
Tras una serie de quejas sin ser resueltas por autoridades, respecto a las irregularidades en construcciones, problemas viales y de servicios esenciales como la luz y el agua, los representantes de comités vecinales de las seis etapas de San Felipe decidieron levantar la voz y enviar a este medio de comunicación una denuncia pública hacía el municipio de Chihuahua, en donde exigen el respeto a los vecinos y que se cumplan las promesas expuestas durante reuniones entre funcionarios y ciudadanos.
El texto expone lo siguiente:
Quizá Usted recuerde el viejo refrán que se usaba y todavía se usa entre los jóvenes “Más vale pedir perdón que pedir permiso”, pues esa frase se encarna entre constructores y arrendatarios que cual “descubridores de un continente” llegan a destruir casas familiares y de la noche a la mañana “Guau o Waw” -escríbalo como quiera, la fonética es similar- al abrir su puerta descubre que han construido un edificio de varios pisos frente o a un lado de su casa. O, para su sorpresa, han abierto una escuela, un asilo, una clínica, y que no puede salir de su propia cochera porque padres, clientes, usuarios o bien, empleados de esas nuevas y flamantes empresas, le bloquean la salida de su propia casa. Sabemos que hasta aquí la historia le suena, le parece conocida. Pero siga leyendo, por favor, pues muchas otras situaciones le parecerán una reminiscencia de algo vivido por Usted, como héroe anónimo, o por alguien que conoce.
Así pues, sigue la historia, se juntan vecinos que ya solos no pueden la lucha, ciertamente el Ayuntamiento de Chihuahua les da investidura como Comités de Vecinos, pero algunos no entienden la fuerza que constituye esta unidad; sin embargo, en el caso de los colonos de las distintas etapas de San Felipe, esto sí funciona … somos una fuerza y una voz, más nos hemos topado con el hecho de que sólo es escuchada cuando a los intereses de las distintas autoridades y de los de aquellos con otros económicos, esa fuerza y esta voz no lastime intereses políticos y económicos, dejando de lado -obviamente- los intereses sociales y el crecimiento poblacional desmedido, en pocas palabras, permitiendo que surja el fenómeno de la “gentrificación”, que, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia significa:
“Proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo.”
En San Felipe formamos una gran zona urbana, muy popular pero, efectivamente, la guerra económica se torna una realidad, y están forzando el desplazamiento de su población original para darle espacio a las constructoras, que al margen de la ley, empiezan construcciones o remodelan casas para dar paso, reiteramos, a escuelas, albergues, guarderías, asilos, tiendas, edificios de oficinas o multifamiliares que -con o sin conocimiento de las autoridades- burlan la ley, los reglamentos, las normativas pero, sobre todo, sin importarles las condiciones sociales, de infraestructura y de servicios públicos.
La zona de San Felipe ya es una zona de alta densidad poblacional -transitoria y/o temporal- y de prácticamente caos vehicular, padece -al igual que muchas otras colonias- insuficiencia de agua, sólo que, en este caso, ¿Qué pasa si sufriendo escasez de agua, se incrementa el número de habitantes? ¿Qué sucede si la red sanitaria es ya antigua y se incrementa la demografía de los habitantes? ¿Qué sucede si existen problemas con la luz, y serán más los demandantes de ella?
Sé que Usted, lector inteligente, siendo o no sabio, ya puso su lógica a trabajar y tiene las respuestas maravillosas: Caos, caos social por el que los habitantes de San Felipe no pagamos, no pedimos, pero recibimos. Espere, no deje de leer, aún no termina la historia …
¿Qué se puede hacer cuando los distintos Comités de San Felipe acuden ante la ley y se descubre que ninguna de esas construcciones, escuelas, asilos, tiendas, cuentan con los permisos de construcción, de usos de suelo, de estudios de agua y de la Comisión Federal de Electricidad, de impactos habitacional y vehicular, de afectación en la calidad de vida de los habitantes? Pues… claro, frenar, multar, desechar y obligar a retirar su construcción, su instalación, su negocio.
No obstante lo anterior, nada de eso sucede … todo por debajo de la mesa y a escondidas se arregla. La voz de los vecinos y sus intereses legítimos buscan ser acalladas, ocultadas y perversamente negadas.
Los Comités de San Felipe pusieron y siguen poniendo ante los ojos de las autoridades municipales y estatales, las irregularidades y los quebrantamientos de la ley. Reuniones van y vienen, distintas autoridades nos oyen, que no escuchan; hacen promesas y promesas de frenar instalaciones y/o escuela, pero nada, promesas vacías, promesas fallidas, promesas falaces; las voces de los habitantes de San Felipe no fueron escuchadas sino burladas, y aunque la Escuela -hoy llamada a secundaria, mañana será preparatoria, y si nos descuidamos Universidad- ubicada en Avenida San Felipe esquina con Rodríguez Gallardo,… no contaba hace meses con los permisos, ahora resulta que recién recibe sus flamantes permisos para operar. O sea, al buen entendedor buenas palabras “primero faltan a la ley, descubierta de su ilegalidad, piden perdón y … permiso -a destiempo- les es otorgado”, pese a las voces de los vecinos que indican que esa no es una ubicación adecuada para una escuela: no cuenta con el espacio conducente para actividades de sano esparcimiento, deportivas y culturales; no cuenta con suficiente estacionamiento, es una zona de tráfico vehicular denso y peligroso. Los vecinos de San Felipe no sólo cuidamos nuestro hábitat, sino que pensamos en el bienestar de los menores y adolescentes; no obstante con esto último quiso chantajear la responsable de la escuela, sabiendo que mentía, pues no contaba con los permisos ni de Educación de Estado, menos los otros. Más nada importó … No queremos pecar, pero pecaremos: Esto parece corrupción, uso de influencias, y/o … (cordialmente invitado a completar la frase).
