lMzuCj5Investigación y texto de José Luis Muñoz Pérez lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El día 8 de enero, pero de hace 201 años, en 1824 nació en San Luis Potosí un niño al que pusieron por nombre Francisco de Paula Luciano José Antonio Agustín del Carmen de San Rafael, hijo de Don José María González Yáñez y de Doña María Francisca Bocanegra y Villalpando, afamado entre los mexicanos de su generación y las posteriores como Francisco González Bocanegra, por ser autor de los versos más conocidos y memorizados por nuestro pueblo, letra del Himno Nacional.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 “Mucho se sabe de la formación del Himno Nacional; poco se sabe, en cambio, del autor de la letra” . Así escribió, justamente, en el remoto 1901, Manuel G. Revilla (1863-1924), el primer historiador mexicano de nuestras artes y el primero en ofrecernos una visión biográfica y crítica de Francisco González Bocanegra”. lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5También es así, con el párrafo anterior, como inicia el Prologo a la Segunda Edición del libro Francisco González Bocanegra: Vida y Obra de don Joaquín Antonio Peñalosa ( Editorial Universitaria Potosina, 1998), para mi gusto el mejor y más completo estudio del joven poeta, que incluye la primera recopilación de su obra, inicialmente publicado por la UNAM en 1954, en ocasión del centenario del Himno Nacional, y con el que Don Joaquín obtuvo la Maestría en Letras Españolas. De este libro tomo la mayoría de los datos personales que transcribo en esta nota y muchas referencias de primera importancia. En el mismo prólogo monseñor Peñalosa, sacerdote católico, consigna las biografías del poeta que considera de mayor seriedad: las de Jesús Galindo Villa, Bernardino Beltrán y Jesús Zavala; y también anota como imprescindibles un discurso y dos cartas del yerno de González Bocanegra, Juan Ignacio Serralde, obras todas ellas sin duda recomendables para quienes se interesen en profundizar sobre su vida y legado.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Refiere el padre Peñalosa entre las motivaciones que lo llevaron a estudiar a González Bocanegra – “claro varón potosino en cuyo Himno inculcó a los mexicanos la urgencia de la justicia como fruto de la paz” - “una razón de corazón”: su “abuela materna, doña María de Jesús Bocanegra de Santillán era prima de la madre del poeta, oriundas una y otra del Real de Los Pinos, rico mineral de oro y plata que perteneció en el período virreinal a la Intendencia de San Luis Potosí y fue cedido a Zacatecas en 1857”. lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Difiero un poco de la afirmación de Revilla que retoma don Joaquín, a quien tuve el gran gusto de conocer y tratar, en lo referente a que mucho se sabe de la formación del Himno. Quizá ellos por ser hombres indiscutiblemente doctos se referían a las personas informadas, pero en mi diferendo me enfoco al común de los mexicanos de la actualidad, que poco o casi nada sabemos al respecto, por lo que considero válido mencionar en esta brevísima efeméride datos comúnmente mencionados.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Como noticioso avance, anticipo que uno de los detalles menos conocidos del origen del Himno Nacional es que fue dedicado por su autor nada más ni nada menos que al General Antonio López de Santa Anna, que de todos es sabido se le etiqueta como uno de los villanos más remarcados de nuestra historia.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Probablemente lo que más “se sabe” de la formación del Himno sea una simpática anécdota cuya autenticidad no ha sido del todo confirmada, de esas que mucho gustan a las multitudes, la de que el joven Francisco fue llevado con algún pretexto a una habitación de su propia casa por su novia, prima (en tercer grado) y futura esposa Guadalupe González del Pino y Villalpando, donde lo encerró bajo llave, advirtiéndole que no lo dejaría salir hasta que terminara de escribir algo digno para participar en el concurso convocado por el gobierno de Santa Anna, para elegir un Himno Nacional, aprovechando el 25 aniversario de la batalla de Tampico, último enfrentamiento contra la Corona Española por el territorio mexicano, de la que había salido victorioso y a la fama nacional el propio Santa Anna.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Corría el año de 1853.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En 1846, 7 años antes, Texas se unió a los Estados Unidos y en 1848 se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo con el que México perdió los actuales estados de California, Arizona, Nevada, Utah, así como parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming .lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5De prisa los días, la fecha límite para participar en el concurso sobre el Himno se acercaba mientras Francisco seguía indeciso, sin aplicarse.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Dice la anécdota que, bajo la presión del encierro, cuatro horas después, a las 6 de la tarde, Francisco estaba entregando varias hojas manuscritas por debajo de la puerta a su amada y carcelera Lupita, con los versos que resultarían, entre las 24 composiciones participantes, “los de mayor mérito literario” según el jurado decisor, que presidió el escritor y diplomático don José Bernardo Cuoto y estuvo también integrado por el poeta y médico don Manuel Carpio y por el periodista y político don José Joaquín Pesado. Otros participantes fueron José María Monroy, José María Esteva, Francisco Granados Maldonado, Francisco Villalobos, Andrés Davis Bradburn y Félix Romero.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En su versión original, el Himno contaba con 84 versos decasílabos, un coro introductorio en cuarteta y diez estrofas en octavas italianas.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Fueron escritos en la casa marcada con el número 6 de la calle Santa Clara, en la Ciudad de México.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Dato que más que nada curioso sino sorprendente y repulsivo es que no hubo en su oportunidad ningún premio al ganador, aunque estaba prometido en la convocatoria, debido a las penurias, a la indolencia burocrática y a la falta de seriedad y estabilidad del gobierno del momento y de sus sucesores.