
A los integrantes de las Cámaras de Senadores y de Diputados del Congreso de la Unión:
El principio de fundación del Estado moderno sustentado en tres poderes encuentra su lógica en una mesa triangular soportada por tres puntos de apoyo. Si sólo fuesen uno o dos, el equilibrio de la mesa no se podría garantizar y si fuesen cuatro o más, al presentarse diferencias de longitud en alguna de sus bases o patas, permítasenos el uso de este término, la mesa quedaría bailando o con cierta inestabilidad. Si la mesa constituye la base en que se construirá el Estado, la superestructura presentará riesgos de desequilibrio y derrumbe o daños en su estructura que con el tiempo pueden provocar su colapso.
La lógica Indica que una mesa estable siempre será de tres puntos de apoyo (como un trípode), debidamente equilibrados para el sostenimiento de la sociedad con todos sus componentes propios de carácter económico, social, político, ambiental y de relaciones internacionales.
Es por lo anterior que la república cuenta con tres poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, cada uno con sus propias funciones complementarias entre si, para conformar un sistema debidamente sustentado en el que los poderes se retroalimentan para dar sentido y coherencia a sus obligaciones, siendo indispensable la regulación de unos con otros para vigilar su crecimiento armónico de modo que se garantice la evolución dinámica del Estado, como un triciclo que avanza sin riesgo de perder el equilibrio a menos de que el conductor dé vueltas intempestivas y forzadas, a diferencia de que fuese un monociclo o bicicleta.
Los poderes ejecutivo y legislativo se conforman como resultado de ejercicios democráticos donde sus integrantes surgen de una elección en la que ellos representan a algún partido político o surgen de ser candidatos independientes, pero una vez electos no cumplen sus funciones sólo atendiendo a la plataforma programática del partido político del que salieron o de la que propusieron en el caso de salir electos como independientes. No, se obligan a velar por los intereses de la sociedad en su totalidad (no se gobierna ni se legisla sólo para los que votaron por su opción) y por ello en el caso de los senadores y diputados existen miembros de partidos diferentes para que se dé el diálogo, el debate y el acuerdo de tomar decisiones no sólo en función de su visión política según su pertenencia a un partido político, sino buscando la toma de decisiones atendiendo al interés de toda la nación, incluso la de los que se abstuvieron de votar. Por ello deben ser capaces de interpretar el sentir ciudadano y responder a los intereses de la sociedad y no a los del grupo, pues así se excluye a personas que no comparten puntos de vista ajenos a su visión personal, lo cual cuando así se actúa el ejercicio es antidemocrático.
En el caso del poder ejecutivo, el titular es electo no por el 100% de los votantes, sino por una parte, pero las decisiones que tome deben responder a los intereses comunes de toda la sociedad.
Cuando se elige al presidente de la república, no se le da un cheque en blanco para que lo gaste en lo que mejor le venga en gana, en muchas ocasiones debe rendir cuentas sobre el destino dado al recurso, no se manda solo. El artículo 39 constitucional dice que los mandantes somos el pueblo y el mandatario corresponde a quien mediante mandato se le encomienda o se le manda atender la administración del presupuesto de egresos de la federación.
Todo lo anterior viene a colación por el hecho de que la deuda pública, que al principio de los gobiernos de MORENA era de 10.7 billones de pesos, mientras que ahora ronda en 18 billones de pesos, lo que implica que creció en 7.3 billones de pesos en solo 7 años, cifra que comparada con la deuda entregada por las administraciones anteriores y que se dió a lo largo de 80 o más años muestran la extrema discrecionalidad dispendiosa del gasto y la inversión pública con que se han manejado los últimos dos gobiernos y sin contrapeso de los diputados y senadores de oposición ni los afines al gobierno en turno. Estos legisladores han olvidado su tarea encomendada por mandato del pueblo, hacer contrapeso al poder ejecutivo federal para racionalizar el uso del presupuesto público. El expresidente López Obrador dijo, respecto al Tren Maya, que esa infraestructura deberá ser subsidiada para operar, lo que significa que la inversión que se dijo costaría resultó de más del doble o triple del presupuesto inicial y seguramente se hizo sin estudios de preinversión para conocer si la obra sería rentable. Además tuvo un grave impacto ambiental negativo por el daño a los acuíferos existentes a lo largo de la ruta y la grave tala de árboles de las selvas maya y lacandona. Todo esto se pudo evitar si el poder legislativo hubiera hecho el contrapeso esperado y lo mismo el poder judicial, deteniendo las obras hasta asegurar orden en la inversión y su rentabilidad. Ahora para que el trenecito funcione los mexicanos tendremos que cargar con los subsidios para operarlo y/o pedir prestado para poder financiar sus gastos de operación, además de los riesgos de nuevos accidentes, ya que han ocurrido descartilamientos por hacer la obra a marchas forzadas
Es de todos conocido que la ruta de este tren está atendida por carretera, de modo que sin necesidad se duplicó la infraestructura, todo con el objetivo de promover el desarrollo socioeconómico del sureste, sin los estudios de vocación productiva de la región, lo que hubiera permitido identificar los proyectos estratégicos a implementar en los estados de Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Tabasco. El desarrollo no se inventa, se deben hacer estudios formales antes de proceder a las inversiones que sobre las rodillas una persona considera que deben hacerse, sólo por su opinión. Todo porque el legislativo y el judicial no hicieron su trabajo de hacer contrapeso al ejecutivo y dejaron que destinara el presupuesto a discreción.
