
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este domingo en la red Truth Social que los pilotos de los bombarderos B-2 que participaron en el ataque contra instalaciones nucleares en Irán ya están de regreso en Estados Unidos.
"Los GRANDES pilotos del B-2 acaban de aterrizar sanos y salvos en Misuri. ¡Gracias por el excelente trabajo!", dijo Trump en una publicación.
Siete de estos aviones fueron responsables del que el Pentágono ha descrito como el mayor bombardeo con aviones B-2 de la historia, en referencia al ataque contra las instalaciones nucleares de Isfahán, Natanz y Fordó en Irán, durante la operación bautizada como 'Midnight Hammer' (Martillo de Medianoche).
Los bombarderos habían despegado la noche del viernes desde la base de Whiteman, en el estado de Misuri. Algunos volaron hacia Guam, en el Pacífico, para actuar como señuelo, mientras el resto se dirigió sigilosamente hacia el este en un vuelo que duró unas 18 horas.
Junto a los B-2 también participaron en el bombardeo aviones cisterna de reabastecimiento, aviones de reconocimiento y cazas, para hacer un total de más de 125 aeronaves. Estuvieron apoyados por el fuego de submarinos estadounidenses.
El ataque comenzó a las 17:00 hora de Washington (21:00 GMT y 01:10 de Irán) y durante dos horas se lanzaron 75 misiles y bombas.
Los bombarderos B-2 son aviones de combate estratégicos diseñados por Estados Unidos para penetrar defensas aéreas pesadas y realizar ataques de precisión, capaces de lograr una alta invisibilidad en los radares.
Fueron los responsables, además, de lanzar las denominadas bombas antibúnker de 13.600 kilogramos que tenían el objetivo de destruir el programa nuclear iraní. Algunas instalaciones, como en el caso de Fordó, se hallaban a gran profundidad, por lo que resultaba esencial el empleo de este tipo de bombas.
Según el Pentágono, las fuerzas estadounidenses no sufrieron bajas en el ataque.
Con información de Informador.mx

Esta mañana el movimiento “Generación Z” lanzó un comunicado advirtiendo que el Gobierno Federal tiene miedo de las movilizaciones del próximo 15 de noviembre, por lo que decidió levantar muros alrededor del Palacio Nacional. Aseguraron que aunque se levanten los muros no pararan las exigencias.
Parte de la publicación menciona lo siguiente:
“ Sí, ya vimos que mandaron porros, sindicatos y cercos para 'proteger" el palacio. Lo disfrazan de seguridad, pero todos sabemos que es miedo. Miedo a una generación que ya no se cree su teatro.
Y aunque levanten vallas, no hay barrera que pueda frenar una idea cuando llega su momento.
Si este gobierno y todos los políticos, que juraron defender a México no tienen vergüenza en destruirlo, nosotros no tendremos miedo en defenderlo…”
A esto, la presidenta Claudia Sheinbaum, expuso que es por seguridad pues en manifestaciones pasadas se han infiltrado personas para realizar destrozos, asegurando que creen en los jóvenes de México, pero se ha infiltrado la oposición en esta causa.
Se espera que al menos 70 ciudades de todo el país lleven a cabo manifestaciones por la defensa de México, algunas otras organizaciones se han sumado, así como actores políticos.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.

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