San Felipe se ha convertido en un imán para escuelas privadas y de todo tipo de negocios, no sólo en calles primarias, sino secundarias. Hoy, cualquier persona puede hacer de su espacio lo que quiera, sin respeto alguno a la ley, menos a la convivencia vecinal. Pero ¿Qué pasaría si se les exigen los permisos de uso de suelo, y se les revisan las instalaciones para constatar que éstas ofrezcan seguridad para sus usuarios?
Igual sucede con la torre denominada Sofía, construida en las calles Ortiz de Campos, esquina con General Retana, no contaba con los permisos, pero se los otorgaron muchos meses después de que demandásemos su invasión, de hecho se los acaban de otorgar, pero pregunten a los vecinos cómo se sienten, qué dice el vecino que invirtió con esfuerzo en sus paneles solares y que ahora están bloqueados por la torre. Sí la torre que cuando empezamos a indagar iba a ser de dos pisos, no contaba con permisos y que ahora se convirtió en una de 5 o 6. Pese a las promesas que distintas autoridades nos hicieran de no permitir su construcción, de pronto, ¡Oh, milagro, ya cuenta con todos los permisos!, no obstante, no nos han mostrado los estudios de concordancia habitacional, las promesas de no permitir este tipo de construcciones y de instalaciones, todo fue y, al parecer, seguirá siendo burlado.
Otro ejemplo, está en una otrora casa habitación sita entre J. Matías de Anchondo y Diego de Vilchis, en donde una constructora intenta construir nada menos que 11 departamentos, sin espacio para estacionamientos y, quizá, sin los correspondientes permisos; otro ejemplo es la situación que se genera con respecto a La Escuela Esfer, cuyos docentes invaden estacionamientos de casas habitación. Y … crean que podríamos seguir con muchos, muchos, muchos más ejemplos. Dueños que no son dueños y construcciones que de la noche a la mañana se erigen, en silencio y en connivencia: ¿De quién? No lo sabemos.
Y, para más, anuncios de una constructora en televisión que invitan a invertir en la Colonia San Felipe, esto es, nuevamente lo reiteramos, gentrificación imprudente y sagaz, no importa la salud de la colonia, importa el negocio, los habitantes somos tratados como objetos desechables, no así los negocios que impune e imprudentemente nos invaden.
Con esta torre, con la escuela, al igual que con otras que ya están ubicados en distintas zonas de San Felipe y que están apareciendo, en total silencio, se ejerce la discrecionalidad de la mano de la imprudencia, de la normalización de quebrantar la ley; aquí sí, ilegítimos e ilegales, pero el dinero y las “amistades de alto vuelo” todo lo pueden, y con esto San Felipe pierde, paulatinamente su origen y su paz como Zona habitacional, en detrimento de propia infraestructura y del ya no futuro agotamiento de sus bienes de servicio básicos, aunado al incremento de inseguridad pública.
¡Ah!, pero eso sí, nos siguen aumentado el pago del predial desmedidamente.
Si las autoridades competentes del Ayuntamiento y del Estado, han decidido acallar las voces de los vecinos de San Felipe y romper las promesas, no encontrarán silencio, sino búsqueda de eco en muchas otras zonas, pues como dice el dicho “si ves las Barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
En la medida en que los vecinos, con indolencia, indiferencia y apatía, permitan que lo económico y lo comercial acaben con nuestras zonas habitacionales; que las autoridades no cuiden el crecimiento demográfico y el bienestar de los vecinos, la gentrificación ganará.
El conflicto para las autoridades es que los vecinos de San Felipe ya no más soportaremos situaciones tan irregulares. Los Comités de Vecinos hemos estado exigiendo respeto -como lo hemos venido haciendo desde hace tiempo-, pues todos y cada uno de nuestros argumentos están fundamentados, por lo tanto, Exigimos:
Respeto a nuestras exigencias y demandas
Respeto a las promesas que las autoridades nos han hecho
Respeto a un desarrollo que no privilegie la gentrificación en denuesto de una convivencia sana y de los servicios básicos con calidad
Respeto a nuestro bien vivir, pero sobre todo,
Respeto a nuestra paz vecinal.
No exigimos más de aquello por lo que pagamos y que la ley de los Derechos Humanos nos concede,
así que esperamos justicia social, cero influyentismo y corrupción.
Respeto a la voz de los vecinos que es legal y justa
Respeto a nuestra dignidad.
Ojalá y este fuera el fin de esta historia, pero creemos que no será así … Nuestra lucha y sus capítulos habrán de continuar.
Ing. Alejandro Armendáriz, 1ª etapa
| Dra. Luz Ernestina Fierro, etapa Parques de San Felipe
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Lic. Guadalupe Carolina Cárdenas Carbajal, etapa Parques de San Felipe
| Lic. Alberto Talamás Talamás, 2ª etapa |
| Lic. Judith Corte, 2ª etapa | C.P. Gabriela Jiménez Torres, 2ª etapa
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Dra. Fernanda Rosas, 2ª etapa
| Ing. Daniel García, 2ª etapa
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Lic. Elisa Villalobos, 2ª etapa
| Lic. Margarita Aún, 2ª etapa |
Ing. Luis Torres Torres, 3ª etapa
| Sr. Arturo Ruiz, 5ª etapa |
| Sra. Zulema Alcántar, 5ª etapa | Lic. Gloria Gutiérrez Almuina, 2ª etapa
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| Sra. Carmen Terrazas, 1ª etapa |