
Van 64. ¿64 qué?, pues 64 muertos y 65 desaparecidos, gracias a desastres naturales en los cuales debería de actuar el gobierno. Y es que, las lluvias que han azotado y las contingencias climatológicas de Octubre del 2025 han causado grandes daños en lugares como Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro. No cabe duda que de los desastres naturales sería incongruente mezclar temas políticos, pero la falta de política pública para atender los desastres hace referencia a que la negligencia por parte de las autoridades influye en el tema de más o menos damnificados[1].
El FONDEN no desapareció, en efecto, pues revisar los presupuestos de egresos hace referencia a que al FONDEN se le sigue destinando recurso, pero se afirma que desapareció como fideicomiso. Diciendo que era un instrumento opaco que permitía la corrupción, lo modificaron con el argumento de que el dinero les llega más pronto a las familias, lo cual parece ser una falacia, y las verdades a medias duelen más que las mentiras completas.
Decir que en Guerrero se gana con el 80% de los votos es un reflejo del buen manejo del gobierno en estas crisis, si no, no existiría el apoyo de la ciudadanía también resulta ser una mentira, pues repartiendo dinero se han comprado votos y sufragios en las casillas, el mismo dinero que se entrega es el mismo dinero que la ciudadanía gasta en sus medicinas o en este caso, en sobrevivir a desastres naturales.
El FONDEN era articulación de emergencia. Como los gobiernos de la 4T tienen una concepción concentradora del poder y no federalista, significa que cuando hay emergencias no existe trabajo en equipo ni mucho menos compromiso real con la ciudadanía de resolver estas contingencias, pues para muestra un botón; las declaraciones de la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle son una caricatura y blasfemia política, donde declara tener una forma distinta de ver la realidad diciendo que el desbordamiento de los ríos fue “ligero y controlado por protección civil”.
El problema no es de dinero, sino que la articulación del mismo no fluctúa. En México hay terremotos, huracanes, desbordamientos y no de hoy, si no que históricamente México siempre ha sido azotado por estas contingencias. ¿Dónde quedó la preocupación del Estado Mexicano por sus damnificados?
Se establecen albergues cuando ya se encuentra la ciudad inundada[2], e inclusive se dedican a pedir el apoyo de la ciudadanía mediante “tandas” o “colectas”. ¿Qué esa no sería responsabilidad de nuestros gobiernos?, ¿tener un plan de emergencia en caso de una catástrofe natural?
El problema es que no existe preparación previa, no se la visó a los ciudadanos, no hay reuniones de la Coordinación de Protección Civil nacional antes de la catástrofe, no se previó nada.
Además de un pésimo manejo de crisis, en lugar de resolver o atender a las personas damnificadas, exponen a la presidenta de la República a un escrutinio público sin ningún protocolo. Que bueno que la presidenta fue al meollo del asunto, que mala la forma en la que su equipo la arropó.
Llama la atención y es un lindo recuerdo de cuando Felipe Calderón atendía las problemáticas naturales entre la gente y con la gente. Cuando dicen que “estábamos peor” realmente estábamos mejor; se atendía todo de mejor forma, se resolvía todo de una manera más humana, se escuchaba más a la gente y se atendían mejor las causas. [3]