
La base del pensamiento es el lenguaje, de ahí la importancia que aprendamos a hablar correctamente.
El peor error que cometemos los padres cuando nacen nuestros hijos es el imitar sus balbuceos y permitirles que nombren las cosas con esos balbuceos, pues no les estamos ayudando a construir un lenguaje correcto y por consiguiente un pensamiento adecuado.
El hablar bien nos ayuda a pensar bien, y pensar bien nos ayuda a resolver mejor los problemas, y con ellos enfrentar la vida de una manera más eficiente y asertiva.
El idioma español cuenta con más de 100,000 palabras, incluye variaciones dialectales en más de 20 países, lo que enriquece su léxico. Además, la formación de palabras derivadas (como prefijos y sufijos) y los extranjerismos adaptados aumentan el conteo. Es uno de los idiomas más ricos del mundo, de ahí la complejidad para aprenderlo, por lo que puedes considerarte afortunado si ya hablas español como tu lengua materna, porque ya hablas uno de los idiomas más complicados en el mundo.
Con esas 100,000 palabras podemos construir más de 500,000 conceptos, así que entre más palabras conozcas tienes mayor capacidad para resolver problemas ya que entiendes con mayor facilidad las cosas, a final de cuentas nosotros pensamos en palabras.
A menor capacidad de palabras menor inteligencia y lógicamente si eres más inteligente puedes tener mejores oportunidades de desarrollo.
De ahí la importancia de cuidar el lenguaje además de que el español debe de ser preservado por su riqueza cultural e histórica.
Desafortunadamente el mexicano promedio, hablando de una persona que estudió hasta el nivel de preparatoria, únicamente conoce un promedio de 250 palabras, eso representa un 0.25% de lenguaje español, ósea nada!
De ahí que la capacidad del mexicano promedio sea creerse cualquier mentira que les cuente la autoridad en una mañanera, y de ahí el que los progresistas o la terrible agenda woke se concentren tanto en forzar a cambiar el idioma, en destruir el idioma, pues al destruir el idioma destruyes el pensamiento, limitas la capacidad de generar conocimiento correcto y entonces las mentes se convierten en entes manipulables para ser utilizados para los fines siniestros de quienes quieren controlar los hilos del poder, así es como la agenda progresista ha logrado ideologizar a la gente, distorsionándoles el idioma para truncarles la capacidad de razonar correctamente lo que les meten en la cabeza.
Cuando damos un nombre a las cosas o a las personas, cuando asignamos una palabra a algo o a alguien, le estamos dando sentido, le estamos dando fundamento, le estamos dando propósito, o lo estamos destruyendo, nulificando, porque las palabras tienen poder son importantes, en nuestra boca tenemos la capacidad de construir o destruir.
No es poca cosa decir que las palabras tienen poder, de ahí que la agenda globalista se empeñe en continuar destruyendo el lenguaje, pues al destruirlo, destruyen con ello la cultura, la historia, los objetivos, los proyectos de vida, el sentido, el propósito, y una persona, sociedad o nación destruida es manipulable con una beca, con pedazo de pan viejo, con palabras de esperanza, con promesas infundadas y vacías.
Debemos preservar y luchar por el bien hablar, enseñar a bien hablar y por supuesto desechar los absurdos del lenguaje inclusivo.
Vamos México, eres el águila que devora serpientes.
Lic. Ruth Sánchez.