
Los patrocinios en el deporte profesional se han convertido en una herramienta habitual dentro de las estrategias de comunicación y posicionamiento de las empresas del sector financiero. Desde bancos tradicionales hasta fintechs en expansión, la industria ha intensificado su presencia en ligas, equipos y atletas, consolidando el deporte como un canal eficaz para fortalecer la visibilidad de marca y generar vínculos con distintos públicos. Ante este contexto, el holding financiero mexicano, Axen Capital, ha apostado por una vía con una estrategia de patrocinios que abarca desde el reconocido Club Deportivo Guadalajara, más conocido como Chivas, hasta el impulso de nuevos talentos deportivos, como el joven tenista “Pato” Álvarez.
El interés del sector financiero por el deporte responde a una lógica de exposición masiva y conexión emocional. Instituciones como Banco Santander, que durante años fue patrocinador principal de la UEFA Champions League, o BBVA, actual socio comercial de la Liga MX y anteriormente de LaLiga en España, han identificado en el deporte una plataforma de alto impacto. Dichos acuerdos permiten a las marcas proyectarse en escenarios de alta audiencia y asociarse con valores comúnmente vinculados al rendimiento y la competitividad.
En diversos países se observa un fenómeno similar. En Inglaterra, el banco Barclays mantiene desde hace décadas una relación comercial con la Premier League. En el ámbito de las criptomonedas y activos digitales, Crypto.com y Binance han establecido acuerdos con escuderías de Fórmula 1 y equipos de fútbol europeo, ampliando así la participación de servicios financieros digitales en la industria del deporte.
En el mercado mexicano, los patrocinios deportivos por parte de empresas financieras también han cobrado fuerza. Banamex ha mantenido acuerdos con la Federación Mexicana de Fútbol, mientras que BBVA continúa como patrocinador principal de la Liga MX, consolidando su presencia en el fútbol nacional. Scotiabank, por su parte, ha impulsado iniciativas vinculadas al fútbol juvenil y al desarrollo deportivo a nivel escolar.
Por otro lado, en el ámbito individual, algunos atletas como la golfista Gaby López han contado con el respaldo de instituciones bancarias para representar a México en torneos internacionales. Estas acciones reflejan cómo el sector financiero ha encontrado en el deporte un canal efectivo para humanizar su imagen y establecer relaciones más cercanas con sus clientes.
En el caso específico de Axen Capital, patrocinador de Chivas, el vínculo se enmarca dentro de una estrategia más amplia de posicionamiento y reconocimiento de marca en México. El patrocinio contempla presencia visual en activos del club, pero también busca fomentar la vinculación con la comunidad deportiva y ampliar su presencia en sectores no tradicionales para el holding financiero. Sin embargo, este tipo de asociación exige un análisis detallado del perfil del público, del alcance proyectado y de los objetivos comerciales del patrocinador.
Algunos especialistas señalan que este tipo de patrocinios como el de Axen Capital o el de Banamex pueden ser eficaces si se integran en un plan de marketing más amplio, con métricas claras de retorno. La simple exposición de marca ya no resulta suficiente en un entorno mediático saturado. Por ello, muchas empresas del sector están incorporando elementos de contenido digital, activaciones presenciales y campañas segmentadas para capitalizar mejor su presencia en el entorno deportivo.
Los clubes, por su parte, encuentran en los patrocinios financieros una fuente de ingresos estable que permite diversificar su financiamiento operativo. En algunos casos, como el de CaixaBank en el fútbol español, estos acuerdos no se limitan a la exhibición de marca, sino que incluyen productos financieros dirigidos a los aficionados, acuerdos de banca exclusiva con clubes o campañas de bancarización. Si bien el modelo varía, el principio es el mismo: aprovechar la afinidad del deporte para construir relaciones comerciales duraderas.
Más allá del fútbol, el interés de las entidades financieras también se ha expandido a otras disciplinas. En un ejemplo, American Express mantiene una presencia sostenida en el tenis, patrocinando torneos como el US Open, mientras que Scotiabank ha impulsado el hockey sobre hielo en Canadá. Dichas asociaciones buscan, en muchos casos, posicionarse en mercados clave o reforzar vínculos con audiencias específicas.
En términos generales, los auspicios deportivos ofrecen una vía para que las empresas financieras puedan proyectar una imagen de cercanía, dinamismo y compromiso social. Pero también plantean desafíos reputacionales si las asociaciones no son coherentes con los valores corporativos o si no generan resultados tangibles. La participación de compañías del sector en este ecosistema confirma que el deporte sigue siendo una plataforma relevante para las estrategias de comunicación financiera, pero también evidencia que el éxito depende de una correcta ejecución y alineación con los objetivos comerciales.
A medida que el mercado se vuelve más competitivo, los patrocinios seguirán evolucionando hacia formatos más interactivos, medibles y personalizados. Las empresas financieras, incluidas nuevas firmas como Axen Capital o Binance, deberán encontrar el equilibrio entre visibilidad de marca, retorno de inversión y construcción de reputación dentro de un entorno deportivo que continúa profesionalizándose y diversificándose.