"No hagas planes para la próxima década"
2LXfzNrEstamos en medio de una revolución tecnológica que está transformando todos los ámbitos de la industria, la salud, los servicios, el consumo, la educación, la energía, el entretenimiento, y más. En todas partes surgen nuevas tecnologías que tienen el potencial de cambiar por completo nuestra situación actual.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrLos robots ya son una realidad. Amazon, por ejemplo, emplea cerca de 50,000 robots que trabajan las 24 horas del día en sus almacenes y utiliza drones para entregar mercancías. Domino's Pizza entrega pizzas a domicilio con la ayuda de robots, y el robot Pepper, capaz de entender las emociones humanas, se encuentra en 12,000 ubicaciones, sirviendo helados en Japón, dando la bienvenida en Pizza Hut Singapur o bailando con los clientes en una tienda de electrónica en Palo Alto.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrNo sólo los robots están transformando diversos sectores económicos, sino que también estamos experimentando cambios similares en inteligencia artificial, internet de las cosas, impresión 3D, nanotecnología, todo impulsado por la ultra velocidad del 5G.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrPodría mencionar muchas otras revoluciones tecnológicas, como la personalización en la agricultura a través de la manipulación genética, la carne cultivada en laboratorio, la realidad aumentada, el grafeno, los drones, los autos eléctricos, y mucho más.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrEl punto crucial aquí es cómo estos avances tecnológicos afectarán los empleos. Según el análisis de Oxford Economics, en los próximos 10 años, podrían desaparecer alrededor de 20 millones de puestos de trabajo en la manufactura en todo el mundo. Muchos tipos de trabajos simplemente desaparecerán, mientras que otros se reducirán al mínimo.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrAnte el inminente huracán tecnológico, es imposible predecir su curso exacto o cómo nos afectará a cada uno de nosotros. Entonces, ¿tiene sentido hacer planes a 5 o 10 años en un período de tanta incertidumbre? Quizás lo mejor que podemos hacer es prepararnos para lo impredecible:2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrDesarrollar nuestra capacidad de adaptación.
Mantenernos actualizados.
Estar alertas a las nuevas tecnologías.
Aprender nuevas habilidades.
Mantener la mente abierta para identificar oportunidades.
Practicar la resiliencia.
Aprender a manejar el alto nivel de estrés que genera la incertidumbre.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrEl avance tecnológico no es inherentemente negativo. Si bien muchos trabajos están desapareciendo rápidamente, también se están abriendo nuevas oportunidades. Pueden desaparecer empleos tradicionales y surgir oportunidades para artistas, menos necesidad de conductores pero más demanda de masajistas, menos costureras pero más diseñadores, menos operarios pero más líderes y emprendedores.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrDe hecho, muchas personas pueden beneficiarse de esta transformación, especialmente aquellos que pueden detectar oportunidades y adaptarse rápidamente. La curiosidad, la actualización constante y la capacidad de adaptación serán factores determinantes para el éxito futuro.2LXfzNr Omnia.com.mx
2LXfzNrÉrika Rosas2LXfzNr Omnia.com.mx
Tips al momento
Desaparecer los OPLES para que el INE le cobre a los Estados
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
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