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Recordemos que entre 1821, año de la Independencia y 1857 el país tuvo 30 mandatarios, incluyendo un emperador, 3 triunviratos y algunos presidentes con varios mandatos, como fueron :lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj511 de Santa AnnalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj55 de Valentín Gómez FaríaslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj53 de Anastasio BustamantelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj53 de Nicolás BravolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj53 de Joaquín HerreralMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj52 de Valentín CanalizolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj52 de Joaquín HerreralMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj52 de Manuel de la Peña y PeñalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj52 de Pedro María AnayalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj52 de Ignacio ComonfortlMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Uno de los más efímeros de aquellos presidentes fue un tío de Francisco, hermano de su madre, Don José María Bocanegra, quien suplió en un breve interinato de sólo 5 dias, del 18 al 23 de diciembre de 1829 a Vicente Guerrero, mientras fue a combatir un alzamiento.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Fue hasta el 13 de octubre de 1942, 88 años después del concurso, cuando el Secretario de Educación Pública Octavio Vejar Vázquez acordó hacer un pago simbólico a los descendientes, tanto de González Bocanegra como del autor de la música Jaime Nunó, y otorgar la nacionalidad mexicana a los hijos de este, don James y doña Cristina. Según El Universal del 14 de octubre de 1942, a Cristina Mercedes y James Nuno se les entregaron 2 mil 388 pesos y 2 mil pesos a la señora Mercedes Serralde González Bocanegra, nieta de Francisco. Los 388 pesos de diferencia otorgados a los descendientes de Nunó corresponden a un conjunto de litografías con letra y partitura del himno que don Jaime realizó por su cuenta y que vendió al gobierno para que fueran entregadas a las bandas de guerra de la República y que tampoco le fueron liquidadas en su oportunidad. Dichos montos habían sido ordenados por el Congreso desde 1901, pero no fueron actualizados al momento de su liquidación, a pesar de que los pesos ya valían mucho menos.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Ciertamente Lupita sabía de las dotes de poeta de su novio, pues no sólo fue ella musa y destinataria de varios poemas que contribuyeron a enamorarla, sino además por ser Francisco asiduo y entusiasta concurrente a la Academia de Letrán y al Liceo Hidalgo, dos de las más connotadas agrupaciones de literatos del México del siglo XIX, por lo que independientemente de la veracidad de “la famosa anécdota”, no se duda que influyó y presionó al autor a apremiarse a escribir, porque también es posible que ya había expresado su intención de participar y no se decidiera a sentarse y plasmar su inspiración en el papel, o quizá, según otra versión, sostenida por algún familiar, es que no sentía que un Himno fuera “su línea” poética, pues él mismo se consideraba un poeta romántico, de emociones íntimas y versos de amor o acaso, como sostiene Revilla, se sentía un tanto cohibido para medir sus armas con los caballeros del ideal que contendían en aquel brillante duelo” .lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Pero Lupita estaba segura de que podía hacerlo. Sea como fuere, ella fue factor determinante y, además, la primera persona en leer el Himno Nacional Mexicano.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Rafael Diaz de León, quien escribió Los Autores del Himno, afirma que “Si la patria debe a González Bocanegra las viriles estrofas de nuestro Canto Nacional, González Bocanegra debe a Elisa (Lupita) la gloria que, al escribirlas, alcanzara”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Cuatro meses después de conocerse el resultado, el 8 de junio de 1864 contrajeron matrimonio. Fueron padrinos el tío José María Bocanegra, entonces Ministro de la Suprema Corte de Justicia y la tía Doña Luisa Bocanegra de Tagle.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Pero en un momento previo la relación estuvo cerca del naufragio.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En cierta ocasión, cuando el noviazgo iba viento en popa, en 1851 “un desdeñado rival” hizo llegar a oídos de Lupita una serie de calumnias sobre Francisco que ella ingenuamente creyó y por las que decidió cancelar su relación, sin darle explicación ninguna.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El poeta, dice don Joaquín, “alternó entre la perplejidad y la pena”, sentimientos que lo llevaron a escribir “esta terrible crisis espiritual que lo tenía deshecho y dolorido”:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Sólo, abandonado y tristelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 voy cruzando por el mundolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 siempre abrigando un profundolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 recuerdo que da dolorlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Ante mi siempre llevandolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5la imagen de Elisa BellalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5siempre llorando por ellalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5siempre anhelando su amorlMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Pero consigna Revilla que aquel rival malintencionado, ya en artículo de muerte y a sugerencias de su confesor llamó a González Bocanegra para descubrirle sus maquinaciones. Bocanegra le perdonó, a condición de que lo escribiera y firmara, como en efecto lo hizo. Así pudo el poeta reanudar las relaciones con su novia y sepultar aquella tristeza.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Fue seguramente el suyo un feliz matrimonio, con un Francisco siempre enamorado. Un pequeño botón de muestra es este poema:lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 En mi túmulo no quierolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 mármol ni oro, nada, nadalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 ni la corona preciadalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 de la gloria o del valorlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 no quiero por epitafiolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 grabado un elogio vanolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 sólo quiero que tu manolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 ponga en mi tumba una florlMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5Sin embargo, muy enamorado y todo, no parece haber sido siempre dispuesto y tolerante. Por lo menos de eso brinda un asomo el hecho, de que siendo Lupita una pianista asidua desde la infancia, tuvo que abandonar su instrumento después del matrimonio.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Se cuenta que cierta vez que ella tocaba el piano mientras su marido regresaba del trabajo , él molesto, tomó la llave del piano y lo cerró, y “cerrado quedó sin que haya noticias de su reapertura”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Ninguna de sus 4 hijas aprendió música, siendo materia tan tradicional entre las señoritas de la época. Y cuando quedó viuda y para la manutención de su familia Lupita abrió una escuela, en ella jamás se enseñó música.