
Un ciudadano mexicano, miembro violento y de alto rango del cártel de Los Zetas, fue sentenciado hoy a más de 31 años de prisión por conspirar para fabricar y distribuir grandes cantidades de cocaína y marihuana. También se le ordenó pagar $26.5 millones en decomisos.
“Eleazar Medina Rojas usó la violencia extrema para ascender en las filas de Los Zetas y, como jefe de plaza, se aseguró de que el cártel mantuviera el control sobre rutas clave del narcotráfico utilizadas para dirigir cocaína y marihuana a Estados Unidos, devastando nuestras comunidades”, declaró el Fiscal General Adjunto Interino Matthew R. Galeotti, de la División Penal del Departamento de Justicia. “La sentencia de hoy es un poderoso recordatorio de que el Departamento de Justicia perseguirá y llevará ante la justicia a los miembros violentos del cártel y los hará responsables de la muerte y la destrucción que han causado aquí en Estados Unidos y en el extranjero”.
“Durante cuatro años, Medina-Rojas ejerció un férreo control sobre las rutas por las que pudo contrabandear más de 3,000 toneladas de drogas hacia nuestra frontera sur de Texas”, declaró el agente especial a cargo Jonathan C. Pullen, de la División de Campo de Houston de la Administración para el Control de Drogas (DEA). “Medina-Rojas controlaba las rutas que conducían a Brownsville, Laredo y McAllen, eliminando a cualquiera que obstaculizara sus ganancias. El trabajo incansable de los agentes de la DEA en Houston desbarató sus rutas de narcotráfico, lo que finalmente condujo a su captura, debilitando así a la despiadada organización narcotraficante Los Zetas”.
Según documentos judiciales, Eleazar Medina Rojas, también conocido como El Chelelo, de 53 años y originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, fue miembro de Los Zetas, una organización narcotraficante compuesta principalmente por exmilitares mexicanos que comenzó como un brazo armado del Cártel del Golfo. Posteriormente, Los Zetas se aliaron con el Cártel del Golfo y operaron colectivamente bajo el nombre de "La Compañía". Medina Rojas era responsable de las acciones de seguridad y la protección de las rutas del narcotráfico, lo cual a menudo realizaba mediante violencia, amenazas y el uso de armas. Por ejemplo, Medina Rojas participó en actos de violencia contra grupos narcotraficantes rivales durante conflictos por el control de plazas de droga y rutas de tráfico. Medina Rojas ascendió en la jerarquía de La Compañía y ocupó importantes puestos de liderazgo, incluyendo la facilitación directa del tráfico de cocaína y marihuana hacia y dentro de Estados Unidos. Entre 2006 y 2007, se desempeñó como líder regional, conocido como "jefe de plaza", en Monterrey, México, liderando a docenas de miembros de La Compañía en actividades de narcotráfico y actos de violencia. Rojas fue personalmente responsable de la importación de más de 450 kilogramos de cocaína y 90.000 kilogramos de marihuana a Estados Unidos.