Enfermos de otros males no van a hospitales por miedo a contagiarse de coronavirus

Debido a la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus, enfermos de otras enfermedades han preferido quedarse en sus casas o atenderse en clínicas y consultorios particulares, con tal de evitar hospitales COVID para no contagiarse del virus mortal que hasta el último conteo oficial, ha dejado 27,121 defunciones en México.

Tras la advertencia del nuevo coronavirus, las autoridades comenzaron a trabajar en la reconversión hospitalaria, con la finalidad de que hubiera espacio suficiente para las personas que contrajeran la enfermedad, de tal modo, algunos nosocomios se convirtieron en hospitales COVID-19 y otros quedaron con atención mixta.

Médicos consultados por Animal Político, señalaron que en los hospitales mixtos han notado una minoría de pacientes, en las camas que atienden a otros padecimientos, respecto a los que había antes de la pandemia.

Tales son los casos que atendió José Alberto Beverido, doctor de la Clínica del ISSSTE de Córdoba, Veracruz, quien señaló que obtuvo una negativa total, causada por el miedo al SARS-CoV-2, al tratar de internar por unas horas a una mujer que presentaba mareos y vértigo.

Aseguró que ella expresó que acudido a la clínica solo para que le recetaran algunas pastillas que le quitaran los malestares, no para ser ingresada. Tras esto, le explicaron que era una clínica, no un hospital, por lo que solo pensaban internarla por unas horas para tenerla en observación y ver su evolución a los medicamentos.

“La señora pegó un brinco y dijo que no, que no le pusiéramos nada, que ella solo había ido por una pastillita y que se iba de allí en ese momento, porque tenía miedo de contagiarse de coronavirus”.

Sin embargo, esta no es una situación única de la clínica de Córdoba, en la Ciudad de México, el hospital mixto, Rubén Leñero de la Secretaría de Salud, un residente que prefirió guardar su anonimato por temor a represalias, señaló que ha notado el descenso de pacientes, ya que anteriormente recibían una urgencia de apendicitis por guardia.

“Ahora llega un caso cada tres o cuatro días. No sabemos si la gente se está aguantando y de pronto van a llegar, o cómo están en sus casas, quizá un poco más tranquilos, no han detonado las urgencias”, dijo.

Detalló que anteriormente atendían de entre 60 a 150 pacientes, pero actualmente no cuentan ni con la tercera parte, pues tienen varias camas vacías en la zona que no es COVID.

Caso similar es el Hospital General de Zona # 47 del IMSS, en Iztapalapa, que también atiende a contagiados de SARS-CoV-2 y otros padecimientos. Una de las enfermeras del lugar señaló que desde que terminó la Jornada Nacional de Sana Distancia, notó que aumentaron los pacientes.

“Con lo de la nueva normalidad algunos entendieron que ya pueden salir y empezaron a ir a los hospitales, están llegando con padecimientos ya medio complicados por el tiempo que esperaron. Creemos que este flujo se va a incrementar y si el de pacientes COVID no baja, a ver cómo se pone la situación”, detalló.

Otro médico apuntó a que existe la posibilidad de que los enfermos estén asistiendo a clínicas, consultorios privados y farmacias similares, evitando acudir a los hospitales para evitar contagiarse. Sin embargo, esta situación podría tener un resultado negativo ya que podrían llegar a los nosocomios en un estado grave e incluso sobremedicados.

Una residente refirió que, este acontecimiento podría deberse a que, anteriormente, en el triage mandaban a hospitalizar a pacientes que solo requerían atención ambulatoria.

Detalló que se tomaba esta decisión para evitar algún tipo de demanda. Ejemplificó con pacientes con lumbalgia o colon irritable, quienes podrían ser medicados y enviados a casa eran internados. Explicó que en este contexto el triage ha sido más exigente, a fin de tener mayor capacidad hospitalaria, motivo que podría explicar el descenso de pacientes internados.

No obstante, también quienes presentan malestares señalan que prefieren recurrir a una alternativa antes que presentarse en un hospital. Como lo es la chef Alejandra Nieto de 65 años de edad, quien confesó que el miedo de contagiarse la hizo alejarse de la Clínica del ISSSTE a la que iba una vez por mes para que le hicieran un chequeo y recibir su medicina.

