Acaba de presentar, el presidente de México López Obrador, a la Cámara de Diputados, a través del siempre alegre, Secretario de Hacienda, el proyecto del Presupuesto de Egresos 2021, este es el que nos dice cómo y en qué se va a gastar el dinero que ingrese a las arcas del gobierno, ingresos que vienen de impuestos, venta de petróleo, etc.
Este presupuesto debe ser un presupuesto austero, donde se disminuya el gasto público, donde se restrinjan gastos superfluos debido a la condición que vive México actualmente, pero, contrario a lo que nuestro país necesita, López nos presentan un presupuesto fuera de toda realidad, un presupuesto absurdo en que la prioridad son los ridículos proyectos del presidente, un presupuesto en donde no se protege la estabilidad económica de los mexicanos y sus familias. Vamos a explicar algunos puntos importantes de este irracional propósito.
Aunado a esto, consideremos el bajo consumo por la pandemia, y el freno que está poniendo a los grandes proyectos de inversión, deteniendo así la llegada de capital extranjeros; a esto sumarle el nulo apoyo a los micro y pequeños empresarios, porque muchos, después de esta pandemia, ya no podrán abrir sus puertas; la poca confianza que se está generando a todos los empresarios con el terrorismo fiscal que se está implementando, los cambios en las afores que impondrán mayor carga a los empresarios; inseguridad, entre otras cosas. Todo esto hará qué prácticamente sea imposible qué en 2021, se tengan el crecimiento y los ingresos fiscales que hoy el gobierno propone.
Este gobierno sigue creyendo que México es un juego, y ya podemos creer lo que dijo el mismo López Obrador en una de sus mañaneras, de que no llega con temas preparados, que llega a “improvisar”
Aguas con estas propuestas improvisadas, porque son las mismas propuestas que llevaron a Argentina a la quiebra.