¿Armas?, no. Sólo ¡tenkius, Mr trom!

    Uno de los temas que lópez no tiene interés en  tratar con Trump es el de las armas que ingresan ilegalmente a México de los Estados Unidos para empoderar a los grupos criminales. 

    Nada parecido ni cercano fue incluido y ni siquiera propuesto en la agenda de la visita de lópez a Washington. 

    Tal vez lo olvidó en su único afán: ir a dar las gracias.

    O tal vez es algo que le parece demasiado engorroso y que, además, requiere presupuesto.

    En el atentado contra el policía súper estrella de México, Omar García Harfuch, la semana pasada,  se utilizó armamento de uso exclusivo para el Ejército de los Estados Unidos. Lo mismo en la masacre  de las mujeres y niños de la familia LeBarón y en la saboteada captura de Ovidio Guzmán.

    Poseer ese armamento en manos de un civil es en aquel país un delito grave y hubo que pasar por ese trayecto antes de llegar a México. 

    El rifle "Barret .50" utilizado en los tres casos y  manufacturado por la compañía estadounidense Barrett Firearms Company, es orgullosamente presumido por su fabricante como un “ícono estadounidense”. Es capaz de perforar blindajes de tanques de guerra y aviones militares. Con una mira telescópica, sus balas de 13.8 centímetros de largo y 1.27 de diámetro tienen un alcance de kilómetro y medio con alta precisión, como quedó demostrado el 6 de septiembre de 2016 en La Huacana, Michoacán, cuando integrantes del crimen organizado derribaron un helicóptero policiaco. Tiene un costo aproximado de 13 mil dólares. 
    
    El 1 de mayo de 2015, el Cártel Jalisco Nueva Generación derribó un helicóptero de la Secretaría de Marina con un lanzacohetes RPG-7 de origen ruso de la compañía Bazalt, restringido para sólo 7 ejércitos nacionales en el mundo. Según datos oficiales, el arma entró al país a través de la frontera con Estados Unidos. El operativo militar desplegado en la Zona Metropolitana de Guadalajara tenía como objetivo atrapar a Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el mismo que habría ordenado el atentado contra García Harfuch.

    Según la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, ONUDD,  hace 4 años ingresaban ilegalmente a México más de 250 mil armas al año, en aquel entonces suficientes para equipar a más de la mitad de todos los policías del país, calculados en alrededor de 400 mil. 

    Pero ya no es como antes. 

    Este año, 2020, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, actualizó el dato a "un promedio de 2 mil armas diarias, alrededor de 700 mil al año".  Casi suficientes para armar a todos los policías y también a todos los efectivos de las Fuerzas Armadas del país, incluyendo Sedena, Marina y Guardia Nacional, que son poco menos de 322 mil, además de los policías.
https://www.gob.mx/sedena/prensa/efectivo-de-las-fuerzas-de-seguridad-desplegado-dentro-del-territorio-nacional. Ese es el arsenal de contrabando que recibe la delincuencia mexicana cada año.

    En el primer año presupuestal del gobierno de lópez, nuestro país adquirió para sus Fuerzas Armadas un total de 8 mil armas. Apenas una para cada 100 efectivos, incluyendo policías. 

    Contrastantemente, un análisis de la Secretaría de Seguridad mexicana calcula que los grupos delincuenciales del país poseen más de 15 millones de armas de distintos tipos y calibres. Un promedio de 20 por cada policía y soldado efectivos en territorio nacional. 

    Se sabe que por lo menos 7 de cada 10 de esas armas contrabandeadas proceden de los Estados Unidos. 

    Aproximadamente 6 mil 700 tiendas de armas minoristas en Estados Unidos que tienen licencias federales se concentran en los cuatro estados de EU que limitan con México. Son prósperos negocios. En promedio, hay más de tres comerciantes de armas por cada milla de los 3 mil kilómetros de frontera.

    El tema es tan gordo que quizá por eso lópez prefiere hacerse pato y ni voltear a verlo. Además, no es fácil vincularlo con el tema electoral.

