Tristemente vemos como México se divide, se confronta, se reduce, por partidismo, ideología, género, etc., en vez de unirse sin distingo alguno, cerrar filas y combatir toda su problemática de forma conjunta, para obtener así mejores resultados en favor de todas y todos los mexicanos
Ante la convocatoria a unirse al paro nacional el 9 de marzo, una manifestación pacífica, se han sumado distintas instancias públicas y privadas, como organizaciones sociales, universidades, gobierno, artistas, compañías y grupos empresariales, que han manifestado su intención de permitir que su personal femenino participe, sin consecuencias laborales negativas.
El evento, a realizarse un día después del Día Internacional de la Mujer, es una manifestación contra la violencia de género #UnDíaSinMujeres o #UnDíaSinNosotras, que busca que mujeres de todas las edades y regiones, de todos los sectores económicos y sociales, suspendan cualquier actividad, que no produzcan ni consuman, que no asistan al trabajo o a la escuela, que no salgan a la calle.
Se trata de una exigencia de justicia de las mujeres mexicanas, ante los recientes casos de feminicidios registrados en México, y la violencia de género, que lejos de detenerse, continúa en aumento.
Mediante este acto que demanda valor y respeto por la vida de las mujeres, se busca visibilizar la importancia e implicaciones que un día sin mujeres tiene en la sociedad, economía, educación, trabajo, y familia.
Muchas personas consideran que esta actividad no tiene sentido y que nada se logrará, sin embargo, yo creo que si todas apoyamos, va a hacer recapacitar a muchas personas y tal vez entonces las mismas mujeres empecemos por contribuir estando unidas ante esta y otras medidas que beneficien a la mujer, a niñas y niños, a la familia, a los seres humanos y al planeta en que vivimos.
Debemos primeramente dejar a un lado la crítica, el odio, la confrontación entre nosotras mismas, ¿cómo queremos que nos respeten y nos protejan si no lo hacemos entre nosotras mismas?, si denostamos a feministas, abortistas, madres de familia, mujeres de los pueblos de origen, a los hombres, a homosexuales, travestis, etc., porque una cosa es no estar de acuerdo con lo que hacen o piensan, y otra muy distinta es ofender, agredir, humillar.
Y con esto, no se trata de apoyar este tipo de ideas o movimientos, se trata de ser solidarios cuando enarbolan una causa justa, digna, no exclusiva de sus ideales o requerimientos, sino de algo que en general humaniza, contribuye a proteger, a elevar la calidad de vida.
No hablo de acudir a un evento partidista, a una protesta por la exigencia de derechos de LGTB, o de un grupo que pretende legalizar el aborto o la marihuana, del sector de camioneros o empresarios que quieren incrementar sus ganancias, si no estoy de acuerdo con lo que promueven.
Sin embargo, si cualquiera de estos segmentos de la población lleva a cabo una marcha, paro, iniciativa, etc., para solicitar reformas a una ley, o mejoras en la seguridad, protección de niñas y niños, mujeres, hombres, beneficios que conllevan mejorar la calidad de vida y protección, debemos apoyarlo.
Solo unidos se pueden lograr las metas pero en México siempre ganan la división, la impunidad, la corrupción, la apatía, la conveniencia el egoísmo y las ansias de poder.
Ojalá llegue un día en que nos podamos unir por las causas que traigan beneficios a todos los seres humanos.