Por el bien de México, Acción Nacional debe sembrarse de nuevo como la oposición firme y fundamentada ante el régimen autoritario que representa la amenaza de MORENA. En México, por historia, los partidos hegemónicos han sido una enfermiza sarna que carcome lo más profundo de la vida pública mediante corrupción, distancia de la sociedad y mal manejo de la economía del país. Acción Nacional cuestiona, piensa e interroga; debemos ser el principal obstáculo para aquellos que buscan permanecer en el poder de manera autoritaria. Estamos obligados a imaginar distintas formas de reposicionamiento ante el gobierno y sobre todo, con la comunidad de México; por el bien de nuestro país, necesitamos ser de nuevo una opción. Por más que se ha dicho y parece broma, no deja de ser realidad; la verdadera oposición de MORENA se encuentra dentro de sus filas.
Creo que lejos de un tema de mercadotecnia (que es importante, por supuesto; el partido tiene que encontrar formas innovadoras de llegar a los nuevos votantes) hay que definir bien nuestro mensaje y nuestro posicionamiento ideológico, que se escuche fuerte que la derecha en México no va a permitir que el huachicol fiscal, el pésimo sistema de salud y el nepotismo acaben con nuestro sistema de gobierno. Y me refiero a la derecha pensante, de libre mercado y de familia; no ir a los extremos ideológicos. Nuevas ideas, sí, pero también los mismos valores y la misma doctrina que nos define; realmente considero que somos el partido mejor pensado de México, tenemos un compromiso histórico de comprender y dar a entender nuestro propio mensaje, recuperar identidad y definir que somos y que no somos.
¿Terminar con el PRIAN? Creo que nuestro partido tiene la labor de primero poner en orden su casa antes de pensar en retomar alianzas viejas. No es pleito, ni mucho menos confrontación; en todos los partidos hay gente mala y gente buena, el PRI tiene gente buena con la cual he coincidido y compartido momentos, pero seamos sinceros y autocríticos; ¿esta alianza les hace bien a ambos partidos? Yo considero que no. ¿MCPAN? Es muy pronto para definir una coalición, primero es definir cuales son nuestras propuestas y ser contundentes con lo que pensamos acerca de la escuela, de la salud, de la economía, del libre mercado, de la corrupción.
Cambiar de fondo y no de forma; tener una apertura real a la ciudadanía, pues dentro de años recientes ha sido muy popular escuchar que es muy complejo o difícil ingresar a las filas del partido, y realmente era así; el partido estaba un poco cerrado, cuando de origen, el partido era abierto a la ciudadanía, a los organismos, a la sociedad civil organizada, al cuerpo empresarial, a las corrientes de pensamiento y a las distintas religiones. Universidades, cámaras, calle y colonias; eso significaría una apertura real e intrínseca dentro de nuestra organización. Buscar un mecanismo de apertura real a las candidaturas, pues no es lógico y resulta contradictorio al partido que los candidatos sean los más cercanos al poder o los más padroneros, el partido es de la gente y para la gente, y no se trata de un hartazgo ciudadano hacia los partidos; es que los mismos partidos se han perdido.
Tanto en México como en EEUU, el partido en el poder se encuentra legitimado y con una posición muy contundente; a pesar de ser totalmente polos opuestos, son gobiernos que se encuentran con un gran poder en este momento y le pasan por encima a la oposición de una manera muy rápida y logran que las voces opositoras se queden sin eco y que no resuenen. También el partido Demócrata en Estados Unidos se encuentra trabajando sus líneas discursivas y encontrando sus puntos focales a trabajar, para poder representar un contrapeso real al gobierno de Donald Trump. A pesar de que no tienen un liderazgo muy definido o un actor político que encabece los esfuerzos con un arrastre de simpatías, funcionan como partido; es un ejemplo que debe tomar Acción Nacional, pues si aun no encontramos el liderazgo carismático que arrastre y nos lleve a la victoria, podemos encontrar la forma de funcionar mejor como partido y que exista más cohesión dentro de la vida interna de nuestra causa mayor.
Siempre recuerdo con orgullo el alma universitaria de Acción Nacional, pues los jóvenes que empiezan las revoluciones y los nuevos pensamientos se encuentran dentro de las aulas de estudio, en donde principalmente convergen las ideas y los posicionamientos. Recuerdo con mucho cariño cuando en el Parque Lerdo leía La Plaza y la Tribuna, de Carlos Castillo Peraza, donde una de sus frases definiría el rumbo que tiene que buscar Acción Nacional:
“Juntos, todos somos México”.