
La reconstrucción de Veracruz debe comenzar desde su motor productivo: los negocios familiares, las micro, pequeñas y medianas empresas.
Luego de que varias ciudades de Veracruz, Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí quedaran devastadas por las lluvias, el sector empresarial del país solicitó al gobierno federal y estatal que se implementen una serie de medidas urgentes de apoyo, así como condonaciones de impuestos para reabrir sus negocios, desde pequeñas tiendas hasta tiendas de autoservicios.
El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), Octavio de la Torre de Stéffano, dijo que “la prioridad fue salvaguardar a las personas y estabilizar los servicios; ahora pedimos instrumentos financieros y de liquidez que permitan reabrir cortinas, recuperar inventarios y conservar empleos en Poza Rica y las zonas afectadas”.
El paso de la tormenta tropical Priscila generó el desbordamiento de ríos, inundaciones y deslizamientos de tierras, provocó que miles de viviendas y negocios quedaran bajo el agua y las corrientes llevaran todo a su paso, como los autos y los productos perecederos contaminados.
La presidenta de la Cámara de Comercio en Poza Rica, Claudia Clara Reyna Ledesma, informó al presidente de la Concanaco: “la ciudad quedó devastada con los desbordamientos de los ríos… nuestra cámara perdió todo: computadoras, impresoras, escritorios. Todo… así como los comercios y viviendas y tristemente algunas vidas. Les solicito, si en sus posibilidades está, ayúdenos”.
La reconstrucción de Veracruz debe comenzar desde su motor productivo: los negocios familiares, las micro, pequeñas y medianas empresas, comentó Octavio de la Torre.
Para ello, las medidas que estarán impulsando los comerciantes establecidos de la Concanaco con el gobierno de Claudia Sheinbaun incluyen seis acciones urgentes: Condonación total o parcial de servicios públicos; suspensión temporal de impuestos y sanciones fiscales; prórrogas y facilidades de pago en créditos; apoyos extraordinarios como subsidios o bonos de recuperación.
Con información de El Economista