
El lamentable fallecimiento del Secretario de Salud, Dr. Jesús Enrique Grajeda Herrera, tiene un significado superior a lo que es una triste defunción por este virus letal que ha estado golpeando la salud de miles de chihuahuense y ya de cientos que han fallecido como es el caso del galeno.
La trascendencia que el titular de Salud del Estado muera a consecuencia la pandemia, también se suma al hecho de que Grajeda al inicio apoyó al gobernador electo Javier Corral para recibir en entrega-recepción precisamente el sector salud, pero que después se disculpara para dedicarse totalmente a su vida en su consultorio como un destacado urólogo. Ya también en una alianza familiar con su hijo, que también ha sido muy prestigiado médico de esa especialidad.
Cobra mayor relevancia porque Grajeda no quería el puesto, pero por la insistencia para que ocupara y tratara de recomponer a un sistema caído, con mucha corrupción, con muchas carencias, con mucho deterioro en todos los sentidos, provocó que Grajeda siendo un nombre que se le reconocía como un gran chihuahuense en la materia haya sucumbido; precisamente hasta esta enfermedad.
Se le reconocen entonces muchas virtudes, sobre todo el valor de que pesar de que no quería el él la responsabilidad la tomó para apoyar al gobierno, para apoyar Corral en esta etapa que finalmente la perdió contra el Covid-19. Se supo que el gobernador estuvo directamente al pendiente todos los días de la salud de Grajeda, incluso se encargaba de preguntar por el estado de su salud cada mañana y ordenaba que se dispusieran todas las atenciones, como incluso la alternativa del plasma. Finalmente, también por situaciones de salud y por edad no pudo grajera salir adelante.
Un hombre ya de 73 años que antes incluso ocupar la rectoría donde se Autónoma de Chihuahua había sufrido un infarto y que por disciplina y por deseo salir adelante, por su familia y por su comunidad científica médica y por la propia sociedad chihuahuense logró hacerlo. Más adelante Tuvo una infección pulmonar que también le provocó serios problemas de salud, pero como siempre salí adelante por los valores con los que siempre el tránsito en su vida.
Finalmente perdió la vida el responsable de la Salud de Chihuahua, era homenajeado por el valor que tuvo de ocupar un cargo, que insistimos no lo tenía en su plan. Él quería dedicarse a sus últimas facetas de su vida como médico profesionalmente, también a su vida familiar junto con su esposa Ivonne y sus hijos Ivonne, Ana y Jesús Enrique, a quienes desde este espacio les mandamos nuestras sinceras y más sentidas condolencias.
Chihuahua pierde un gran universitario, un gran profesionista y sobre todo un gran chihuahuense comprometido con la sociedad.