
El regreso a México de una docena de diplomáticos del Servicio Exterior Mexicano, entre 2024 y 2025, implicó mudanzas valoradas en más de un millón 831 mil dólares –equivalentes a 33.6 millones de pesos–, de acuerdo con registros aduanales obtenidos por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Este volumen de gasto contrasta de forma contundente con el discurso de austeridad que ha sostenido el gobierno mexicano, primero con Andrés Manuel López Obrador y ahora con su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum.
La revisión de MCCI se centró en doce casos específicos de diplomáticos que, al retornar al país, declararon ante las autoridades aduanales importaciones de menajes de casa –bienes personales y domésticos– con un valor igual o superior a 90 mil dólares. En conjunto, estos funcionarios movilizaron más de 36 toneladas de pertenencias, con un promedio de 2.7 millones de pesos en bienes por cada funcionario, lo cual equivale, en muchos casos, al valor de una vivienda media en las principales ciudades del país, e incluso a una casa de nivel alto en localidades más pequeñas.
El caso más destacado fue el de Gloria Clementina Esperón, agregada de prensa y asuntos culturales en la embajada de México en Bogotá, Colombia, quien trajo al país un menaje de más de dos toneladas con un valor aduanal de 316 dólares por kilo, sumando más de 600 mil dólares. La carga fue ingresada por el puerto de Veracruz el 11 de enero de 2025, según información de la plataforma Veritrade. En su encargo diplomático, Esperón coordinaba actividades de diplomacia pública y relaciones con medios de comunicación colombianos.
Otro envío voluminoso fue el de Antonio Perea Santiesteban, consejero en asuntos económicos y comerciales en la embajada de México en Estocolmo, Suecia. Su menaje, de tres toneladas y con un valor declarado de 129 mil dólares, ingresó al país el 15 de septiembre de 2025. Perea era responsable del seguimiento a inversiones y relaciones empresariales con el sector escandinavo.
Desde Turquía, Isabel Arvide Limón, ex cónsul en Estambul, trajo más de una tonelada en bienes valuados en 108 mil dólares. La importación se realizó en abril de 2025 por el puerto de Veracruz. Arvide fue una figura polémica desde su nombramiento en 2020, al haber accedido al cargo sin carrera diplomática y tras reclamar en una conferencia matutina del expresidente López Obrador la falta de apoyo a ciertos medios. Durante su gestión fue acusada de maltratar al personal del consulado y protagonizó incidentes durante actos oficiales, como en la ceremonia del Grito de Independencia de 2021, donde gritó “¡Viva López Obrador!”, o el festejo patrio de 2024, en el que reprendió a los asistentes.Otros diplomáticos también reportaron mudanzas significativas. José Alfonso Suárez del Real, exfuncionario en la embajada de México en París, ingresó casi una tonelada de bienes valuados en 109 mil dólares; Pablo Marentes González, desde Austin, Texas, trasladó más de seis toneladas por 119 mil dólares; y Rafael Bernal Cuevas, también desde Estados Unidos, movilizó más de seis toneladas por un valor de 90 mil dólares.
Desde Sao Paulo, el cónsul Raúl Bolaños Cacho Guzmán importó más de tres toneladas por 104 mil dólares; desde Madrid, Carlos Martín Jiménez Macías trajo un menaje de igual volumen, valuado en 111 mil dólares; mientras que Miguel Jorge García Winder, desde Roma, importó más de una tonelada con un valor de 104 mil dólares.
En el caso de Eduardo Martínez Curiel, quien laboró en la embajada en Canberra, Australia, su mudanza –de más de tres toneladas por 103 mil dólares– se registró en mayo de 2024; Hernán de Jesús Ruiz Bravo, desde Beijing, trasladó más de dos toneladas por 100 mil dólares. Finalmente, desde San Francisco, Vicente Margarito Sánchez Ventura trajo casi dos toneladas valuadas en 98 mil dólares.
Estas cifras exponen el alto valor de las pertenencias que los diplomáticos trasladaron tras concluir sus misiones, a pesar del reiterado discurso oficial de austeridad. Aunque otros funcionarios también regresaron al país en ese periodo, solo estos doce reportaron valores tan elevados ante las aduanas.
No todos, sin embargo, incurrieron en gastos tan altos. Algunos diplomáticos trasladaron sus bienes desde destinos más lejanos por montos considerablemente menores. Paulino Rafael Robles Gil Cozzi, quien estuvo adscrito en la embajada de México en Catar, trajo casi dos toneladas con un valor de 60 mil dólares. A su regreso, fue nombrado director general de Convenciones en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Rosa Elva García Franco, tercera secretaria en la embajada en Kuwait, trasladó poco más de una tonelada desde Medio Oriente por un costo de 44 mil 999 dólares, mientras que María Teresa Rosas Jasso, ex cónsul en Barcelona y enviada a Irlanda, trasladó más de cuatro toneladas desde Dublín por 45 mil dólares.
Un caso llamativo por su bajo monto fue el de Rafael Fernando Marín Mollinedo, actual titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), y quien representó al país ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra. Su mudanza, realizada el 23 de junio de 2025, fue de apenas 217 kilogramos y valuada en solo 5 mil dólares.
Este contraste entre diplomáticos que movilizaron bienes personales por millones de pesos y otros que incurrieron en gastos significativamente más bajos refleja la disparidad en el estilo de vida y nivel de consumo de quienes han ocupado cargos en el exterior. También pone en tela de juicio la consistencia del discurso gubernamental sobre la austeridad, particularmente en los niveles más altos de la función pública y en los círculos diplomáticos que, a pesar de estar regulados por normas internas, cuentan con amplios márgenes de discrecionalidad en sus asignaciones y beneficios.