
La confirmación del primer caso de influenza A(H3N2) subclado K en México, reportado por la Secretaría de Salud el 12 de diciembre, encendió el interés público por una variante que ha crecido con rapidez en Europa, Asia y Norteamérica.
Aunque autoridades nacionales e internacionales descartan que exista un motivo de alarma, sí llaman a reforzar la vacunación y la vigilancia epidemiológica ante la posibilidad de una temporada invernal más intensa.
El caso detectado en el país fue confirmado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Según la tarjeta informativa de la dependencia, la persona respondió adecuadamente al tratamiento antiviral y actualmente se encuentra recuperada.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que el subclado K (también identificado como J.2.4.1) ha mostrado un rápido incremento en Europa y en varios países de Asia, donde representa una proporción significativa de los virus analizados. Estados Unidos y Canadá también registran un ascenso sostenido.
Los análisis indican que se trata de parte del proceso natural de evolución del virus estacional. Aunque presenta variaciones genéticas respecto a variantes previas, no se han documentado cambios relevantes en la severidad, ni aumentos inusuales de hospitalización o mortalidad.
Históricamente, las temporadas dominadas por A(H3N2) suelen afectar con mayor fuerza a personas adultas mayores, por lo que la OPS insiste en mantener alta la cobertura de vacunación.
Hasta el 11 de diciembre, México no había registrado casos. Sin embargo, un día después se confirmó el primero. Aun así, la Secretaría de Salud subraya que:
De acuerdo con la evidencia disponible, los síntomas son los mismos de cualquier influenza estacional:
Fiebre súbita
Dolor de cabeza
Dolor muscular y articular
Tos seca
Congestión o secreción nasal
Dolor de garganta
Cansancio extremo
En personas de riesgo (adultos mayores, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas), la influenza puede progresar a complicaciones como neumonía o deshidratación.
Aunque todavía se reúnen datos de la temporada, análisis preliminares en Europa muestran que la vacuna mantiene niveles de protección similares a años anteriores frente a enfermedad grave:
70/75% en niñas y niños
30/40% en adultos
Este nivel de eficacia ayuda a reducir hospitalizaciones y complicaciones, especialmente en grupos de riesgo.
El organismo internacional pidió a los países:
Las medidas son las mismas que han probado ser efectivas para limitar la transmisión de virus respiratorios:
Con información de El Economista.