
Hasta hace no mucho, para probar un nuevo software, ya sea un programa de utilidad o un juego, era obligatorio comprar un CD, cuyo precio, si era original, obligaba a pensarlo dos veces antes de adquirirlo.
Sin embargo, gracias a la llegada del almacenamiento en la nube y la Internet, se encontró una solución: ofrecer acceso gratis para que los usuarios prueben el software antes de comprarlo. Pero, si es gratis, ¿es rentable para las empresas?
Evidentemente, no todos los clientes van a pagar una versión premium de un servicio que es gratis, sobre todo si esta versión es suficiente para ellos. No obstante, a través del modelo freemium, es más probable que los usuarios que necesitan algo más avanzado y les ha gustado el software terminen subiendo a la versión de pago.
En esencia, la versión gratis es un gancho para que los clientes potenciales que necesiten el software se conviertan en usuarios de pago. Por ejemplo, el popular CCleaner es un software de limpieza de Windows que cuenta con una versión gratis, pero que es necesario actualizar a la versión de pago para liberar todo su potencial.
Acceder a productos o servicios de manera gratuita permite a los usuarios probar de primera mano sin ningún compromiso monetario. Esto evidentemente genera confianza en el usuario, ya que puede comprobar por sí mismo que el servicio es real y comprobar todo su potencial.
Es por ello que algunos servicios en línea cuentan con acceso libre por tiempo limitado, como el caso de las pruebas gratuitas de los servicios de streaming como YouTube Premium, Prime Video o Apple TV+.
Por otro lado, sitios como Winpot dan un bono sin depósito para que el usuario pueda probar los juegos disponibles sin tener que sacar ni un peso de su bolsillo. De esta manera, los usuarios pueden disipar dudas acerca de la calidad del catálogo, la seguridad del sitio y las ventajas de jugar en él.
Otra forma en la que los sitios rentabilizan el modelo freemium es que les sirve como publicidad gratis. Un usuario que probó de manera gratuita un sitio y le gustó es más dado a compartir su opinión a otras personas e incentivarlos a que también lo prueben.
Esto genera un boca a boca muy beneficioso para las marcas, ya que atrae clientes potenciales de forma orgánica sin tener que gastar en publicidad.
Otro elemento que pasa desapercibido es que el modelo freemium es un excelente laboratorio de prueba para las marcas. Al analizar el comportamiento de los usuarios de la versión gratis, pueden obtener datos valiosos sobre puntos a mejorar, cómo utilizan el servicio, funciones más populares, entre otros.
Con esta información a la mano, se puede mejorar la experiencia del usuario, conocer sus preferencias y saber cuáles son las estrategias de mercadeo más efectivas.
En resumen, el modelo freemium no solo es beneficioso para el usuario que prueba un producto o servicio sin arriesgar nada, sino también para sitios como Winpot, YouTube, software de VPN, entre otros.
Es una poderosa herramienta de mercadeo que permite generar confianza en los usuarios, atraer más clientes y popularizar la marca sin gastar demasiado en publicidad.