
Empezar a construir tu historial financiero puede sonar complicado, especialmente cuando sos joven y no tenés experiencia previa con el crédito. Pero acceder a una tarjeta de crédito en línea se ha vuelto más fácil que nunca gracias a la digitalización de los servicios financieros.
El secreto está en saber qué buscar, cómo prepararte y elegir una opción que se adapte a tu etapa de vida.
Si tenés entre 18 y 25 años y estás pensando en tramitar tu primera tarjeta, este artículo es para vos. Te contamos qué opciones existen, cuáles son los requisitos más comunes y qué debés tener en cuenta antes de dar el paso.
Aunque muchos creen que las tarjetas de crédito son una fuente de deuda, lo cierto es que, si las usas con responsabilidad, pueden ser una excelente herramienta para aprender a manejar tu dinero, construir tu historial crediticio y tener respaldo en caso de imprevistos.
Entre los beneficios más importantes se encuentran:
Acceso a compras en línea o servicios digitales (streaming, suscripciones, viajes).
Creación de historial crediticio desde temprano, lo que será útil para futuros préstamos o alquileres.
Promociones o descuentos en marcas específicas o pagos a meses sin intereses.
Mayor control de gastos, especialmente si la tarjeta ofrece apps o reportes en tiempo real.
Hoy en día hay una variedad creciente de opciones enfocadas en usuarios jóvenes, estudiantes o personas sin historial crediticio. Muchas fintech han cambiado las reglas del juego, permitiendo acceder a productos financieros sin tantos requisitos como los bancos tradicionales.
Plataformas como Stori ofrecen una tarjeta de crédito en línea sin anualidad, pensada especialmente para quienes están comenzando. El proceso de solicitud se puede hacer completamente desde el celular, en minutos, y no se requiere tener historial previo para aplicar.
Aunque pueden variar de una institución a otra, estos son los requisitos básicos que la mayoría de los jóvenes deben cumplir para obtener su primera tarjeta:
Tener al menos 18 años de edad.
Contar con una identificación oficial vigente.
Proporcionar un comprobante de domicilio.
En algunos casos, demostrar ingresos (puede ser con recibos de nómina, becas o comprobantes de actividad freelance).
Lo importante es entender que no todas las tarjetas exigen ingresos altos ni historial crediticio previo. De hecho, muchas están pensadas justamente para ayudarte a empezar desde cero.
Estas son algunas recomendaciones clave al momento de comparar opciones:
Cuando estás empezando, lo último que querés es pagar cargos fijos innecesarios. Buscá tarjetas que no te cobren por el simple hecho de tenerlas.
Opta por tarjetas que se puedan solicitar en línea, sin trámites engorrosos ni papeleo innecesario. Esto agiliza el proceso y te da más control desde el principio.
Es ideal que la tarjeta venga con una app que te permita monitorear tus gastos, pagar desde tu celular y recibir alertas en tiempo real.
Verificá que la tarjeta sea aceptada en comercios físicos y en línea, tanto en México como en el extranjero, si pensás viajar o estudiar fuera.
Úsala para gastos planeados, no por impulso.
No gastes más de lo que podés pagar a fin de mes.
Pagá siempre el total, no solo el mínimo.
Activá alertas para evitar cargos por olvido.
No la prestes ni compartas tu información
Solicitar una tarjeta de crédito a una edad temprana no solo es posible, sino recomendable si querés tener una buena salud financiera a largo plazo. El secreto está en elegir bien y en usarla con inteligencia.
Opciones como la tarjeta de crédito en línea de Stori están pensadas para hacer ese primer paso más fácil, sin complicaciones ni cargos ocultos. Porque tener acceso al crédito no debería ser un privilegio, sino una herramienta de crecimiento.
Y vos, ¿ya estás listo para manejar tu primera tarjeta como un pro?