El País
Washington DC, Estados Unidos (09 mayo 2019).- En medio del estancamiento por la desnuclearización en la Península Coreana, las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte subieron de tono ayer.
Primero, ensayos de misiles por parte de Pyongyang, y luego, la incautación de un navío norcoreano por parte de Washington.
En una maniobra única hasta la fecha, Estados Unidos confiscó un buque norcoreano que transportaba carbón y maquinaria pesada por violar las sanciones comerciales impuestas por la Administración Trump al régimen de Kim Jong-un, según informó el Departamento de Justicia norteamericano.
Según esta fuente, la embarcación, el Wise Honest, estaba siendo utilizada para exportar carbón extraído de las minas de Corea del Norte, un sector económico clave del país comunista contra el que tanto Washington como la ONU han impuesto duras sanciones con el objetivo de forzar a Kim a poner fin a su programa de armas nucleares.
"Es la primera incautación de un buque de carga por violación de las sanciones internacionales", indicó el Fiscal federal de Manhattan, Geoffrey Berman, en un comunicado, en el que acusaba a Pyongyang de ocultar el origen del carguero, exportar toneladas de carbón e importar maquinaria pesada a Corea del Norte.
En abril del año pasado, ese mismo barco fue incautado por Indonesia, donde las autoridades querían juzgar a su capitán. En julio, Estados Unidos lanzó el proceso de incautación. El Wise Honest se encontraba ayer bajo control de Estados Unidos y a punto de entrar en aguas territoriales de este país, según Justicia.
La medida llegó después del lanzamiento de dos misiles -ambos de corto alcance, según el Presidente surcoreano, Moon Jae-inn- disparados con diez minutos de diferencia desde el Oeste y que cruzaron la Península antes de caer al mar en el Este.
Ambas pruebas no podían resultar más cargadas de significado ya que sucedían cuando el enviado estadounidense para las conversaciones nucleares, Stephen Biegun, se encontraba en Seúl para reactivar las negociaciones nucleares con Pyongyang.
A los ensayos de ayer, se suman los disparos de varios proyectiles de corta distancia, entre ellos al menos un misil, realizados el sábado, que fueron supervisados por Kim.
Mientras todo esto se desarrollaba, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que Corea del Norte quiere negociar con Washington, pero matizó que no creía que las autoridades del país asiático estuvieran "preparadas" para ello, según informó la Casa Blanca a través de una transcripción de sus declaraciones.
La útlima cumbre entre Trump y Kim en Vietnam fue considerada como un fracaso, y hasta ahora no hay ninguna ruta clara de acción al respecto.