tFyjCN1Luis Fernando Chacón, Diputado integrante del Grupo Parlamentario del PRI en el Congreso del Estado, acusó que el gobierno de Morena está creando una “sequía artificial” con la que estrangulan al campo chihuahuense. tFyjCN1 Omnia.com.mx
tFyjCN1Chacón refirió que la reciente eliminación del subsidio federal a la energía eléctrica de uso agrícola, incrementa los costos por este concepto hasta en un 95% para los productores del campo, volviendo insostenibles las actividades primarias que dependen del consumo de energía eléctrica. tFyjCN1 Omnia.com.mx
tFyjCN1Específicamente, Chacón indicó que aunque el campo atraviesa por una situación adversa debido a la sequía severa, existía la posibilidad de extraer agua profunda para sostener la actividad agrícola y la producción de alimentos, sin embargo, la decisión de Morena sobre la alimentación del subsidio a la energía eléctrica anula tal posibilidad.tFyjCN1 Omnia.com.mx
tFyjCN1En este sentido, el priista informó que el Grupo Parlamentario del tricolor, trabaja ya en diversos planteamientos de índole legislativa, política y legal para atender este tema y respaldar a los productores del estado para combatir esta decisión que pone en riesgo fatal producción de alimentos en Chihuahua. tFyjCN1 Omnia.com.mx
tFyjCN1Recientemente, Chacón y el diputado Arturo Medina, Coordinador de la Bancada del PRI, recibieron a productores de la región sur del estado con quienes establecieron compromisos para emprender una lucha decidida para proteger a las familias del campo, “recibos que se cobraban de 5 mil pesos, les está apareciendo de 50 mil”, expuso e indicó que tFyjCN1 Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.