MÉXICO.- El reconocido entrenador mexicano Ignacio Beristáin dudó que a pesar del cambio de entrenador, lo cual lamentó, Andy Ruiz vuelva a ser campeón mundial de peso pesado, pues hay al menos dos peleadores que pueden ser un impedimento para ello, y señaló sus problemas de disciplina como algo vital para que ello suceda.
“Es un peleador con facultades a pesar de la gordura que tiene, es un peleador rápido, buen peleador, me dio un poco de tristeza ver que tuvo alguna dificultad con el entrenador que tenía (Manny Robles), un muchacho joven y que para mí es de los mejores entrenadores, y creo que la indisciplina de este gordito lo va a llevar a lo mismo.
“No es mal peleador, pero la división de peso completo está saturada de grandes peleadores y creo que va a ganar mucho dinero porque tiene facultades, pero hay dos que tres ahí que lo pueden poner en paz”, destacó Beristáin durante una charla con Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, como parte del serial WBC Talks.
Entre otro gran número de anécdotas, Beristáin recordó cuando subió a la esquina de Julio César Chávez, asegurando que fue una experiencia que no disfrutó mucho, a pesar de que cualquiera hubiera querido estar en la esquina del gran JC.
“Con Julio padre fue difícil, porque la popularidad que tenía, era terrible estar en la esquina donde tenía que tener cuidado, don Cristóbal (Rosas) estaba malito, fue terrible estar en la esquina, pero Julio padre es el mejor peleador que México ha dado al mundo, una maravilla de peleador y de persona”, apuntó.
Finalmente, auguró que el boxeo amateur de México, o boxeo olímpico, no tendrá nunca más el brillo que tuvo cuando él formó parte de la selección como entrenador, cuando ganaron dos oros y dos bronces en los Juegos Olímpicos de México 1968.
“No sólo el boxeo, el deporte en México está mal, muy mal, creo que difícilmente va a resurgir, porque los mismos federativos que llevan 20 o 25 años [ahí], algunos se han enriquecido ahí”.
Vanguardia
Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum, había ofrecido la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, en la “mañanera del pueblo” de este día, la mandataria informó que, el funcionario no asistió por estar enfermo.
La inasistencia del secretario de Sader está enmarcada en el cierre de la frontera norteamericana a la exportación de becerros de entidades del Norte del país como son Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas.
Con este tercer cierre a la frontera al ganado mexicano, según se dice, se tendrá una gran afectación a la actividad pecuaria de estas entidades y en especial a Chihuahua, pues se cierra el mercado tradicional para los productores locales.
Todavía ayer, la presidenta presumía el logro de la reapertura de la frontera tras la operación de la cuarentenaria de Agua Prieta, al exportar más de 2 mil becerros los días lunes y martes, por eso dijo, estaría hoy en la mañanera el secretario, Julio Berdegué, para explicar las negociaciones con los Estados Unidos.
De manera sorpresiva ayer por la tarde – noche, Estados Unidos a través del Departamento de Agricultura, a cargo de Brooke Rollins, nuevamente, oficializó el cierre de la frontera norteamericana al ganado mexicano.
La inasistencia del secretario de Desarrollo Rural Julio Berdegué, se sintió según dicen, como una medida para sacarlo del escenario de crítica de los productores pecuarios del Norte del país, para ofrecer que sería el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, quien hablaría acerca del gusano barrenador, para tratar de disminuir el nivel de esa crisis.
Según dicen, se notó que la presidenta trató de minimizar esa situación al no abrir su rueda de prensa con ese tema, y darle un tratamiento secundario, a una situación que viene a darle un golpe gravísimo a la actividad pecuaria en varias entidades del Norte del país. No hubo la menor empatía o mensaje de solidaridad de la mandataria con el sector, mucho menos ofreció ayuda o apoyos. Solo un esperamos que se abra pronto, según dicen.
Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum, había ofrecido la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, en la “mañanera del pueblo” de este día, la mandataria informó que, el funcionario no asistió por estar enfermo.
La inasistencia del secretario de Sader está enmarcada en el cierre de la frontera norteamericana a la exportación de becerros de entidades del Norte del país como son Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas.
Con este tercer cierre a la frontera al ganado mexicano, según se dice, se tendrá una gran afectación a la actividad pecuaria de estas entidades y en especial a Chihuahua, pues se cierra el mercado tradicional para los productores locales.
Todavía ayer, la presidenta presumía el logro de la reapertura de la frontera tras la operación de la cuarentenaria de Agua Prieta, al exportar más de 2 mil becerros los días lunes y martes, por eso dijo, estaría hoy en la mañanera el secretario, Julio Berdegué, para explicar las negociaciones con los Estados Unidos.
De manera sorpresiva ayer por la tarde – noche, Estados Unidos a través del Departamento de Agricultura, a cargo de Brooke Rollins, nuevamente, oficializó el cierre de la frontera norteamericana al ganado mexicano.
La inasistencia del secretario de Desarrollo Rural Julio Berdegué, se sintió según dicen, como una medida para sacarlo del escenario de crítica de los productores pecuarios del Norte del país, para ofrecer que sería el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, quien hablaría acerca del gusano barrenador, para tratar de disminuir el nivel de esa crisis.
Según dicen, se notó que la presidenta trató de minimizar esa situación al no abrir su rueda de prensa con ese tema, y darle un tratamiento secundario, a una situación que viene a darle un golpe gravísimo a la actividad pecuaria en varias entidades del Norte del país. No hubo la menor empatía o mensaje de solidaridad de la mandataria con el sector, mucho menos ofreció ayuda o apoyos. Solo un esperamos que se abra pronto, según dicen.