La verdadera tragedia detrás del futbol americano colegial

Colaboración especial/José Luis Muñoz Pérez

Sin duda alguna todos los que somos fanáticos del futbol americano colegial, tanto asiduos como los esporádicos, veremos una temporada atípica debido a la situación global, y sobre todo la situación actual en Estados Unidos ante la ya muy conocida pandemia que modifico la manera en que llevamos nuestras vidas cotidianas. Tener la mitad de los juegos que normalmente acontecen cada temporada, estadios vacíos o con una pequeña capacidad de espectadores, grandes equipos que no participaran en ningún juego, estas son algunas de las situaciones que se vendrán este otoño, pero la verdadera tragedia no será la que viviremos los aficionados y de alguna manera tampoco serán las universidades, tampoco sus equipos de futbol americano ya que a futuro se podrán levantar de este golpe, pero quienes más van a resentir toda esta situación que generara menos ingresos para las universidades serán todos aquellos estudiantes-atletas de deportes menores.

Usualmente el futbol americano colegial inicia en septiembre. Esos sábados eléctricos y únicos para el deporte del futbol americano. Recordemos que en estados unidos existen varias cosas que van, ante todo, la constitución, la libertad de mercado y sobre todo el futbol americano o football, los viernes son del nivel escolar de las preparatorias, High school como es conocido allá y sus famosos Friday Night Lights, los domingos más que guardados para la iglesia, son para la NFL y los sábados son intocables, el college football o futbol americano universitario como lo conocemos nosotros no se puede tocar ni mover. Ese día resulta más que sagrado e inmaculado, donde aquellas pequeñas ciudades universitarias se tornan dignas de cualquier festival o carnaval del mundo (recordemos que la mayoría, sino es que todas, las universidades grandes no se encuentran ubicadas en ninguna ciudad de renombre, casi en su totalidad son pequeñas ciudades que solo giran en torno a esa universidad).

La pasión que despiertan los equipos de futbol colegial traspasa todo tipo de euforia. En esta ocasión solo se hablará de la división I en la subdivisión FBS o football bowl sub división. De acuerdo a la página oficial de la National Collegiate Athletic Association existen 131 equipos de futbol americano colegial en la división 1-A, divididos en 6 conferencias (Atlantic Coast Conference, American Athletic Conference, Big 12, Big 10, Conference USA, Mid American, Mountain West, Pac 12, Southeastern, SunBelt y un grupo de 6 universidades denominadas independientes ya que no dependen de ninguna conferencia), a diferencia de la NFL que cuenta con 32 equipos. De estas 131 universidades existen algunos colegios que cuentan con matrículas grandes como lo son la universidad de Central Florida con casi 70 mil estudiantes matriculados, La universidad de Ohio State con 61 mil estudiantes matriculados, la universidad del sur de california con más de 48 mil estudiantes matriculados, y la más pequeña de este grupo en cuanto a su matrícula de estudiantes seria la universidad de Tulane en el estado de Luisiana con alrededor de 14,000 alumnos. En cada una de estas 131 universidades existen equipos representativos que abarcan 32 competencias deportivas entre campeonatos masculinos y femeninos. Algunas de estas competiciones cuentan con el mínimo de difusión televisiva, como lo son las competencias de tiro con rifle, remo o esgrima, los cuales muchas veces son un buen semillero de competidores olímpicos y que a su vez cuentan con estudiantes extranjeros dentro de sus filas, pero este tipo de deportes que no son tan populares ni practicados alrededor del mundo generan pérdidas económicas prácticamente en todas las universidades que cuentan con estos equipos representativos.

El otro lado de la moneda son principalmente dos deportes, el football y el basketball, los cuales no solo cuentan con una gran difusión nacional en Estados Unidos, sino que además son deportes con gran cobertura internacional, lo cual obviamente genera mayores ingresos además de aquellos obtenidos a través de las taquillas de los estadios. Son muy pocas las universidades que no cuentan con grandes entradas o llenos totales cada ocasión que juegan de local, por citar un ejemplo la Universidad de Michigan cuenta es dueña del Michigan Stadium con capacidad de más de 107,000 espectadores donde dependiendo del juego en turno los boletos llegan a costar entre 40 y 150  dólares o incluso más, otro ejemplo es la Universidad de Nebraska, con su recinto nombrado Memorial Stadium que cuenta con una capacidad mayor a 85,000 espectadores, donde cuentan con una racha vigente desde 1962 de 375 juegos consecutivos de lleno total, recordemos que a pesar de que históricamente los Cornhuskers de la Universidad de Nebraska son una powerhouse dentro del futbol americano colegial, tienen varios años en las sombras pero como cuentan con una base de aficionados grande y apasionados siguen llenando el estadio cada juego de local.

El arrastre de las powerhouses del futbol americano será tema para otra columna, ahora sin alejarnos del tema principal de la presente cabe destacar que en cuanto al impacto televisivo con el que se cuenta en este deporte se puede señalar que en las semifinales de los playoffs de la temporada del año 2019 promediaron 19 millones de espectadores en Estados Unidos, cierto que aun muy lejos de los números que genera un super bowl, pero compitiendo en números con las finales de la NBA y superando al promedio de una serie mundial.