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 No encontré más datos que me facilitaran entender esa extraña fobia de Francisco.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Se sabe también que el niño Francisco fue bautizado el día siguiente de su nacimiento en la entonces parroquia que es hoy la catedral potosina, por el Dr. D José Antonio de la Lama, abogado de la Audiencia Nacional de México, junto con “el Sr. B. D. cura juez eclesiástico de la ciudad y su correspondiente partido”, lo cual nos habla fehacientemente de la buena relación que tenía su padre don José María González Yáñez, - oriundo de Cádiz que se decía “natural de los reinos de Castilla” y había sido militar del ejército realista- con las autoridades civiles y eclesiásticas de la comunidad, tanto por la prontitud con la que concurren como por la titularidad de los oficiantes.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Ambos funcionarios serían desterrados del país en 1827 por consecuencia de la Ley de Expulsión de los Españoles promulgada por el Presidente Guadalupe Victoria.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Dicha ley y otra similar promulgada en 1829 excluían de la expulsión a los españoles casados con mexicanas y a los que tuvieran hijos nacidos en México, con la única obligación de prestar juramento de sostener la Independencia de la Nación Mexicana, su forma de gobierno y su Constitución. Don José María pudo perfectamente acogerse a la excepción y, además, pudo apoyarse en la influencia política de su cuñado José María Bocanegra, quien aun no había sido presidente pero ya había sido diputado al Primer Congreso General Constituyente y al Segundo Constitucional de 1827 y 28; ministro del Supremo Tribunal de Justicia y ministro de Relaciones con Guadalupe Victoria, y lo era entonces con Vicente Guerrero, como lo sería también con Valentín Gómez Farias. Solícitamente, Bocanegra le envió a su cuñado un documento personalizado oficializando por escrito la gracia de excepción que lo amparaba.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Pero según testimonio del yerno Serralde Don José María González Yáñez “amparado en su orgullo español y militar” no quiso someterse al juramento impuesto por la ley ni aceptó la gracia concedida.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Consecuentemente, la familia, con Francisco de 5 años y el más pequeño Luis, su único hermano que sufría algún trastorno mental, salió al destierro voluntario en 1829. Ocho años permanecieron en Cádiz, donde Francisco inició sus estudios. Pero nostálgica - aunque calladamente Doña María Francisca - de México y particularmente de San Luis Potosí, regresó la familia en 1836, por voluntad determinada de Don José María, partiendo de la península apenas 24 días después de que las cortes autorizaron al gobierno el 4 de diciembre a “concluir tratados de paz y amistad con los nuevos estados de la América Española”, reconociendo tácitamente la Independencia de México. Obviamente para esa fecha, cuando Francisco ya contaba 13 años de edad, la decisión de regresar a México ya estaba tomada, prueba de lo cual es el escaso tiempo que demoraron en zarpar después de reconocida la Independencia.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5A su regreso, Don José María se dedicó al comercio, igual que antes, en lo que fue ayudado por su hijo hasta 1845 cuando partió a la ciudad de México para ejercer por algún tiempo el mismo oficio, en lo que coinciden Revilla, Pimentel, Dávalos y Zavala. Luis ya había fallecido. lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Monseñor Peñalosa cuenta que Francisco “sintió siempre una especial devoción hacia el terruño Español que aprecio como de su padre y propio”, por lo que le parece que no es de extrañar que alguna vez escribiera sobre sus dos patrias:lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5Vióme nacer el suelo mexicanolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5La brisa me arrulló de sus pensileslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Y el apacible cielo gaditanolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Miró correr mis años infantileslMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 El también biógrafo Manuel Muro dice que desde adolescente hacia versos en la escuela de Don Manuel Hernández Soto y en el Colegio Guadalupano Josefino, el famoso “Guadalupano Josefino Sanluisense”, origen del Seminario Conciliar donde el padre Peñalosa nos recuerda que estudiaron egregios potosinos como el poeta Manuel José Othon, el humanista Ambrosio Ramírez, el historiador Primo Feliciano Velázquez, de donde se infiere que fueron las escuelas potosinas donde estudio Francisco.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Irse a vivir a la Ciudad de México fue una de las decisiones más trascendentes que Francisco tomó en su vida, si no la que más. Ahí se encontró con su destino: El amor de su vida, quizá el único, por lo menos del que se tenga noticia; el campo fértil para su vocación, las letras, preponderantemente la poesía; los amigos-colegas que conformaron su círculo de estudio, y la fama. Pero también la muerte, trágica y temprana.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En México se acercó a los círculos de la Academia de Letrán, ya en época de declive o en sus estertores de fugaz resurgimiento, pero fue flamante y entusiasta fundador del Liceo Hidalgo en 1849 y miembro de la primera directiva, como vocal. El año siguiente, 1850, fue electo Presidente. Se había ganado ya el respeto y el reconocimiento de escritores e intelectuales capitalinos, además de por su talento, por sus educados y siempre correctos y respetuosos trato y modales. Era siempre caballeroso y cortés.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Quizá fue esta la razón por la que sería comisionado para atender y mostrar la ciudad al ya célebre José Zorrilla y Moral, autor del drama romántico Don Juan Tenorio que ya había escrito cuando vino a México el 14 de enero de 1855. Fue el licenciado don José Ramón Pacheco, esposo en segundas nupcias de la madre de Lupita, doña Mariana Villalpando, y que fuera Ministro Plenipotenciario de México en Paris ante el emperador Napoleón III, quien escribió a González Bocanegra para encargarle que presentara a Zorrilla en la sociedad mexicana. Unos días más tarde, el 21 de enero, con su grupo de bohemios le organizó un banquete en el Tivoli de San Cosme, al que asistieron entre otros Vicente y Sebastian Segura, Luis G. Ortiz, Marcos Arroniz, José Tomás de Cuellar, Francisco Zarco, José María Roa Barcena, Casimiro del Collado, Anselmo de la Portilla, José Miguel de Losada, Felix María Escalante, Emilio Rey… Se hicieron amigos.