“Tengo ya tres meses sin ir a la clínica. Y no voy porque, la verdad, sí tengo mucho miedo del coronavirus. No quiero contagiarme, y bueno, aunque quisiera ir, mis tres hijas no me dejan salir ni de la puerta de la casa. Dicen que, como soy hipertensa, tengo mucho riesgo de enfermarme muy grave si me contagio de COVID”, aseguró.

Pese a ello, todos los hospitales, incluidos los que solo atienden a enfermos de coronavirus, reciben a pacientes de urgencias para darles la atención necesaria, antes de ser redirigidos a otro lugar.

 

Con infromación de Infobae 

Tips al momento

Que no hubo empatía ni solidaridad de la presidenta con los productores afectados

Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum, había ofrecido la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, en la “mañanera del pueblo” de este día, la mandataria informó que, el funcionario no asistió por estar enfermo.

La inasistencia del secretario de Sader está enmarcada en el cierre de la frontera norteamericana a la exportación de becerros de entidades del Norte del país como son Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas.

Con este tercer cierre a la frontera al ganado mexicano, según se dice, se tendrá una gran afectación a la actividad pecuaria de estas entidades y en especial a Chihuahua, pues se cierra el mercado tradicional para los productores locales.

Todavía ayer, la presidenta presumía el logro de la reapertura de la frontera tras la operación de la cuarentenaria de Agua Prieta, al  exportar más de 2 mil becerros los días lunes y martes, por eso dijo, estaría hoy en la mañanera el secretario, Julio Berdegué, para explicar las negociaciones con los Estados Unidos.

De manera sorpresiva ayer por la tarde – noche, Estados Unidos a través del Departamento de Agricultura, a cargo de Brooke Rollins,  nuevamente,  oficializó el cierre de la frontera norteamericana al ganado mexicano.

La inasistencia del secretario de Desarrollo Rural Julio Berdegué, se sintió según dicen, como una medida para sacarlo del escenario de crítica de los productores pecuarios del Norte del país, para ofrecer que sería el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, quien hablaría acerca del gusano barrenador, para tratar de disminuir el nivel de esa crisis.

Según dicen, se notó que la presidenta trató de minimizar esa situación al no abrir su rueda de prensa con ese tema, y darle un tratamiento secundario, a una situación que viene a darle un golpe gravísimo a la actividad pecuaria en varias entidades del Norte del país. No hubo la menor empatía o mensaje de solidaridad de la mandataria con el sector, mucho menos ofreció ayuda o apoyos. Solo un esperamos que se abra pronto, según dicen.

Tips al momento

Que no hubo empatía ni solidaridad de la presidenta con los productores afectados

Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum, había ofrecido la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, en la “mañanera del pueblo” de este día, la mandataria informó que, el funcionario no asistió por estar enfermo.

La inasistencia del secretario de Sader está enmarcada en el cierre de la frontera norteamericana a la exportación de becerros de entidades del Norte del país como son Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas.

Con este tercer cierre a la frontera al ganado mexicano, según se dice, se tendrá una gran afectación a la actividad pecuaria de estas entidades y en especial a Chihuahua, pues se cierra el mercado tradicional para los productores locales.

Todavía ayer, la presidenta presumía el logro de la reapertura de la frontera tras la operación de la cuarentenaria de Agua Prieta, al  exportar más de 2 mil becerros los días lunes y martes, por eso dijo, estaría hoy en la mañanera el secretario, Julio Berdegué, para explicar las negociaciones con los Estados Unidos.

De manera sorpresiva ayer por la tarde – noche, Estados Unidos a través del Departamento de Agricultura, a cargo de Brooke Rollins,  nuevamente,  oficializó el cierre de la frontera norteamericana al ganado mexicano.

La inasistencia del secretario de Desarrollo Rural Julio Berdegué, se sintió según dicen, como una medida para sacarlo del escenario de crítica de los productores pecuarios del Norte del país, para ofrecer que sería el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, quien hablaría acerca del gusano barrenador, para tratar de disminuir el nivel de esa crisis.

Según dicen, se notó que la presidenta trató de minimizar esa situación al no abrir su rueda de prensa con ese tema, y darle un tratamiento secundario, a una situación que viene a darle un golpe gravísimo a la actividad pecuaria en varias entidades del Norte del país. No hubo la menor empatía o mensaje de solidaridad de la mandataria con el sector, mucho menos ofreció ayuda o apoyos. Solo un esperamos que se abra pronto, según dicen.

Notas recientes