NRabqC7El Sistema de Apertura Rápida de Empresas (SARE) perteneciente a la Dirección de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Municipal, es un programa de simplificación administrativa que permite a los ciudadanos abrir su negocio de bajo riesgo a través de la ventanilla única “SARE”.NRabqC7 Omnia.com.mx
NRabqC7Las actividades consideradas de bajo riesgo son aquellas desarrolladas en un establecimiento mercantil, relativas a la intermediación, compraventa, arrendamiento, distribución de bienes o prestación de servicios, contempladas en el Catálogo de Giros de Bajo Riesgo SARE, el cual cuenta con 279 actividades comerciales. NRabqC7 Omnia.com.mx
NRabqC7Un negocio que opera de manera formal requiere cumplir con los lineamientos, reglamentos y/o lo que marca la ley de cada municipio, estado y federación en cuanto a una apertura de negocio, entonces, los permisos del Municipio de Chihuahua que se deben tramitar antes de abrir un negocio son:
- Licencia de Uso de Suelo
- Dictamen del programa Interno de Protección Civil
- Licencia de Funcionamiento
Cada trámite pertenece a una dirección municipal, pero gracias a la creación del SARE y al proceso de simplificación, estos tres se pueden tramitar a través de la ventanilla única y en un tiempo máximo de respuesta de 72 horas, por lo cual, el ciudadano sólo interactúa con una dependencia.NRabqC7 Omnia.com.mx
NRabqC7Cabe mencionar que aún se cuenta con el incentivo fiscal del 60 por ciento de descuento, por lo que, el costo de las dos licencias y el dictamen tiene un costo de mil 702 pesos.NRabqC7 Omnia.com.mx
NRabqC7Para más información es posible visitar el SARE en la avenida Independencia número 14, casi esquina con calle Victoria en la colonia Centro, en un horario de atención de lunes a viernes de 8:30 am a 3:30 pm, o bien, se pueden comunicar al 614-200-48-00 en las extensiones 6393 y 6394.NRabqC7 Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.