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En esos círculos gozaba Francisco de participar en reuniones donde su trabajo era sometido a la crítica de sus compañeros, que aceptaba y apreciaba sinceramente.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5José Tomas de Cuellar en su estudio sobre La Literatura Nacional recuerda entre sus “compañeros del Liceo Hidalgo a Francisco Granados Maldonado, a José Sebastián y Vicente Segura, a Fernando y Manuel Orozco y Berra, a Luis Gonzáles Ortiz, a Francisco González Bocanegra, a Marcos Arroniz, a Florencio M. del Castillo, y a Francisco Zarco”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Sin embargo, fue González Bocanegra siempre muy reservado en la publicación. Consideraba que su trabajo era algo íntimo, que sólo pertenecía a sí mismo y a su esposa, fuente de su inspiración y con quien tuvo 4 hijas. Seguramente por esa modesta actitud por la que nunca buscó lucimiento, algunos críticos modernos lo consideran un poeta menor.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5De su poemario Vida del Corazón, el intitulado “A Elisa” es el más antiguo y esta fechado en septiembre de 1846.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Elisa es el nombre con que en muchos de sus poemas se refirió a quien sería su esposa Guadalupe, de lo que ella estuvo siempre plenamente informada.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5La primera vez que su trabajo aparece en letras de molde, por cierto en tinta dorada, es en una hojita suelta de la que el padre Peñalosa obtuvo copia fotostática, fechada el 12 de diciembre de 1849. Es un soneto dedicado “A la señorita Doña Guadalupe González de Pino en su Cumple Años”. Don Joaquín Antonio supone que para entonces ya estaban comprometidos.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Ya viuda, Guadalupe González del Pino, en sintonía con ese criterio se opuso a la publicación de una colección de 46 poemas que el autor había reunido en Vida del Corazón; motivo por el que, hasta 1954, sólo habían sido publicados 22, a los que se suman otros 15, no comprendidos en la obra citada. La totalidad de sus trabajos sobrevivientes fueron copilados por monseñor Peñalosa, en gran parte gracias a que se los confiaron sus descendientes, a quienes agradece cumplidamente en su libro.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Fue mucho más conocido por la élite intelectual de la época como declamador y orador, aunque sus apariciones tampoco fueron muy numerosas. Sus discursos eran ampliamente celebrados.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En la semblanza que le dedica la Secretaría de Cultura del gobierno federal dice que su debut lo realizó en el Liceo Hidalgo en 1850, donde pronunció su Discurso sobre la poesía nacional. Efectivamente, para conmemorar el primer aniversario de su fundación, El Liceo celebró una velada literaria el 15 de septiembre de 1850 en el Colegio de Minería. Tres discursos y tres poemas integraron la jornada -recogidos en folleto, impreso ese mismo año- : discurso de Francisco Granados Maldonado, a la sazón Presidente del Liceo “ al abrirse la sesión”; discurso de Florencio M. del Castillo sobre Hidalgo – titular del Liceo y Padre de la Independencia ( ojo, en ese ambiente nunca se le llamó Padre de la Patria - en el día conmemorativo de la gran jornada- ; y “el discurso del socio titular González Bocanegra”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Este discurso aunque se intitula de la Poesía Nacional, incluye un apartado referente a la literatura española, en el que -precisa monseñor Peñalosa- celebra a Alfonso el Sabio, al arcipreste de Hita Juan de Mena y a Garcilazo de la Vega. De la mexicana a Juan Ruiz de Alarcón –“poeta insigne que con justicia puede considerarse como el Tirso de Molina de Mejico (así, con j) “- a Sor Juana Inés de la Cruz, a Navarrete y Ochoa, a Sánches de Tagle a quien manifiesta “ el elogio de un joven que lo admira y lo respeta”; a Quintana Roo – “patriota y literato”- a Rodríguez Galván – “aurora de la literatura mexicana”- a Calderón- “imaginación ardiente y creadora”- .lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Gorostiza le merece laudanza y poema especial:lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Palpita el corazón, arde en la mentelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 de sacrosanta inspiración la llamalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 dulcísimo entusiasmo al pecho inflamalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 y de la lira el melodioso acentolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 alegre puebla la región del vientolMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5Los poemas de la velada del primer aniversario del Liceo, fueron de Marcos Arroniz, José Tomás de Cuellar y Emilio Rey. La velada concluyó con la “alocución” breves palabras de felicitación del Excmo. Sr. General de División Joaquín de Herrera, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos dirigidas a los socios “al levantarse la sesión”…” Me es muy grato contemplar esta reunión de jóvenes mexicanos dedicados exclusivamente al cultivo de la bella literatura ; y si hasta hoy el Liceo de Hidalgo no ha contado con auxilio alguno, el Gobierno, que por honra de la nación desea el adelanto de esta clase de establecimientos, ofrece a este toda su protección”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Dice monseñor Peñalosa : “No sabemos si en efecto el Liceo gozó de la promesa aunque lo dudamos”lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Poco después González Bocanegra asumiría la Presidencia y sus sucesores serían Marcos Arroniz y Francisco Zarco, en ese orden.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En la composición Poética que leyó en la Alameda en el Aniversario de las Víctimas de la Patria el 28 de septiembre de 1850 evoca a los héroes mexicanos – Hidalgo, Morelos, Allende, Abasolo- e incluye a Iturbide, pese a las adversidades aun frescas que su memoria generaba. Pero no sólo eso, también dedica el poema a D José Ramón Pacheco, “autor de la historia de la traslación a Mejico de las cenizas de D Agustín de Iturbide en testimonio de sincera amistad y cariño verdadero”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Sus respetos por Iturbide nunca estuvieron ocultos.