
EFE.- El cierre del gobierno de Estados Unidos entró en su quinta semana con creciente tensión por parte del mayor sindicato de trabajadores federales y ante el temor de que se podría interrumpir la ayuda alimentaria que reciben 42 millones de personas a través del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP, en inglés).
Este martes se cumplen 28 días desde que las actividades no esenciales del gobierno federal quedaron suspendidas ante la falta de consenso por parte del Senado; durante estas cinco semanas cientos de miles de funcionarios públicos no han cobrado debido a la falta de fondos.
"Ambos partidos políticos han expuesto sus argumentos, y aún no se vislumbra un final claro", dijo en un comunicado Everett Kelley, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE, en inglés), que agrupa a más de 800 mil funcionarios en Washington D.C.
Según la organización, esta paralización castiga a las personas que mueven el país, por lo que pidió al Senado aprobar una legislación temporal republicana, que mantendría a la Administración funcionando hasta el próximo 21 de noviembre y daría tiempo a que continúen las negociaciones entre las dos bancadas.
A medida que avancen los días, también crecerá la inquietud ante la posibilidad de que empleados esenciales trabajen sin salario, entre ellos los controladores aéreos y los empleados de seguridad aeroportuaria, comiencen a ausentarse de sus puestos por no recibir la nómina, prevista para este martes.
Para Kelley es una “vergüenza nacional” que trabajadores federales tengan que hacer fila en bancos de alimentos después de perder un segundo cheque por el cierre.
Por su parte, la organización Share Our Strength alertó que "estamos al borde de un precipicio de hambre como nunca antes" ante la posibilidad de que 42 millones de estadounidenses pierdan sus beneficios alimentarios si no se emiten los convenios SNAP de noviembre.
"Esto sería un lapso sin precedentes en la ayuda alimentaria, especialmente urgente dado al aumento del costo de los alimentos", agregó Anne Filipic, directora de la asociación.
El Departamento de Agricultura (USDA, en inglés) anunció este lunes que interrumpiría los beneficios del programa SNAP en noviembre de mantenerse el cierre del Gobierno, que permanece paralizado desde el pasado 1 de octubre.
Pero Filipic insistió en que existe un fondo de contingencia de entre cinco mil y seis mil millones de dólares "precisamente para momentos de emergencia como este" que evitaría que los beneficiarios de SNAP salgan perjudicados.
En el cierre federal más largo de la historia de EE.UU., el que transcurrió durante 35 días entre diciembre de 2018 y enero de 2019, las bajas por enfermedad que empezaron a solicitar los controladores aéreos paralizaron buena parte del tráfico aéreo nacional y fueron el detonante para que republicanos y demócratas acordaran aprobar presupuestos.
Actualmente, los demócratas se niegan a apoyar el presupuesto de los republicanos si estos no aceptan negociar la prolongación de los subsidios del programa sanitario Obamacare, mientras que los conservadores dicen que no se sentarán a conversar si antes los liberales no ponen fin al cierre federal con sus votos.
Muchos expertos creen que el próximo 1 de noviembre será también crucial, ya que ese día muchos estados se quedarán sin dinero para financiar los cupones para alimentos de los que dependen millones de estadounidenses y por primera vez se publicará la subida de primas de Obamacare para 2026, que se cree que pueden reflejar incrementos de entre el 30 y el 75% con respecto a las de este año.
Con información de Latinus.