El Gobierno Municipal, a través de la Dirección de Obras Públicas, concluyó los trabajos de recarpeteo de varias calles de la colonia Santo Niño con una atención total de 14 mil 475 metros cuadrados y una inversión de más de 3 millones de pesos, se mejoró la carpeta de rodamiento con 2 centímetros de espesor de las calles.
*Se intervino en las calles:*
• Privada José María Mari (tramo calles 29 y 31).
• Privada Eligio Muñoz (tramo calle 33 y avenida Tecnológico).
• Calle 25 ½ (tramo calles Escudero y José María Mari).
• Privada Escudero (tramo calles 29 y 21).
• Calle José Eligio Muñoz (tramo avenida Tecnológico y calle 31).
• Calle 33 (tramo lateral Escudero y avenida Teófilo Borunda).
• Calle José Eligio Muñoz (tramo calle Manuel Gómez Morín y 31).
• Calle 29 (tramo calle José Eligio Muñoz y avenida Teófilo Borunda).
Con un total de 2 mil 821 votos, este proyecto fue uno de los ganadores en el Distrito 15 en la reciente edición del Presupuesto Participativo.
A través de estas acciones, el Gobierno Municipal encabezado por el alcalde Marco Bonilla refrenda su compromiso con la mejorara constante de calles y avenidas de la ciudad mediante la participación ciudadana.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.