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Años más tarde fue designado para pronunciar, en el Teatro Nacional, el discurso en honor a los héroes de la Independencia la noche del 15 de septiembre de 1854, misma en que se interpretó por primera vez el Himno Nacional, con la música compuesta por Jaime Nunó, quien dirigió la orquesta. Quien no asistió a pesar de que estaba anunciada su presencia fue el Presidente López de Santa Anna, por “hallarse indispuesto” y la asistencia oficial fue muy reducida, aunque el teatro estaba repleto y lucía bellamente adornado, pero el Himno debió entonarse de nuevo al día siguiente, en el mismo teatro, ya en presencia de Su Alteza Serenísima y de escaso público. lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5El coro fue entonado por la Compañía Nacional de Opera y las estrofas cantadas por la soprano absoluta Claudina Fiorentini y por el tenor absoluto Lorenzo Salvi.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Antes de esta ocasión, el 17 de mayo del mismo año 1854 se cantaron los versos del Himno Nacional con música del maestro Juan Botessini, director de la Compañía de Opera Italiana René Masson”, que según críticas de la época no gustó al público y no fue considerada inauguración.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Un día después, en el Teatro Oriente se celebró una “memorable velada operística” en la que se cantó el Himno a Santa Anna, con letra de González Bocanegra y música de José Nicolao.lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5La Victoria sus alas despliegalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5De Santa Anna cubriendo la frentelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Siempre triunfa quien sabe, valientelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Por la patria y la ley combatirlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Del Anáhuac en bravo caudillolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Lleva en pos, por doquier, la victorialMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5¡Salve al héroe, de Méjico, gloria ¡lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5¡ Por la patria juremos morir ¡lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 En formal agradecimiento la Compañía Nacional emitió constancia escrita destinada a González Bocanegra en la que le “tributa las más expresivas gracias por haber accedido a las súplicas y haberse prestado con sus talentos” a la autoría.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Paradójicamente, este himno le fue dedicado a Santa Anna precisamente cuando llegaba a la capital, derrotado en Acapulco.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Revilla consigna que el Himno Nacional ya con música de Nunó fue aceptado aun por los liberales a pesar de enaltecer a Santa Anna y a Iturbide. La música de Nunó fue elegida entre 15 concursantes el 13 de agosto de 1854, por los jurados José Antonio Gómez, Agustín Balderas y Tomás León.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Nunó, oriundo de San Juan de las Abadesas, Gerona, España, en 1824, había venido a México invitado personalmente por Santa Anna quien lo conoció en La Habana, a donde fue enviado por el gobierno español para que organizara sus bandas militares. Admirado de su calidad como director musical, lo nombró Director General de las Bandas de Guerra mexicanas con grado de capitán de Infantería en 1853. Ese era su desempeño cuando Santa Anna convocó a otro concurso para ponerle música a la letra compuesta por González Bocanegra.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Por esta razón, el 3 de junio de 1980 San Luis Potosí y San Juan de las Abadesas fueron declaradas ciudades hermanas, según consigna El Sol de San Luis en notas publicadas los días 3 y 4.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Antes de entregar a concurso la letra del Himno Nacional Francisco hizo correcciones al original, que vio Revilla y es quien lo testifica, que finalmente quedó así:lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 De la estrofa IV los versos 1 y 2 decían originalmente :lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Del caudillo feliz de Zempoala lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Te defiende el acero terriblelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Y quedaron así:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Del guerrero inmortal de ZempoalalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Te defiende la espada terriblelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Y el verso 5 de la misma estrofa decía:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El será de tus hijos ¡Oh patria!lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Y quedó así :lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Él será del feliz mexicanolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En la estrofa VII el poeta sustituyó “estado enemigo” por “hueste enemiga”lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Pero como el personaje a que alude la estrofa es precisamente Antonio López de Santa Anna, debido a que en el siglo XIX se hacía referencia poéticamente al Estado de Veracruz como Zempoala, estado natal de Santa Anna, la estrofa fue eliminada y prohibida. Recordemos que Santa Anna en 1853 se autoproclamó dictador vitalicio con el título de Alteza Serenísima, pero fue derrocado en 1854 por la Revolución de Ayutla, encabezada por Florencio Villareal, Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El adjetivo “fiera” de la estrofa IX original fue sustituida por “ardiente”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Pero por mencionar a Iturbide, a quien realmente debemos la Independencia pero que como todos sabemos para entonces ya había sido primero desterrado y luego fusilado, la estrofa completa quedó también eliminada y prohibida.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 La estrofa que aludía a Iturbide fue eliminada por el propio Santa Anna y la que aludía a Santa Anna la eliminó Juan Álvarez en 1855, cuando fue Presidente de la República, del 4 de octubre al 11 de diciembre del mismo año. Renunció por razones de salud. En ese breve período Álvarez promulgó la primera de las leyes de Reforma (la llamada Ley Juárez) que suprimió los fueros militar y eclesiástico, y lanzó la convocatoria para instaurar el congreso que 13 meses después daría vida a la Constitución de 1857lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Francisco eliminó también una estrofa completa:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 De soldados la turba violentalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 no profane los patrios hogareslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 que no vengan con torpes cantareslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 De la virgen la paz a turbar.lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Que no humillen ante ellos vencidoslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 nuestros padres las frentes rugosaslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 muertas hallen las hijas y esposaslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 los que piensen su honor mancillarlMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Estas correcciones sobre la letra elegante, menudita y rápida del manuscrito, con rasgos finales que le dan fuerza y carácter, pueden observarse en la copia autógrafa que pasa por ser la primera del poema, publicada en El Imparcial en 1909. El manuscrito fue redactado en papel para carta de cuatro cuartillas.