El sacerdote Francisco Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante, aseguró que toda persona es susceptible de emigrar, al recordar que ocurrió lo mismo en la época de violencia en Ciudad Juárez, en el que personas buenas se vieron forzadas a dejar el Estado, por ello en el marco de la Semana Santa convocó al sentido de humanidad con el migrante y a trabajar en conjunto sociedad y gobierno.
Señaló que las reacciones han aumentado en contra de los migrantes y ante ello no en un acto de religión sino de fe y humanidad recordó que Juárez siendo la ciudad más peligrosa de todo el mundo emigraron empresarios, gente bonita, de valores “no porque fueran malos, criminales, porque tuvieran hambre sino porque tuvieron que emigrar por sus vidas, al ver matar a una persona, un ser humano”.
Aclaró que la migración tiene efectos malos cuando no se puede llevar o cuidar, pero todos los seres humanos de alguna manera no son exentos de la migración, “la migración es normal si lo vemos más espiritual, más trascendental, no es nuestro lugar este final, nuestro final está en el cielo, la vida eterna, la resurrección debemos realmente ver cómo podemos colaborar, cómo hacer solamente la sociedad unida con las organizaciones civiles y con los tres niveles de gobierno es cómo podemos dar una respuesta eficaz a esta realidad".