
Mayra Chávez es y sigue siendo una excelente funcionaria con una carrera por así decirlo intachable, sobre todo muy leal y si bien muchos puristas siguen señalándole por su bagaje tricolor, Mayra ha demostrado tener las suficientes tablas para llevar las riendas de la delegación del Bienestar en la entidad. Con ella las diversas responsabilidades asumidas, unas de rebote, otras heredadas y muy pocas de su autoría, pero a todas luces ha sabido sacar adelante la chamba.
Ha sabido marcar su presencia, estar en el momento exacto a la hora indicada para generar una imagen de lo que es, una grilla natural. Pero como dicen muchos una cosa es la acción y otra la reacción, resulta que eso de organizar viajes a CDMX le salen muy organizados, o las idas a Ciudad Juárez con todo su equipo apuntalando la chamba y las aspiraciones, han sido manejadas cuidadosamente, en formas y estilos muy Morenistas. Pero donde la delegada a está cajeteando es en la administración de su propia delegación.
Los empleados ya no saben qué hacer, resulta que de unos meses a la fecha, no hay veladores, cada bimestre les cortan la luz, no hay agua, los sanitarios están peor que un baño portátil de la feria de Santa Rita en un domingo, incluso han emitido mensajes al personal que tienen que ayudar ellos para mantener limpia la delegación a sabiendas de que no hay dinero para pagar a las empresas contratadas para realizar estas funciones.
Ahora desde la delegación quieren que los empleados realicen estas acciones voluntariamente a fuerzas, desafortunadamente cada empleado tiene o se ven obligados a portar su propio papel sanitario ya que para eso no hay presupuesto. Un verdadero dolor de cabeza es esta crisis interna que no puede ser tipificada de austeridad republicana, en el entendido de que, para armar viajes de apoyo, si hay dinero, recursos y viajes VIP para los reclutados.
En este tema Mayra está fallando y feo, en el entendido de que su paso por la Delegación de acuerdo con los expertos, es ella la candidata más sólida para dirigir las riendas en la alcaldía de Ciudad Juárez, ya que no tan solo cuenta con el apoyo de la poderosa Ariadna Montiel, sino de acuerdo con los expertos en la fronteriza ciudad toca mujer, en estos menesteres de la llamada equidad de género.
Cuidar a la tropa, cuidar a los empleados que se fajan en darle ese paso firme a una delegación, debe de ser prioridad para un funcionario público, y pretender que sus empleados suplan este tipo de problemas, es simplemente estar concentrado en algo y no en un funcionamiento que genere endosos y avales producto de su trabajo…Así las Cosas.
Por: Federico Guevara.