La realidad de violencia golpea. México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, dijo el secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Ramón Castro Castro
A través de un videomensaje, el religioso señaló que los índices de violencia y sus estructuras de muerte, se han desbordado e instalado en las comunidades, desfigurando a la persona humana y destruyendo la cultura de paz, una cultura de paz que nos hace hermanos.
"Al lado de nuestro pueblo esperamos una respuesta a la altura de las circunstancias por parte de las autoridades civiles en todos los niveles. Es responsabilidad de quienes gobiernan procurar la justicia y favorecer la paz y la concordia en la convivencia social", subrayó.
El secretario general de la CEM dijo que México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 26 sacerdotes, incluidos los padres jesuitas que han sido asesinados por el crimen organizado, identificándose así con las miles de víctimas que han tenido este fin junto con las decenas de miles de desaparecidos a quienes sus familias siguen buscando.
A esto, dijo, habría de sumar las muchas extorsiones y la total impunidad imperante en todo el país. "Esta situación es ya insoportable y nos reclama y exige a todos dar frutos de paz", sentenció.
La Conferencia del Episcopado Mexicano hizo un llamado también a quienes son causantes de todos y cada uno de los episodios atroces de muerte y destrucción contra sus propios hermanos.
Los conminó a que dejan de matar a sus propios hermanos y de violentar la paz social, recuperar el temor de Dios y hacer prevalecer su ley que dice no matarás.
"En el nombre de Dios sensibilícense ante los lamentos de sus hermanos que son hijos de Dios, cuyas lágrimas de sufrimiento, impotencia y rabia contenida, claman hasta el cielo. Les suplicamos, les rogamos, les exigimos en nombre de Dios basta de tanta maldad y odio, todos queremos la paz".