Vive Hermosillo su historia del toreo

La casualidad lo llevó a hacerse torero y hoy toma la alternativa ni más ni menos que en la Plaza México.

José María Hermosillo recuerda aquella vez que vio por vez primera una corrida en la Monumental de Aguascalientes, su tierra; de cómo un matador de toros lo envió a la escuela taurina y de todo lo que ha pasado hasta llegar al día anhelado.

"Y hacerlo en la inauguración de una temporada. Me siento soñado, me siento único", reconoció el joven torero de 24 años.

Al lado de su padre y sus hermanos fue José María a ver a "El Juli" cuando iniciaba su carrera como matador de toros y era una sensación mundial.

"Yo fui porque todo mundo hablaba del maestro, ni siquiera me consideraba aficionado, pero me emocioné y me gustó mucho".

Pasaron varios años cuando se presentó la otra casualidad.

En un restaurante se topó con el matador hidrocálido Arturo Macías "El Cejas".

"Había carteles y fotos de él y, para mi sorpresa, estaba ahí comiendo. Me le acerqué a pedirle un autógrafo y me preguntó si quería ser torero. Honestamente le dije que yo ni sabía, ni tenía idea y me mandó a la escuela taurina en la Plaza San Marcos, recuerdo que tenía ya 12 años", contó.

Su primer capotazo fue en una clase práctica con una becerrita "casi recién nacida" a la que le dio un lance.

"Estaba yo tan nervioso que casi no me acuerdo de qué pasó, sólo de una verónica y del resto, gracias a unas fotos que tomó mi mamá, pero la emoción de hacerlo es indescriptible", recordó.

Otra casualidad fue que estando en España, sin buscarlo, se dio la oportunidad de vestir por vez primera de luces.

"Actué en Málaga en el 2013 una novillada y dos en el 2014, además ese año una más en Aracena, Huelva y regresé entonces para debutar con caballos en México en Villa García, Zacatecas", apuntó.

De ahí a la fecha sumó 48 novilladas, la última por cierto, la de Madrid en agosto pasado donde salió al tercio y que ha sido la única que ha toreado este año.

"Por ello he toreado poco, porque decidí, sin que estuvieran convencidos todos, ir a buscar torear en Madrid. Hay que ser fiel a uno mismo y yo no quería terminar mi carrera como novillero sin torear en Las Ventas", señaló el joven que mide 1.84 metros.

¿Cómo llegas a la alternativa?
"Me he preparado en el campo bravo, he toreado dos toros a puerta cerrada, pero sobre todo convencido de lo que puedo hacer, de lo que quiero y que ese día, que es único en tu vida como torero, es mío. Quiero disfrutar y que el público disfrute.

"El cartel es inmejorable, el maestro Antonio Ferrera (su padrino) que es un torerazo; Leo Valadez (testigo) que está con una racha intacta; con Diego Ventura (testigo) que es un rejoneador muy importante, y con una ganadería de primera línea.

Hay una revoltura intensa de emociones. El miedo a no estar bien, está presente, sin embargo espero ser capaz de estar a la altura; la impronta se puede dejar, por ganas no quedará", sentenció.

"Chema", como le dicen sus amigos, se considera un joven sencillo.

"Sobre todo honesto, creo que esa es mi mayor virtud, también soy reservado, no me abro fácilmente.

"A veces, cuando se puede, voy a fiestas y me divierto mucho; aprensivo, prudente, toco el piano, me gustan los deportes. No me doy por vencido fácilmente. Hay quienes se quedan en el camino, pero yo soy muy perseverante", reconoció.

Aunque en este momento dejó de estudiar, a José María le faltan dos años y medio para tomar la "alternativa escolar" como administrador de empresas.

"Tras la alternativa, pienso retomar mis estudios. Hay quienes piensan que no se puede compaginar. Cuando corté tres orejas aquí en Aguascalientes estaba yo en la escuela. Sé dividir tiempos. La escuela y el toreo tienen su sitio cada uno", dijo.

Una de las cualidades que más ha llamado la atención en el toreo de Hermosillo es su largueza y profundidad.

"Trato de respetar las formas y los movimientos naturales de tu cuerpo, lo que sientas tú hacer, porque al final la pureza, de la que muchos hablan, creo que eres tú. Intento torear despacio, cuando siento que un toro pasa rápido, me da coraje no poder atemperar la embestida", aseveró.

Y así con esa honestidad, una personalidad muy marcada José María llega a la tarde más importante en su carrera.

Guillermo Leal

Agencia Reforma | Cancha