
No acabo de entender cuál es el propósito de presumir que en un poblado serrano fueron recuperadas 50 unidades robadas y que tras el operativo en Moris se quedó sin autos. Repito no acabo de entender cuál es la noticia, en efecto ejército, guardia nacional y la policía estatal actuaron como en teoría se debe de actuar, detener a toda unidad, solicitar la documentación y al no poder adjudicar la propiedad, se les confisca y listo.
El utilizar las unidades robadas en la sierra esto representa una forma de pago y de motivación, principalmente entre jóvenes que lo mismo actúan como cuidadores de sembradíos a los cuales se les dan cajas de Maruchan, un arma y al final de la cosecha se les regala una unidad construyendo una línea de lealtad, otros, los llamados halcones a su vez reciben unidades ara movilizarse los malandros que recorren las vías listas para actuar.
Este modus operandi es parte mismo de la idiosincrasia en la sierra tarahumara, en el cual al entregarles la unidad el único consejo es no ir más allá de San Juanito para no arriesgar y al final las unidades se venden entre 10 y 20 mil pesos a la población abierta. ¿Entonces cuál es la novedad, nueva? En el entendido de que, si las autoridades por demás permisibles han fingido demencia tantos años, ahora se decidan poner orden.
Es una excelente estrategia pero para que esta sea eficaz, debe de realizarse una depuración en toda la región serrana, instalar retenes reales y permanente y limpiar la región y con estas acciones, entonces si el efecto de neutralizar la movilización será efectivo y de esta manera los malos de la historia, deberán de contar con unidades regulares para vigilar y movilizarse en la Sierra Tarahumara, ojalá que estas acciones sean permanentes y no tan solo operativos aislados…No cabe duda que hay que ser un caradura e incluso inocente en grado superlativo para intentar minimizar.
Decimos esto por la reciente declaración de Marco Bonilla, el candidato que de vez en vez actúa como Alcalde. Ahora resulta que el alza en el pago de impuestos no es un aumento, sino un ajuste. Hágame el flaco favor con las declaraciones del alcalde, el cual asume que con esto “ajustes” y afirma que no habrá aumento al predial, pero si ajustes. Seguimos sin entender qué quiso decir Bonilla.
Entendemos que la connotación de la palabra ajuste es más técnica y neutra, a menudo es utilizada como un simple eufemismo o para enmascarar la verdadera razón del cambio. Por lo pronto tendremos que estar pendientes para este “ajuste” y prepararnos para ponernos con nuestro cuerno… Así las Cosas.
Por: Federico Guevara Ramos.