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5La primera edición del Himno, “limpia y decorosa” fue realizada en 1854 en la imprenta de don Vicente Segura Argüelles en la calle de Cadena número 10. Llevaba al frente una dedicatoria de González Bocanegra al general Santa Anna, promotor del certamen.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Ciertamente, este detalle de la dedicatoria a Santa Anna, que debió repugnar a los liberales triunfadores de la Guerra de Reforma, jamás se enseña en las escuelas ni se menciona en las historias sobre el Himno.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Actualmente, según la ley vigente, cantar esas estrofas prohibidas amerita una multa de más de un millón de pesos, o 10 mil UMAS.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 A partir del 20 de octubre 1943 (en plena Segunda Guerra Mundial a la que México se sumó con los aliados el 22 de mayo de 1942), por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho, el Himno Nacional Mexicano quedó reducido a solo cuatro estrofas y el estribillo.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Se eliminaron por considerarlas demasiado bélicas y sangrientas :lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5¡Guerra, Guerra sin tregua al que intentelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5de la patria manchar los blasones!lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5¡Guerra, guerra! Los patrios pendoneslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5en las olas de sangre empapad.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5¡Guerra, guerra! En el monte, en el vallelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5los cañones horrísonos truenenlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5y los ecos sonoros resuenenlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5Antes patria, que inermes tus hijoslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5bajo el yugo su cuello dobleguen,lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5tus campiñas con sangre se rieguen,lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5sobre sangre se estampe su pie.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Y tus templos, palacios y torreslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5se derrumben con hórrido estruendo,lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5y sus ruinas existan diciendo:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5de mil héroes la patria aquí fuelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En aquella misma ocasión de 1943, como ya había sucedido en otros momentos, se dio un debate en “petit comité” de ciertas esferas del gobierno que discutieron la intención de eliminar otros versos y quizá las estrofas completas en las que se menciona a Dios, al Cielo y al Arcangel Divino, por considerarlas impropias de un estado laico.lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5Ciña ¡oh Patria! tus sienes de olivalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5de la paz el arcángel divino,lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5que en el cielo tu eterno destinolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5por el dedo de Dios se escribió.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 (…)lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5piensa ¡oh Patria querida! que el cielolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5un soldado en cada hijo te diolMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Obviamente, se decidió que permanecieran, pues de lo contrario hubiese sido necesario convocar a la creación de un nuevo himno habida la intensa tijera aplicada.lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 El 24 de febrero de 1984, fue publicada la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales que señala que la versión oficial actual del Himno Nacional Mexicano, consta del coro y las estrofas I, V, VI y X de la versión original compuesta por González Bocanegra.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 En suma fueron eliminadas las estrofas originales II, III, IV, VII, VIII y IXlMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 No fue este de González Bocanegra el primero de los himnos que tuvo México.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 México Desconocido comenta que “en 1821 fue estrenado el primer Himno Nacional compuesto por José Torrescano, que no llamó la atención pues la letra refería la victoria de una batalla de Agustín de Iturbide, ya defenestado; del mismo modo ocurrió con una marcha compuesta –dedicada también a Iturbide ese mismo año- por José Maria Garmedia. En 1849, vino a México Henry Hertz, compositor vienés y propuso a la Academia de Letrán hacer el Himno; la Academia, convocó a un concurso el 4 se septiembre de ese año y Andrés Davis Bradburn recibió el premio por el poema que escribió. En noviembre fue estrenado pero tampoco fue del gusto de la gente”, o quizá más bien de los gobiernos en turno.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 “En febrero de 1850, en el Teatro Nacional, fue ejecutado un himno compuesto por Carlos Bochsa-Pere con letra del poeta cubano Juan Miguel Losada e interpretado por Ana Bishop. Hubo al menos otras cinco composiciones entre 1850 y 1853; entre ellas, una de Antonio Bar, otra, de dos italianos: Antonio Barilli e Inocencio Pelligrini”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Ninguno de ellos prosperó, quizá por no ser resultado de una convocatoria del gobierno y no recibir el apoyo oficial.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Por cierto, Andrés Davis Bradburn, sacerdote, abogado y poeta fue quien bautizó a Guadalupe, la segunda hija de Francisco y Lupita, esposa de Juan Ignacio Serralde y única con descendencia, a quien Francisco llamaba “compadre” y con quien sostuvo cercana amistad y mutuo interés por las letras.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Una de las estrofas del himno de Davis dice así:lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Truene , truene el cañón que el acerolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 en las olas de sangre se tiñalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Al combate volemos, que ciñalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 nuestras cienes laurel inmortal.lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 En lo personal, no me queda duda que alguna influencia tuvo en la composición de su compadre.