
Cual película de Alejandro Jodorowsky la oposición a la cuarta transformación ha perdido peligrosamente el rumbo. Lo mismo da si se trata de una alegoría esquizoide por una dictadura inexistente que la añoranza al régimen del narcogobiermo comprobado de Felipe Calderón y Genaro García Luna.
Dando tumbos por la vida, decidieron embarcarse en una campaña presidencial con la Señora X teniendo el peor colapso en la historia reciente de la derecha mexicana. El problema es la dirección (nacional y estatal) del partido azul, en su vida han tenido que trabajar por un ideal. La vanguardia panista se ha formado en la comodidad que brinda la aristocracia del poder, no tienen plataforma política ni proyecto alternativo de nación.
Basta con observar cómo ni Marko Cortes, Anaya, Mario Vázquez, Rocío González, Maque Granados o Marco Bonilla se pueden poner de acuerdo en punto de la geografía política se encuentran. El dia de hoy el PAN de Chihuahua no sabe si son de la ultra derecha fascistoide, misógina, homófoba y xenófoba; si pertenecen a la derecha moderada y pseudo progresista que tolera minorías pero busca la disminución del Estado; o si son de una socialdemocracia exótica que concibe a los programas sociales como un mal necesario para cerrar brechas de desigualdad. Simple y sencillamente perdieron el rumbo.
Situación normal si comprendemos que la última generación de líderes terminó en la primer década del siglo XXI. Cambiaron a Manuel Clouthier por Marko Cortes; a Carlos Castillo Peraza por Lily Tellez; a Francisco Barrio por Marco Bonilla; a Luis H. Álvarez por Carlos Olson… el fracaso es INEVITABLE.
Para cerrar con broche de oro, la fractura al interior del partido es profunda. La guerra civil panista entre fundamentalistas, progresistas y pragmáticos no se puede ocultar detrás de los supuestos candidatos de unidad para las direcciones de municipales de Chihuahua y de Juárez. No pueden tapar el sol con un dedo, su trabajo es evitar que la sangre llegue al rio.
Sin embargo, para cualquier persona es muy sencillo observar como la desesperación se ha apoderado de la primera línea del partido. Mientras Daniela Álvarez continua con su lucha unipersonal por destruir la alianza con el PRI; Bonilla sigue siendo su peor enemigo dando pésimas declaraciones cada que tiene oportunidad. En el mismo sentido tragicómico, Rafael Loera colapsa con los programas sociales copiados del gobierno federal y Gilberto Loya invierte millones de pesos en una campaña política que lo distrae de su función como policía estatal.
En Congreso del Estado la situación no es más alentadora, en animo porril, Jorge Soto busca la provocación de sus pares morenos para ver si logra arrastrar algún a las catacumbas de los debates estériles y sin sentido. Carlos Olson intenta posicionarse en una plataforma inexistente jugando a ser el Torquemada que salvará las buenas costumbres de una sociedad chihuahuense en plena transformación. La fiesta panista en el Estado de Chihuahua ha degenerado de forma grotesca.
La desesperación es muy mala consejera para la derecha Chihuahuense, pero es una excelente noticia para el pueblo. El mito del bastión panista caerá irremediablemente en el 2027. Lo puedo decir con la certeza que me da ver como el proceso de transformación nacional ha politizado a la ciudadanía de la entidad. Por esa razón las campañas misóginas en contra de Andrea Chávez. Por ese motivo el intento burdo y desesperado de imponer una agenda política basada en calumnias y mentiras.
Estamos viviendo el proceso de extinción del que fuera el primer partido político de oposición oficial en el país, sus batallas internas, falta de liderazgo y carencia de cuadros propiciará que muchas personas abandonen el barco para irse con Ricardo Salinas Pliego.
La desesperación subirá de tono en los próximos meses, el surrealismo llegará a niveles extremos, con él, las campañas mediáticas buscando confundir a la sociedad. Los golpes bajos y la guerra sucia volverán a la prensa y las redes sociales. Como sociedad responsable debemos estar preparados para esta situación, comprendiendo que solo son patadas de ahogado de una plataforma política que ya está muerta, nomás no le han avisado.