Una vez visto como las universidades generan recursos económicos a través de sus equipos de futbol americano podemos dar un vistazo a sus gastos. Tomaremos de ejemplo a la universidad de Louisiana State University, mejor conocida por sus iníciales como LSU durante el periodo escolar del 2017-2018:

[1] https://www.nola.com/sports/article_7b81e581-85ed-5530-913e-ad90aaf61484.html

Como se puede observar de la tabla obtenida del medio de información nola.com, LSU genero una ganancia de casi 8 millones de Dólares durante ese periodo lo cual suena más que excelente, pero si al observar detalladamente los numero podemos ver que solo 3 deportes generaron ganancia en cuanto a los gastos que generaron. El baseball con $345,536 dólares y el basketball masculino con $292,921 dólares, además de los 55 millones de dólares del futbol americano fueron los únicos deportes que generaron ganancia, mientras que del otro lado de la moneda se puede apreciar que el basketball femenino con $4,221,675 y pista y campo traviesa en sus modalidades tanto femenino como masculino con $2,612,081 y $2,612,078 fueron los tres deportes que mayor pérdida generaron.

Aquí es donde recae la verdadera tragedia ya mencionada, deportes con poca difusión y mucho gasto como se podría considerar el softball en el caso de LSU requieren para su existencia de las ganancias que genera el futbol americano. A pesar de que las universidades reciben apoyos económicos de distintos tipos como gubernamentales o incluso donaciones directas, pero la mayoría de estos deportes no podrán soportar el vacío que dejara las grandes ganancias que el futbol americano en sus taquillas dejara.

Las universidades ya han empezado a señalar que varios deportes han sido cancelados lo que resta del año, incluso algunos programas ya han sido cancelados por completo. La universidad de Akron en el estado de Ohio informo en su página oficial a través de un comunicado[2] el cierre de tres programas atléticos, campo traviesa, golf masculino y tenis femenino, afectando a un total de 32 estudiantes más los recortes y despidos de entrenadores que esto generara. La universidad señalo en un documento posterior[3] que los estudiantes-atletas afectados por estos recortes recibirán todo el apoyo para poder ser transferidos a otras universidades donde puedan seguir estudiando y aspirando a una beca deportiva ya que desafortunadamente en esta institución no podrán continuar recibiendo las becas con las que ya contaban.

Otra de las universidades de la división 1 que cancelo programas fue Boise State University en el estado de Idaho, el cual cancelo su programa de nado y clavados junto con el programa de baseball, solo que en este caso la universidad señalo en su comunicado[4] que las becas con las que contaban los estudiantes-atletas actuales y de nuevo ingreso en el año 2020 serían respetadas.

La universidad de Stanford, una de las más reconocidas en el mundo, emitió un comunicado[5] señalando que suspenderá toda actividad de 11 deportes por lo que resta del año y que en el 2021 estos mismos serian retomados, afectando a 240 estudiantes-atletas más 20 puestos dentro de su staff que serían eliminados.

El vacío que sentiremos los aficionados al tener una temporada atípica con estadios con pocos o ningún espectador, aunado a que una gran parte de los equipos han cancelado sus temporadas de futbol americano (hasta el momento las conferencias Pac-12, Big Ten, Mid-American, Mountain West y tres universidades independientes han señalado que cancelaran su participación este otoño), pero esto no se compara a los estragos que traerá en varios deportes en distintas instituciones académicas donde algunos programas solo suspenderán sus actividades pero otros cancelaran varios deportes para ya no volver a ser activados en el futuro cercano dejando a varios estudiantes-atletas sin apoyo y sin las becas que tanto requieren para poder continuar estudiando así como a varios entrenadores o miembros de staff sin empleo, quienes serán los afectados por la verdadera tragedia del futbol americano esta temporada.

Tips al momento

Otorga federación al gobierno de Chihuahua el inmueble del Cereso3 en Juárez

El Gobierno Federal destinó al Gobierno del Estado de Chihuahua, el inmueble federal del Cereso 3 en Ciudad Juárez.

El  04 de marzo de 2022, el Gobierno del Estado de Chihuahua, solicitó se le otorgue el Acuerdo Administrativo de Destino del inmueble federal, para continuar utilizándolo como instalaciones que ocupa el CERESO Tres de Ciudad Juárez, para formar parte del Complejo Judicial del Distrito Judicial Bravos.

El inmueble cuenta con Registro Federal Inmobiliario 8-8923-7, con superficie de 300,281.075 metros cuadrados, ubicado en Calle Barranco Azul sin número, Colonia Toribio Ortega, Código Postal 32675, Municipio de Juárez, Estado de Chihuahua.

El Gobierno del Estado de Chihuahua, deberá custodiar y vigilar el inmueble, quedando obligado a cubrir los gastos necesarios para su conservación y mantenimiento, y demás servicios inherentes que en su caso se generen, así como el correspondiente aseguramiento contra daños del inmueble

Tips al momento

Otorga federación al gobierno de Chihuahua el inmueble del Cereso3 en Juárez

El Gobierno Federal destinó al Gobierno del Estado de Chihuahua, el inmueble federal del Cereso 3 en Ciudad Juárez.

El  04 de marzo de 2022, el Gobierno del Estado de Chihuahua, solicitó se le otorgue el Acuerdo Administrativo de Destino del inmueble federal, para continuar utilizándolo como instalaciones que ocupa el CERESO Tres de Ciudad Juárez, para formar parte del Complejo Judicial del Distrito Judicial Bravos.

El inmueble cuenta con Registro Federal Inmobiliario 8-8923-7, con superficie de 300,281.075 metros cuadrados, ubicado en Calle Barranco Azul sin número, Colonia Toribio Ortega, Código Postal 32675, Municipio de Juárez, Estado de Chihuahua.

El Gobierno del Estado de Chihuahua, deberá custodiar y vigilar el inmueble, quedando obligado a cubrir los gastos necesarios para su conservación y mantenimiento, y demás servicios inherentes que en su caso se generen, así como el correspondiente aseguramiento contra daños del inmueble

Notas recientes