
Por cinco años Javier Corral decidió obcecadamente perseguir a César Duarte y convirtió a infinidad de ex funcionarios en criminales, gastando millones de pesos en “investigaciones” que a la postre sirvieron para dos cosas, así es y no le quedó más remedio que dejarlos en libertad, posteriormente se ensañó contra Duarte, logró su extradición, lo llevó a prisión por dos años y no le quedó más remedio de verlo en libertad en un mundo de acusaciones falsas, otras sin sustento legal, varias inventadas y finalmente César quedó provisionalmente libre. Corral dejó la gubernatura y pasó a la historia como el gobernante que no hizo absolutamente nada, más que perseguir con esa sed de venganza que lo ha caracterizado.
Posteriormente y siguiendo ese espíritu trepador y después de despotricar contra Andrés fue adoptado no como Morenista, sino integrado por puro interés, presumiblemente como una persona clave para permitir el avance de Morena en un estado bipartidista PRI-PAN como lo es Chihuahua. Fue integrado a Morena. Protegido y salvado de una orden de aprehensión aún vigente e insisto adoptado, pero no integrado. Logró su fuero y hasta el momento su labor dentro del Senado ha sido nulo, tan solo seguir instrucciones de su grupo, encabezado por Adán Augusto y su barredora pandilla, llamado grupo Tabasco. Corral en esa abscedada terquedad de tomar venganza contra Duarte, no dudó en echar mano de su recién nombrada amiga como Fiscal General y finalmente logró su objetivo acelerar la aprehensión de Duarte e iniciar de esta manera un nuevo capítulo, ahora con su detenido lejos de Chihuahua.
Lo lastimoso y vulgar del caso es ver a Corral convertido no en un Senador, sino en una especie de vocero de la Fiscalía dando detalles de este nuevo proceso, evidenciando estar detrás de esta detección. Ahora el tema queda entre la Fiscalía como acusatoria y los abogados de César Duarte y como estigma Javier Corral, el cual sigue reafirmando un obcecado comportamiento y avivando las justificaciones en su contra, que tarde que temprano lo pueden llevar a prisión o simplemente trascender como un inepto gobernante, como hasta ahora y en este tema ni la historia lo absolverá…Así las Cosas