k5UDostCIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Fórmula 1 seguirá rodando en el Autódromo Hermanos Rodríguez al menos tres años más, luego de que la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, adelantó que ya se tiene lista la renovación del contrato con la máxima categoría del automovilismo deportivo, misma que se oficializará en los siguientes días.k5UDost Omnia.com.mx
k5UDost“El 30 de abril estaremos firmando el convenio con la Fórmula 1, así que son buenas noticias”, comentó Brugada Molina en el marco de la conferencia de prensa en la que promovió la participación ciudadana a los comicios del poder judicial el 1 de junio.k5UDost Omnia.com.mx
k5UDostDesde 2015, la F1 vive su tercera etapa en territorio capitalino, convirtiéndose ya en el periodo más extenso respecto a sus dos antecedentes en el circuito de la Magdalena Mixhuca, iniciando como el Gran Premio de México hasta 2019 y cambiando de nombre a Gran Premio de la Ciudad de México a partir de 2021 (en 2020 a carrera se canceló debido a la pandemia de Covid-19). k5UDost Omnia.com.mx
k5UDostDespués de un contrato inicial de cinco temporadas para que el ‘Gran Circo’ regresara a México, en 2019 se llegó a un primer acuerdo de extensión hasta 2022, para ese mismo año darle continuidad a una segunda renovación con límite a 2025, por lo que este nuevo vínculo contractual vencerá en 2028.k5UDost Omnia.com.mx
k5UDostEl Gran Premio de la Ciudad de México de este año representará la primera edición de esta etapa sin la presencia de un piloto local en la parrilla, a la espera de que el jalisciense Sergio ‘Checo’ Pérez pueda regresar a la F1 como parte de algún equipo, con los rumores apuntando hacia que se integrará a la debutante Cadillac.k5UDost Omnia.com.mx
k5UDostCon información de proceso.com.mxk5UDost Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.