
El C.P. Héctor Acosta Félix habrá de rendir protesta de Ley al cargo de Auditor Superior del Estado el próximo martes en sesión del Congreso del Estado.
Lo anterior luego de haber sido ratificado por el voto en cédula por 31 diputados locales presentes, que constituido en colegio electoral sometió votación la terna que envió el panel de los 9 especialistas.
Con la votación a favor de 31 diputados locales, Héctor Acosta Félix es ratificado al frente de la Auditoría Superior del Estado por un periodo consecutivo de 7 años.
La protesta de Ley será el martes ante el Congreso del Estado.

La promoción al alcalde en el desfile del 20 de noviembre no solo quedó dentro del estado, sino que ahora medios nacionales han retomado el tema en columnas políticas, exponiendo al edil capitalino y asegurando el “jalón de orejas” por parte de la gobernadora Campos.
Tal fue el caso de esta mañana cuando en la columna “Kiosko”, expusieron esta controversia, asegurando que no le gustó nada a la gobernadora y hubo comentarios hacía Bonilla, quien posteriormente dijo desconocer el origen de las mismas mantas.

En su columna de hoy en El Financiero, la periodista Lourdes Mendoza advierte lo que describe como un “atrevimiento jamás visto” en la política de Chihuahua: la intervención de una consultora —identificada como Gisela Rubach— que pretende condicionar a la gobernadora Maru Campos a respaldar al alcalde Marco Bonilla como su sucesor.
Según la columna, Rubach ha inundado la ciudad con espectaculares que proclaman “Qué Bonilla es Juárez”, organizado caravanas automovilísticas y colocado mantas a favor de Bonilla incluso durante celebraciones oficiales como el desfile del 20 de noviembre.
La autora califica esta estrategia como “presión política” directa sobre Campos: sugiere que alguien —Rubach— pretende “forzar” a la gobernadora para que declare su apoyo a Bonilla.
Además, Mendoza cuestiona la legitimidad de esos actos, insinuando que podría existir un posible contrato por “servicios profesionales de campaña adelantada” entre el ayuntamiento y Rubach, aunque admite no tener evidencia pública de dicho acuerdo.
Finalmente, la columna concede que, a su juicio, Rubach “no tiene el nivel para presionar a Maru Campos, ni a nadie” y plantea que, si realmente desea jugar en política, debería asumir un cargo formal y “trabajar”.