Monterrey, NL (30 octubre 2019).- Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó ayer la inundación en el terreno sobre el que se construirá la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, expertos advierten que la construcción requerirá de trabajos que resultarán tardados y costosos, y que de no hacerse peligrará la operación del proyecto.
Alejandro Villalobos Hiriart, ex funcionario de Pemex y del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), dice que es importante incrementar la capacidad de refinación en México, pero señala que el terreno elegido para la nueva planta no es el adecuado y conlleva riesgos para su operación.
"El área seleccionada en Dos Bocas se encuentra prácticamente al nivel del mar y carece de un gradiente de altura para drenar el agua residual del proceso hacia la planta de tratamiento de efluentes (aguas residuales), lo cual representa un problema potencial", apunta.
Un reto adicional del terreno, agrega, es el nivel de aguas freáticas, que son las filtraciones que van llenando continuamente las cavidades del subsuelo, y si esos dos elementos no fueran suficientes, hay un reto más: los hundimientos.
"El área de Paraíso está sujeta a subsidencias debido a la acumulación de grandes cantidades de sedimentos, que se compactan y propician un hundimiento generalizado de esa porción de la llanura costera", señala Villalobos.
El especialista alerta que las características del terreno son de gran relevancia, dado que algunos de los equipos que se instalarán en la refinería pesan cientos de toneladas.
El fraccionador de la planta coquizadora -el que separa los hidrocarburos ligeros-, pesaría alrededor de mil toneladas y los tambores de la misma unas 565 toneladas, destaca.
"Estos problemas se pueden solucionar con la adición de plataformas y con material externo para la consolidación.
"Se debería buscar la compactación del terreno, combinando la adición de pilotes en donde se requiera para evitar los asentamientos", apunta.
En entrevista, el autor del estudio "Problemática del desarrollo del proyecto de la refinería de Dos Bocas, Tabasco", estima que la adecuación del terreno requiere la construcción de plataformas de desagüe (gradiente hidráulico) de aproximadamente 4.5 metros de altura, en promedio.
Para ello, indica, requeriría el suministro de unos 32 millones de metros cúbicos de materiales.
"Significan un millón 56 mil viajes de camiones de 30 metros cúbicos de tierra cada uno, desde el sitio de aporte, lo cual llevará más de un año", calcula Villalobos.
REFORMA publicó ayer que el terreno donde se proyecta la construcción de la refinería de Dos Bocas quedó inundado debido a las intensas lluvias que ocasionó el pasado fin de semana el frente frío número 7.
En su conferencia de las mañanas, el Presidente López Obrador admitió el hecho, pero minimizó el percance.
"Salieron unas notas hoy (de) que ayer o antier se inundó el terreno, pues sí porque se está haciendo el relleno del terreno", comentó.
El pasado 1 de junio, REFORMA publicó un análisis de especialistas que explicaban cómo esos retos del terreno, del crudo pesado y de la localización de Dos Bocas, podrían por lo menos duplicar el costo y tiempo de construcción de la refinería respecto a los estimados oficiales del Gobierno federal.
De esa forma, la refinería podría costar por lo menos 16 mil millones de dólares y requerir unos 8 años para terminarse.
Marlen Hernández
Agencia Reforma