
La población mexicana, en su mayoría, se siente satisfecha con la vida en general. La calificación promedio fue de 8.6 puntos, lo que refleja que, aún con preocupaciones, los ciudadanos consideran que tienen una buena vida.
Al corte de junio del 2025, se observó que la población mexicana calificó con 8.6 su satisfacción con la vida, lo que refleja que, aunque hay algunos ámbitos que les preocupan, tienen mayor peso las emociones positivas.
Adicionalmente, el balance anímico general de la población se ubicó en un promedio de 5.4 en una escala de -10 a 10, lo que indica un predominio de emociones positivas sobre las negativas, de acuerdo con cifras del Módulo de Bienestar Autorreportado (BIARE) del Inegi.
Este módulo expone indicadores de bienestar correspondientes a junio de 2025, revelando datos significativos sobre la salud emocional, satisfacción con la vida y eudemonía de la población urbana en México.
Entre los aspectos de la vida que se evalúan en la percepción de la población, se observó que el peor calificado fue la seguridad ciudadana.
La satisfacción con la seguridad ciudadana fue notablemente más baja, alcanzando una calificación de apenas 6.2 puntos.
Esto sugiere que, a pesar de una percepción positiva sobre su vida, los ciudadanos sienten inquietud respecto a la violencia e inseguridad, un aspecto crítico que podría influir en la calidad de vida.
También, con las peores calificaciones se encontraron aspectos como la ciudad en el que se vive y el contexto del país, que obtuvieron notas de 7.7 y 7.5 puntos respectivamente.
La calidad del medio ambiente también es uno de los rubros que más preocupa a los mexicanos, con una nota de 7.2 puntos en la escala del 0 al 10.
En contraste, las relaciones interpersonales y la sensación de libertad para decidir y hacer, son los rubros mejor evaluados entre la población.
El ámbito de “libertad para decidir sobre su vida” obtuvo una calificación de 9.1 puntos, el rubro de satisfacción con la vivienda 8.9 puntos y el de las relaciones familiares una nota de 8.8 puntos.
También se observa que otros aspectos como el trabajo (remunerado o no), las perspectivas a futuro, los logros en la vida, la salud mental y física, el tiempo libre y la comunidad tienen calificaciones mayores a 8 puntos.
Pese a que los mexicanos se sienten, en su mayoría, satisfechos con su vida, todavía un 6.2% de la población reportó un balance anímico negativo, evidenciando que, a pesar de un promedio relativamente positivo, existe un segmento considerable que enfrenta desafíos emocionales.
La distribución de la población adulta muestra que el 59% tiene un balance positivo mayor a cinco, mientras que el 34.8% se sitúa en un rango intermedio.
El estudio también evaluó la eudemonía, que refleja el sentido de propósito y realización personal. Los resultados muestran que el enunciado con el mayor nivel de acuerdo fue “Soy una persona afortunada”, con un promedio de 9.4.
En contraste, “La religión es importante en mi vida” obtuvo el promedio más bajo, 7.7, lo que indica una variabilidad en la percepción de la espiritualidad entre los encuestados.
El análisis por género revela que los hombres reportan un balance anímico general de 5.7, mientras que las mujeres alcanzan 5.2.
En cuanto a la satisfacción con la vida, ambos géneros se sitúan en 8.6, pero hay diferencias en la percepción de la salud emocional y física.
Las mujeres reportaron un promedio de 2.8 en dolor físico, superior al 2.2 de los hombres, lo que podría reflejar diferencias en la forma en que experimentan y reportan su bienestar.
Los resultados del BIARE son fundamentales para el diseño y la evaluación de políticas públicas.
La información sobre el bienestar subjetivo, junto con las dimensiones de dolor físico, salud mental y bienestar económico, proporciona un panorama integral sobre cómo se siente la población, lo que le motiva y les preocupa.
En este sentido, se encamina la creación de programas que aborden las necesidades específicas de la población.
El Módulo de Bienestar Autorreportado (BIARE) 2025 ofrece una visión valiosa sobre el estado emocional y la satisfacción de la población urbana en México.
A pesar de un balance anímico general positivo y altos niveles de satisfacción con la vida, la preocupación por la seguridad y las diferencias significativas entre géneros y grupos de edad resaltan la necesidad de atención continua y políticas efectivas que promuevan el bienestar integral de los ciudadanos.
Con información de El Economista