La entrada en vigor el 1 de enero de 2019 del salario mínimo en la frontera para ubicarse en 176.72 pesos ha elevado el costo de la seguridad social y pago de impuestos para las empresas, con lo que se corre el riesgo de restar competitividad a la zona, indicó Federico Baeza Mares, presidente de la Coparmex Chihuahua.
Para el líder patronal, el Gobierno Federal debe garantizar que las empresas sigan operando con incentivos, facilidades y bajas regulaciones.
En el caso concreto de Ciudad Juárez, dijo, que vive una condición de pleno empleo con sueldos cada vez más costosos, genera un problema de competitividad para las empresas establecidas.
"Los salarios en Juárez son cerca de un 25 por ciento más altos que en la capital, lo que es una diferencia considerable", apuntó el dirigente del sindicato patronal.
En este sentido, señaló Carlos Fierro Portillo, que el impacto a la empresas de la frontera por el incremento del salario a 176.72 podría compensarse con reducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a 20 por ciento y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 8 por ciento, sin embargo por no tratarse de una ley, existen excepciones para que estos beneficios fiscales se apliquen.
Luis Aguirre Lang, dirigente del Consejo de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), ha señalado que duplicar el salario mínimo en la frontera norte provocará que las empresas tengan que pagar más tanto por los impuestos sobre la renta (ISR) y el especial sobre producción y servicios (IEPS), como las cuotas patronales para las prestaciones sociales (IMSS e Infonavit), y también afectará a los trabajadores porque actualmente quedan exentos del ISR los que ganan poco más que un minisalario.
Con ello, apuntó, se afectará el beneficio de la reducción en las tasas del ISR y del impuesto al valor agregado (IVA) en la franja fronteriza para incentivar el consumo.
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