto de guerra.

"Ya lo están grillando. Quieren el control total del War Room. Van por todo.", explican en el entorno de Adán. En los últimos meses, ya salieron eyectados algunos colaboradores, como el propio César Yáñez.

En las últimas semanas, por caso, Abraham Mendieta tomó el control de la imagen del candidato, durante una licencia que tomó el director de Neurona. "La imagen de toda la campaña está mal. Siempre sale feo. En videos y en fotos. Adán es feo, pero tampoco tanto", reclamó el español, en una crítica que no se supo si era constructiva o destructiva hacia su jefe.

Como explicó LPO, los traspiés de Adán se van sumando. Primero intentó que alguno de sus operadores -como el propio César Yáñez- se quedara al frente de la Segob. Luego intentó jugar con Alejandro Encinas. Pero sus planes se frustraron cuando AMLO optó por Luisa María Alcalde, funcionaria que estaba enemistada con él y que, además, es muy cercana a su acérrima competidora y "corcholata", Claudia Sheinbaum.

Ese mensaje político que salió desde Palacio ahuyentó a varios gobernadores que se mantenían muy cercanos a la campaña de Adán. Ahora el descontrol en el War Room y los escándalos que encabeza Andrea Chávez dejan a la corcholata virtualmente fuera de la pelea. El ex titular de la Segob ya piensa en su futuro: se vislumbra en San Lázaro y peleando por la dirigencia de Morena.

Con información de 

lapoliticaonline.com