Si bien, el número de muertes que fueron provocadas por fuentes de contaminación asociadas a la extrema pobreza, como la mala calidad del aire en espacios interiores y la insalubridad del agua, tuvo una reducción durante ese periodo de cuatro años, este declive quedó contrarrestado por el aumento de la contaminación industrial.
“El impacto en la salud de la polución continúa siendo ingente y los países de ingresos bajos y medios son los que sufren las peores consecuencias”, precisa en un comunicado de la revista científica Richard Fuller, presidente de la organización ambientalista Pure Earth y responsable de la investigación que fue encargada por “The Lancet”.
“A pesar de las enormes consecuencias sanitarias, sociales y económicas, la prevención de la contaminación continúa pasando desapercibida en los planes sobre desarrollo internacional”, añadió Fuller.
Esta investigación indica que el 75 % de las muertes provocadas directamente por la contaminación es debido a la polución en el aire, en tanto que más de 1.8 millones están relacionadas por otros tipos de contaminantes químicos, incluida la toxicidad de la tierra.
Un aspecto positivo del estudio es que en las últimas dos décadas disminuyeron especialmente en África las muertes atribuidas a la contaminación, en parte gracias a la mejoría del saneamiento del agua potable.
Por otra parte, en el planeta se incrementaron los fallecimiento relacionados a la contaminación ambiental, en particular aquellas procedentes del plomo, al que se atribuyen 900,000 decesos prematuras en un año.
Siendo así que los expertos hicieron la recomendación de crear una comisión intergubernamental independiente que se encargue de analice los peligros y las posibles soluciones a la contaminación, así como una mayor financiación de gobiernos y organizaciones independientes para contribuir a atajar el problema.
“La polución, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad están íntimamente relacionados. Controlar esas amenazas conjuntas requiere una intervención global, guiada por la ciencia”, explicó Rachael Kupka, directora ejecutiva de la Alianza Global sobre Salud y Polución. “Está claro que la contaminación es una amenaza planetaria”, añadió.
Tomado de Vanguardia
Con información de la Agencia EFE.