A través de redes sociales padres de familia han denunciado diversas quejas en guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mismas que hasta la fecha no han sido atendidas como deberían de ser, y de acuerdo a la denuncia, han querido mantenerlas bajo la crítica pública.
El último caso que encendió las redes fue el pasado 22 de septiembre en donde la madre Angelica Caraveo, alzó la voz por su pequeño hijo mismo que presentó huellas de violencia en su cuerpo, ya que de acuerdo a videograbaciones que ella misma solicitó, se observó que estaba siendo agredido físicamente , y derivado de esto se presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), quien hasta el momento no ha dado a conocer más información del caso.
De acuerdo a un informe integral que se presentó en agosto del presente año, la calificación que obtuvo en general el área de guarderías del IMSS fue de un 45.2 en donde de un comparativo del 2023 al 2025 las diversas áreas que entran en esta calificación son reprobables, es decir, no pasan de una calificación mayor a cinco.
Los rubros con menor calificación y más preocupantes se encuentran los procesos en el área de pedagogía quien solo recibió un 3.6 de calificación y la operación de los procesos de alimentación solo un 3.2, mismos que deberían de tener la calificación más alta por ser temas prioritarios.
La situación es más decadente en donde Chihuahua y Juárez ocupan los más altos índices en denuncias por maltrato y abusos a menores, en donde los casos cobran relevancia y a los días ya no se vuelve a decir nada, por lo que exigen a las autoridades competentes den atención y no carpetazo a los casos.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.

De cara al presupuesto 2026, el tema de las multas de tránsito vuelve a colocarse sobre la mesa, no sólo por las actualizaciones que se prevén en sus montos, sino por la evidente contradicción entre la severidad con que se sanciona al automovilista y la indiferencia con que se atienden las condiciones de las calles.
Mientras el reglamento de Vialidad detalla con precisión sanciones que van desde los 700 hasta casi 5 mil pesos por infracciones como estacionarse en doble fila, no portar llanta de refacción o circular con luces apagadas, los baches, el pavimento levantado y las vialidades sin señalización continúan siendo el verdadero castigo para el ciudadano.
Cada bache representa un daño potencial al vehículo, y sin embargo, no hay mecanismo alguno para que el automovilista recupere el costo de una llanta, un rin o una suspensión dañada por la omisión gubernamental. Las autoridades exigen cumplimiento absoluto al reglamento, pero no ofrecen el mismo rigor cuando se trata de mantener en condiciones adecuadas la infraestructura vial.
