
La presidenta envió en su representación al secretario de Trabajo, Marath Bolaños, para el primer informe de la jefa de Gobierno
El primer informe de Clara Brugada como jefa de Gobierno estuvo enmarcado en un reconocimiento a los logros de su antecesora, la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, mientras la representación del ejecutivo federal corrió únicamente a cargo del secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños.
Fue notoria la ausencia de funcionarios de mayor jerarquía como el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, o la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, este domingo 12 de octubre en el Congreso de la Ciudad de México, donde Brugada ofreció su primer informe de rendición de cuentas al frente de la capital.
En su discurso, la ex alcaldesa de Iztapalapa reconoció la gestión de Sheinbaum como jefa de Gobierno, destacando la reducción de la pobreza, el refuerzo a la seguridad y el impulso a la electromovilidad y la educación superior durante su mandato.
También reconoció la labor del actual director del ISSTE, Martí Batres, en el periodo que fungió como jefe de Gobierno sustituto.
“Quiero decir desde este Congreso, decirle a la presidenta, que tenemos a la mejor aliada para gobernar esta Ciudad de México y que aquí no hay diferencia de gobiernos en cuanto a proyecto”, dijo Brugada para insistir en que no existen diferencias entre los gobiernos federal y local y en que ambos comparten un “solo proyecto de transformación”.
“Recibimos una ciudad en marcha y la esperanza viva, una ciudad que se desarrolló bajo el liderazgo y la visión de la doctora Claudia Sheinbaum, a quien le mandamos un fuerte aplauso desde este Congreso de la Ciudad de México”, afirmó.
Con información de Proceso

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.