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 A propósito de la paga que no recibió González Bocanegra por sus versos, el compadre Davis escribió:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Lo que son las cosas en nuestro país, mi compadre cuya composición fue elegida, nada obtuvo y los que fuimos desechados sí recibimos medallaslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 También debutó Francisco como dramaturgo. Escribió y montó una pieza teatral en rima y en cuatro actos, con el título de “Vasco Nuñez de Balboa” , la que se estrenó en el Teatro Iturbide en 1856. Al término de la función el público emocionado demandó que el autor subiera al escenario. Una de las más significativas críticas que le atrajo esta primera incursión en el arte escénico fue la de su amigo José Zorrilla quien opinó: “Su plan está bien combinado, pero conducido a su fin con demasiada lentitud, a causa de la versificación más lírica que dramática, que entorpece sus diálogos…”. Por su parte Florencio M. del Castillo publicó en El Monitor Republicano que la obra tuvo “un éxito brillante”, haciéndose eco de “los elogios que toda la prensa le ha tributado”. La representación se repitió en el Teatro Iturbide el 21 de septiembre de 1856 y en esta ocasión el autor fue “llamado 2 veces a escena y obtuvo una corona del público, digno premio a su talento que nos hace esperar nuevas y más acabadas obras de su pluma”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Fue la única que completó, y al morir dejó otra inconclusa.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Tuvo Francisco un gran amigo, Luis G. Ortiz, el único al que dedicó un poema:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Si tenemos los dos la misma suertelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 tumbas también encontraremos quietaslMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 donde a los dos nos reunirá la muertelMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 grabando en nuestra losa: Dos PoetaslMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 Carente de una fortuna personal suficiente y seguramente no muy próspero ni feliz como comerciante, Francisco trabajó en la Ciudad de México en el servicio público para mantener a su familia. Fue oficial archivero de la Administración General de Caminos y Peajes durante un gobierno de Antonio López de Santa Anna, Vocal de la Junta Inspectora de Teatros y Censor de Teatros, y Director del Diario Oficial del Supremo Gobierno en la administración de Miguel Miramón.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Al entrar el General Miramón a la capital de la República el 7 de enero de 1860, triunfador de la batalla de Colima, tras el Te Deum en la Villa de Guadalupe y el recorrido por las calles en carretela abierta, al final de un suntuoso desfile de vehículos, y al presenciar desde Palacio los fuegos de artificio, escuchó un himno en su honor cuya letra fue escrita por Bocanegra:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 De la Patria doliente lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Eres tu la esperanza más bellalMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 (…)lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5¡Gloria, gloria al invicto guerrerolMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 De la patria defensa y honor!lMzuCj5 Omnia.com.mx
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lMzuCj5 En 1860 se publicó en el Diario Oficial del Supremo Gobierno, que él mismo dirigía, el Himno a Miramón, quizá el último trabajo impreso de Francisco.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El México de entonces se dividía en opiniones y bandos. Las odiosas etiquetas seccionaban a los mexicanos en Liberales y Conservadores. Aunque la Academia de Letrán agrupaba generosamente a escritores de toda índole, no escapaban a la partición en Románticos y Clásicos. Los Románticos solían ser liberales y los clásicos conservadores, aunque como certeramente observa el padre Peñalosa había Clásicos Liberales y Románticos Conservadores. Pero efectivamente los hombres de letras no se sustrajeron a los asuntos sociales y políticos y Francisco estuvo siempre atento y cercano a los convulsos sucesos de su época.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Revilla asegura que “nunca se hizo notar de conservador neto o retrógrado, pues había pertenecido a partido liberal moderado”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Pero por su parte, Galindo y Villa testifica que “Bocanegra constantemente estuvo afiliado al partido conservador, lo que no dejó de ocasionarle amargos sinsabores”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Sus empleos en el gobierno y los himnos que dedicó a Miramón y a Santa Anna no dejan lugar a dudas, pero de ninguna manera puede decirse que haya sido un político de ideología o “de predicación”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Al finalizar la Guerra de Reforma – el gobierno de Miramón cayó con la derrota en la batalla de Calpulalpan el 22 de diciembre de 1860 y los liberales triunfadores entraron victoriosos a la ciudad de México el 25- temeroso de alguna persecución en su contra como se había desatado contra todo lo que tuviera el menor rasgo, Francisco buscó asilo en casa de su tío José María Bocanegra, en la calle de Tacuba 36 entre las actuales Motolinía e Isabel La Católica , muy cerca del actual Metro Allende, a pocos pasos de la suya en la que escribió el Himno Nacional Mexicano y donde vivían su esposa, su madre y sus hijas. Se refugió oculto en el sótano, de donde se dice que salía por las noches para visitar a su familia, disfrazado de indio, versión rechazada por alguno de sus descendientes.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Fue ahí donde se contagió de tifo, quizá por picadura de pulgas infectadas por ratas, enfermedad que le causó la muerte el 11 de abril de 1861, a los 37 años, 3 meses y 3 días de edad.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5El Monitor Republicano publicó una breve nota: Ha fallecido en esta capital el señor D. Francisco González Bocanegra después de una corta enfermedad (…) Era un joven de muy finos modales y de bastante instrucción que, por circunstancias que nunca comprendimos se filió de un partido al cual nunca debió pertenecer”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Ninguno de los periódicos, que fueron varios los que dieron noticia de su fallecimiento, lo identificó como autor del Himno Nacional, acaso por las circunstancias políticas del momento.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Fue inicialmente sepultado en “el patio chico” del Panteón de San Fernando.