Yfo0jGYEl evento que fue encabezado por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum en la comunidad de Baborigame, municipio de Guadalupe y Calvo, parta llevar a cabo la firma de decretos de Reconocimiento de la Propiedad Comunal Tradicional, para comunidades indígenas.Yfo0jGY Omnia.com.mx
Yfo0jGYAnte esta incertidumbre se buscó vía telefónica a los funcionarios estatales que acudieron al evento, entre estos, José Luis Martínez, titular de Comunicación Social de Gobierno del Estado, sin embargo, no se tuvo respuesta. Yfo0jGY Omnia.com.mx
Yfo0jGYSin embargo, a dicho evento no logró llegar la gobernadora, María Eugenia Campos Galván; hecho que ha generado incertidumbre tanto en los presentes que no estuviera presente en un evento de gran relevancia. Yfo0jGY Omnia.com.mx
Yfo0jGYAsimismo, llamó la atención que al evento acudieron algunos secretarios estatales como Mauro Parada Muñoz de Desarrollo Rural; Gabriel Valdez de Desarrollo Urbano y Ecología, y Enrique Rascón, de Pueblos y Comunidades Indígena. Yfo0jGY Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.