xEmMIEkLa rabia que se vivió ayer en el 8M no fue por generación espontánea, es el resultado de la impunidad e indiferencia. El 8M es una lucha y una resistencia que se vive cada día, porque cuando el sistema falla, la protesta crece. Y aunque Maru Campos encierre la cruz de clavos, o un sector conservador y machista nos critique, nosotras les responderemos: ningún derecho se ha conseguido sin resistencia.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkPorque en algún momento muchas fuimos esa niña que temió, que cuestionó su voz y pensó que debía callar, ayer miles de cuerpos se encontraron en las plazas públicas. En la CDMX vi como el Paseo de la Reforma se atestó de carteles, de consignas, de puños en alto de niñas y mujeres, de corazones latiendo al mismo ritmo. Las marchas a lo largo del país son la energía de las que ya no pueden callar, de las que se niegan a vivir en la sombra, violencia o manipulación. Y con cada paso, en cada canto, la lucha resuena más allá de las avenidas que marchamos: se introduce en los hogares, se esparce por las redes sociales, se planta en la conciencia colectiva.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkCada 8M es una marca en el calendario que recuerda las historias de todas aquellas que se alzaron antes que nosotras, y de las que siguen luchando hoy. Es una fuerza que se enciende como una llama, y aparece en los centros históricos, parques y universidades.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkEl conservadurismo que reduce estas luchas a simples "quejas" o "estrategias de provocación" minimiza las experiencias de sufrimiento y resistencia. En lugar de criticar las marchas, estas personas deberían preguntarse por qué estas siguen siendo necesarias. ¿Por qué, en pleno siglo XXI, seguimos riñendo por derechos tan fundamentales como la seguridad? El 8 de marzo seguirá siendo necesario mientras las mujeres sigamos enfrentando peores condiciones en las tareas domésticas y de cuidado, en la educación, en el acceso a empleos, puestos de dirección y cargos públicos.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkEl 8 de marzo también es una promesa. Una promesa de no rendirse, de seguir levantando la voz, de soñar. Es el alarido de todas las que, generación tras generación, seguimos caminando juntas, armadas de coraje, esperanza y solidaridad.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkA aquellas que libramos la batalla desde las instituciones, que el 8M sirva para recordarnos a nunca bajar la guardia, que nuestras voces no se diluyan en las burocracias interminables y el machismo: que cada ley a favor de nosotras, cada política pública, cada espacio ganado, sean pasos seguros e irreversibles.xEmMIEk Omnia.com.mx
xEmMIEkPor mí, por mi mamá y mis hermanas, por ti, por las que no tienen voz, por las que ya no nos acompañan, por las que seguirán el camino, por nuestros derechos, por nuestras vidas, que se grite, que se incomode, que se raye, que se interpele.xEmMIEk Omnia.com.mx