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Escribe monseñor Peñalosa:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Cuarenta años los huesos de Bocanegra permanecieron en la tumba más terrible: la del silencio; olvidados de gobierno, artistas y pueblo ( ...) la trompa guerrera de su himno siguió convocando al patriotismo, a la unión y a la libertad…salvo en la época de Juárez, que permaneció mudo, remitido al olvido o a la falta de uso. Pero desde los primeros días del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, reapareció en las ceremonias oficiales y en el gobierno de Porfirio Diaz se convirtió en infaltable.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Entre paréntesis, Miguel Lerdo de Tejada siendo Oficial Mayor del ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio fue el firmante de la convocatoria al concurso que ganó Francisco con su letra del Himno Nacional. Miguel también murió de tifo el 22 de marzo de 1861, 20 días antes que Francisco.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5“La escritora, señorita Emilia Beltrán y Puga inició en la prensa de la ciudad de México, principalmente en El Tiempo en 1901, la idea feliz de honrar la memoria del poeta, exhumar sus restos y trasladarlos a lugar más decoroso. En principio se acordó rendir un homenaje y depositar una corona confeccionada por sus nietas, Carmen, Guadalupe y Mercedes Serralde. Una comisión partió en carruajes desde el Ayuntamiento, encabezada por varios regidores. En ese homenaje estuvo presente Jaime Nunó. También se acordó exhumar sus restos del Panteón de San Fernando y trasladarlos al Panteón Municipal de Dolores donde el gobierno había adquirido una fosa de primera clase a perpetuidad.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5En el acto de exhumación realizado el 20 de noviembre ya no estuvo presente la señorita Beltrán, quien había muerto unos días antes.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5El 23 del mismo mes fueron trasladados los restos en un concurrido cortejo fúnebre en el que ya no estuvo tampoco Nunó, quien había partido a Búffalo, Nueva York, donde residía, pero envió una gran corona que se sumó a las muchas que lucieron la ceremonia, encabezada por el gobernador del Distrito don Ramon Corral y por el presidente del Ayuntamiento don Guillermo de Landa y Escandón. Hubo discursos y poesías y una memorable oración pronunciada por su yerno Juan Ignacio Serralde.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Sobre el mármol, una placa mostraba la leyenda: Restos del poeta don Francisco González Bocanegra, autor de la letra del Himno Nacional Mejicano. – Méjico.- Abril 11 de 1861.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5La segunda hija del poeta, Maria de la Luz, monja, hacía varios años que había enviado desde España una cruz de piedra para que fuera colocada sobre el sepulcro de su padre.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Treinta y un años después las autoridades del Distrito Federal acordaron remover los restos del “Cantor de la Patria” para una nueva traslación “al lugar culminante de aquel campo mortuorio”, la Rotonda de los Hombres Ilustres.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5La nueva inhumación se realizó el 27 de septiembre de 1932. La placa recibió un adendum, para quedar así:lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Restos del poeta don Francisco González Bocanegra, autor de la letra del Himno Nacional Mejicano. – Méjico.- Abril 11 de 1861.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Fueron trasladados del Panteón de San Fernando por el H. Ayuntamiento de la capital el 23 de noviembre de 1901.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5En 1942 nuevamente fueron exhumados los restos para el grandioso homenaje rendido a los autores del Himno, González Bocanegra y Nunó. Un avión especial condujo las cenizas de Nunó desde Búffalo al aeropuerto de la capital mexicana en una urna envuelta en la bandera nacional, de donde fueron llevados al Zócalo, lugar convenido para que al mismo tiempo llegaran los restos de Francisco “en doble y triunfal cortejo” al mediodía del 11 de octubre.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Al pasar frente al numero 36 de la calle de Tacuba, donde el poeta había muerto, el cortejo se detuvo durante un minuto en el que se guardó solemne silencio.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Al llegar ambas urnas a la Plaza de la Constitución cien mil voces cantaron el Himno Nacional, bajo la batuta del ilustre músico Julián Carrillo.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 Existe actualmente una placa en la casa situada en el número 48 de la calle de Tacuba, anteriormente Santa Clara 6, en la Ciudad de México, con la siguiente inscripción: “En esta casa vivió y murió el poeta Francisco González Bocanegra y donde escribió las estrofas del Himno Nacional, año de 1853”. Pero lo que afirma esta placa es falso, pues Francisco no murió en Santa Clara 6, sino en la calle de San José El Real número 6, actualmente Tacuba 36, como lo testifica la partida correspondiente, en el Libro de Entierros. Año 1861. Partida 200. Foja 193.Del Archivo del Sagrario Metropolitano de México.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El 16 de septiembre de 1919 a sugerencia del historiador potosino Julio Betancour se colocó una placa de mármol en el número 2 de la calle Mariscal con una inscripción que dice “en este lugar existió la casa en que nació el C. Francisco González Bocanegra Autor de la Letra del Himno Nacional”. Seis años después, también el 16 de septiembre de 1935, a instancias del licenciado Rafel Diaz de León se cambió el nombre de ese tramo de la calle Mariscal por el de Francisco González Bocanegra que actualmente lleva. Pero el licenciado Jesús Zavala afirma en su libro: “ Del hecho de que la familia González Bocanegra haya habitado la mencionada casa no se infiere que en ella nació el autor de la letra del Himno Nacional”, comentario que el padre Peñalosa califica de “prudente” y que nos deja sin la precisión del lugar exacto de su alumbramiento.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5 El 27 de junio de 2024, en ceremonia solemne el Senado de la República se develó en el Muro de Honor la leyenda “Francisco González Bocanegra, autor de la letra del Himno Nacional”, como “una manera de reconocer su contribución por la creación de uno de los símbolos más importantes de nuestra identidad nacional”.lMzuCj5 Omnia.com.mx
lMzuCj5Pese a ser como decíamos al inicio los versos más conocidos y memorizados por los mexicanos, varios cantantes famosos como Ana Bárbara, Vicente Fernández, Coque Muñiz, Jenny Rivera, Julio Preciado y otros se han equivocado al entonarlos en eventos públicos, recibiendo rechiflas, abucheos y severas críticas. Su error los ha marcado de por vida.lMzuCj5 Omnia.com.mx