    Tan así, que si echamos un ojo al Plan Nacional de Desarrollo y a la Estrategia Nacional de Seguridad, el tema del flujo de armas no aparece por ningún lado. Ni desde la óptica política, ni mucho menos en el presupuesto.

    Luego de la liberación de Ovidio Guzmán, Trump llamó a lópez y le dijo: "proponme algo en lo que te pueda ayudar". 

    Las autoridades mexicanas y norteamericanas  se reunieron pocos días después para "echar andar" un operativo denominado "Frozen", "propuesto con el propósito de congelar el flujo ilegal de armas a México". Asistieron por el lado mexa casi todo un regimiento de funcionarios de primera nivel:  Los secretarios de Seguridad, Alfonso Durazo; de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval; de la Marina, Rafael Ojeda; el subsecretario de Construcción de la Paz (neta, así se llama el cargo), Alejandro Robledo; el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía; el director del Centro Nacional de Inteligencia, Audómaro Martínez; el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, y otros funcionarios de Hacienda, de la FGR y de aduanas... Uuufff...!

    Por el lado gringo, sólo el embajador Cristopher Landau y alguien de su equipo local. Trump no envió a nadie. Landau -quizá con sorna- les "reiteró su disposición a trabajar en planes de acción conjuntos". 

    Pero como los mexicanos no tienen ningún plan, hasta ahora no se ha hecho nada.
    
    Todos somos testigos de que no hay ningún operativo del gobierno mexicano para detectar  el cruce de armas por la frontera. Los retenes militares que vemos al sur de Ciudad Juárez, de Tijuana, de Laredo, de Nogales, de Ojinaga, de Matamoros, etcétera, son para "cuidar" que no transiten mercancías prohibidas de sur a norte, como quieren los gringos... ninguna de norte a a sur ni siquiera te revisan.

    ¿A quién le importa?

    Eso sí es como antes, que lópez no lo niegue.

    Pero no todas las armas que ingresan ilegalmente a México llegan por el norte. Otras, coreanas, rusas y chinas, entran por el Suchiate. Vienen de Nicaragua y otros países de Centroamérica.  Pero allá la Guardia Nacional está muy ocupada sólo en cumplir la tarea ordenada por Trump: servir de muro contra los migrantes. 

    Pero mientras tanto, Trump sí ha hecho algo al respecto.

    El 10 de mayo de 2019, Trump decidió retirar definitivamente a su país del compromiso adquirido en el seno de las Naciones Unidas en el Tratado de Comercio Internacional de Armas. Adoptado con 154 votos en favor, ningún voto en contra y sólo tres abstenciones (Corea del Norte, Irán y Siria) fue finalmente firmado por Obama.

    Haciendo gala de su escaso respeto por las normas elaboradas en el seno de la ONU, la decisión fue comunicada por Trump al Senado en una nota corta, diciendo que el tratado no sirve a los intereses de Estados Unidos. “Por lo tanto he decidido retirarlo del Senado y solicitar que sea devuelto”, dijo sin mayor explicación. 

    Tal desafortunada decisión  fue dada a conocer festivamente por Trump en la reunión anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), en Indianápolis. La NRA, una de las agrupaciones más conservadoras de los Estados Unidos -esa sí, no patrañas-  aportó a Trump 30 millones de dólares para su campaña.

    Cancelar la participación de EU en el tratado fue una decisión de Trump especialmente ofensiva para México. La delegación mexicana desempeñó un papel primordial en la negociación. Durante varios años fue un tema prioritario para su política multilateral. Se puede afirmar que la creación del grupo de trabajo para elaborarlo, el éxito de colocar la negociación en el marco de la ONU y el empeño por llegar a firmarlo, fue posible gracias al liderazgo de México.

    Pero eso lo hicieron los gobiernos de antes, así que lópez debe estar muy de acuerdo con Trump. El gobierno de México no emitió siquiera una nota diplomática de protesta...

    Para lópez, lo verdaderamente importante de su visita a Trump es sólo "dar las gracias". 

    ¡Gracia, Mr Trom!

    Es el mensaje que lleva lópez en nombre del pueblo de México al entrañable amigo de nuestro país.