
CIUDAD DE MÉXICO (France 24) .- Estados Unidos subrayó su alineación y respaldo al recién elegido presidente de Honduras, Nasry Asfura, por quien Donald Trump pidió abiertamente votar.
En un comunicado, el Departamento de Estado señaló que el republicano y dirigente de esa agencia federal, Marco Rubio, llamó al político centroamericano para expresarle el beneplácito de Washington por su elección en los comicios presidenciales, del 30 de noviembre y cuyos resultados fueron confirmados apenas el pasado 24 de diciembre.
“El secretario Rubio elogió al presidente electo Asfura por su respaldo a los objetivos estratégicos de Estados Unidos, incluyendo el avance de nuestra cooperación bilateral y regional en materia de seguridad y el fortalecimiento de los lazos económicos entre nuestros dos países”, señaló el Departamento de Estado.
Asimismo, Washington remarcó que los dos líderes expresaron su disposición de “fortalecer la cooperación entre Estados Unidos y Honduras”.
Asfura resultó electo tras unos comicios que estuvieron plagados de controversia, debido a “fallos técnicos”, según indicó el Centro Nacional Electoral que interrumpieron el conteo de votos, situación que estuvo seguida de un escrutinio especial, el cual tenía como objetivo revisar 2 mil 792 actas electorales con inconsistencias, en las que estaban en juego unos 500 mil votos.
Pero ese conteo también se vio obstaculizado en medio de denuncias de presunto fraude, protestas e, incluso, agresiones físicas cuando militantes del Partido Nacional, de Asfura, resultaron heridos tras ser atacados con explosivos al salir del Centro Logístico Electoral (CLE), en la noche del 23 de diciembre.
La bancada de los afectados acusó de los actos violentos a simpatizantes del partido Libre, de la actual mandataria, Xiomara Castro.
La tensión subió con el paso de los días, mientras la presidenta y otras voces del oficialismo denunciaban un presunto intento de fraude e “injerencia” por parte de Washington, luego de que Trump en dos ocasiones advirtiera “consecuencias” si se alteraban los resultados.
Además de ser un político conservador, durante su campaña, Asfura prometió lo que puede ser visto como una “mano dura” contra el crimen, incluido el narcotráfico. También prometió una mayor creación de empleo, como parte de sus medidas para frenar la emigración desde Honduras.
En torno a la seguridad, Asfura apunta a desarrollar programas de prevención de la violencia y asegura que atacará las causas de la criminalidad.
¿Cómo espera cumplirlo? El político de 67 años propone abandonar la aplicación generalizada del estado de excepción, ya que considera que viola los derechos de las personas y lo tilda de "ineficiente". Sin embargo, plantea utilizarlo de manera focalizada en zonas con altos índices de criminalidad.
Su plan contempla la formación de 4 mil nuevos agentes policiales por año hasta alcanzar el estándar internacional de 300 policías por cada 100 mil habitantes. Y en el centro de su agenda de seguridad también se encuentra la lucha contra el narcotráfico.
Como parte de la política con la que pretende socavar esa problemática, Asfura ha expuesto que su administración aprovechará el uso de tecnología avanzada, incluidos drones marinos para la vigilancia costera, un sistema integrado de radares y la instalación de escáneres en todas las aduanas del país, como reportó el diario local “La Prensa”.
Las prisiones de Honduras también son foco de violencia y cometimiento de delitos, por lo que Asfura declaró que tipificaría como "terrorismo" el delito de extorsión que, en muchas ocasiones, es cometido desde el interior de esos centros penitenciarios. Para ello, plantea un mayor control de las comunicaciones en las cárceles.
Para los casos de masacres propuso la cadena perpetua y para los violadores de menores prometió como medidas la castración química.
Además, entre las promesas de Asfura que causan expectativa se encuentra la reactivación de la extradición.
La ceremonia de posesión de Asfura está programada para el próximo 27 de enero y María Antonieta Mejía, una de los tres designados presidenciales electos, citada por el diario local “El Heraldo”, declaró que el líder político sostendrá una ceremonia de juramentación sencilla, ya que usualmente se trata de un acto costoso y el mandatario electo, aseguró, preferirá emplear esos fondos en asuntos más necesarios para el país.
Asfura "no es una persona suntuosa, ni le gusta mucho los eventos protocolarios donde se incluyen recursos económicos", por lo que prefiere "abstenerse de un evento que va a tener mucho presupuesto", que puede ser destinado "a otro tipo de actividad que beneficie al pueblo hondureño".
“Él prefiere de abstenerse de tener un evento que va a tener mucho presupuesto pudiendo reorientarlo a otro tipo de actividad que le beneficie al pueblo hondureño”, señaló Mejía.
Asimismo, la designada presidencial electa declaró que el evento no tendrá lugar en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, como es tradición, sino en otro lugar aún por confirmar y que se tratará de una ceremonia “simbólica”.
“Sabemos que el pueblo hondureño quiere celebrar con el nuevo presidente y sabemos que esa es una deuda que va a tener nuestro presidente. No es una persona que le gusten los eventos protocolarios donde incluya recurso económico y sabiendo que las arcas del Estado no sé sabe cómo se van a manejar”, agregó Mejía.
Con información de Reuters, EFE y medios locales.
Con información de: Proceso.