
Que alguien le diga a Marco Bonilla, él candidato, no al alcalde que antes de hablar debe de analizar sus ideas y acciones, pero principalmente debe de cruzar información con la superioridad, ya que en política avisar a quien debe se traduce en un ejercicio de aprobación o no de lo que se va a realizar. Y es que eso de dar vida a una “organización civil” llamada Que Bonilla es Chihuahua asegurando que son personas organizadas que le apoyan, se puede creer si solo fuera un grupo de apoyo, pero cuando se ve toda la parafernalia publicitaria, a canijos como que hay que tener dinero de sobra para operar inflables y armar equipos como que más que un ejercicio de apoyo civil, se convierten toda una estructura propagandística que se tendrá que transparentar tarde que temprano.
Los tiempos del proceso están por demás claros, es en el 2027 cuando saldremos a las urnas a votar y ese año definiremos quién será el próximo gobernante, pero andar en campaña en el 2025 y lo peor, campechaneando funciones con aspiraciones nos está desgastando a los que ejercemos ese derecho al voto, y actos por demás anticipados de campaña, si bien están cubiertos en lo legal, no dejan de emitir mensajes negativos, no hablamos de qué deberían los aspirantes frenar sus actos, sino actuar en acciones concretas, no andar contratando “Revistas” que te dan mil ejemplares y 80 espectaculares para publicar una “entrevista a modo”, caravanas de las de a wiwis y utilizando a la burocracia llevándolos a repartir publicidad en colonias eso sí, todo esto después de las 3:30 de la tarde, promoviendo acciones propias del cargo, pero con toda una campaña a futuro.
El hartazgo de la sociedad es evidente, el fenómeno de Bonilla fue producto de su habilidad para adoptar a operadores en seccionales que en tiempo y forma le sirvieron y le han servido, su juventud, frescura e institucionalidad le valió su candidatura a la alcaldía. De ahí en adelante sus operadores decidieron manejar su imagen, que fue desde una operación para que dejase de usar anteojos, lo blindaron e hicieron intocable mientras le decían al oído que sería un candidato natural a la gubernatura, y así fue, desafortunadamente se mareó en un ladrillo y escuchando consejos añejos y obsoletos por parte de sus operadores, perdió su sencillez y comenzó a distanciarse de quien ordena en la entidad.
Ahora le ha aflorado en Bonilla una nueva virtud, mentir sistemáticamente cuando sus equipos la cajetean y tiene que salir al quite para sortear sus malas acciones. Insisto estamos en el 2025 y de aquí al 27 todo, todo puede cambiar…Así las Cosas.