Así como este caso es de mencionarse los donativos del gobierno de México al de Cuba, que no de un pueblo a otro, en materia de petróleo, gasolinas y derivados de los hidrocarburos. Puede argumentarse que los recursos se otorgaron como asistencia humanitaria, pues en Cuba los niveles de vida siguen en deterioro acelerado desde la caída de la Unión Soviética y cuando ves a tu hermano en desgracia justifica la solidaridad. Pero cuando ves que tu vecino es víctima de un gobierno totalitario sustentado en una dictadura militar y lo ves en esa condición por décadas, por humanidad debiste denunciarlo ante el mundo. Son muy conocidas las tragedias de ahogados en el mar que se jugaron la vida tratando de huir de ese paraíso prometido por Fidel Castro a sus paisanos, sueño nunca cumplido. Ya sabemos que hay mucho papel y tinta ocupada en comentar la situación de Cuba y no es el motivo de esta carta abundar en el tema. El asunto es que México ya ha enviado a Cuba más de 820 millones de dólares !!!!! de ayuda humanitaria, la cual sólo ha sido posible con un mayor endeudamiento de PEMEX y dejando sin asistencia a los mexicanos. Cómo la ven señores legisladores, dónde está su contrapeso, incluidos los del partido en el poder. Además, a qué se destinaron el petróleo, sus derivados y las gasolinas, pues no sabemos nada al respecto y Cuba nunca ha hecho actos públicos de agradecimiento a los mexicanos por el apoyo recibido. No interesa que se haga a nuestro gobierno, sino a nuestro pueblo y no sabemos si medió alguna petición oficial de un gobierno a otro y si los recursos se le dieron a los cubanos a fondo perdido.
Nos pueden hablar de las pensiones de los adultos mayores, de las becas y todo el gasto público para programas de Bienestar, sólo que éstos han sido financiados con aumento desmesurado de la deuda pública, misma que deberá ser cubierta por las generaciones venideras, debiendo anunciarles que esas personas nacerán ya con deuda que ni tramitaron ni recibieron beneficios. Todo ha sido gasto a fondo perdido, sin rentabilidad ni esperanza de crecimiento de ingresos en el futuro, que ha sido empeñado a nuestros acreedores por años y generaciones anticipadas. Y todo por la falta de contrapeso.
Así como la vemos, México se declina peligrosamente al desplome y empobrecimiento. Vamos como la Torre de Pisa, que fue construida sobre terreno inadecuado y para prevenir su desplome desde hace unos 30 años el gobierno de Italia ha tenido que incurrir en gastos desmesurados para proteger la obra por ser patrimonio de la humanidad y por su atractivo turístico. El caso es que las generaciones actuales de italianos han tenido que invertir en una obra que si hubiese sido construida correctamente sería mejor herencia del pasado para el desarrollo del presente y del futuro.
Diputados y Senadores de todos los partidos representados en sus cámaras, hagan el contrapeso que les corresponde, lo mismo que el poder judicial con el cual la mayoría de los mexicanos no estamos de acuerdo, sólo votaron el 13% en las elecciones de la pseudo reforma judicial y de esos del orden del 5% o 6% anulamos nuestro voto para mostrar nuestro repudio al ejercicio de cambio de titulares del poder judicial. Si cada quien hace bien su trabajo, México podrá llegar a ser el país que prometen, mientras seguiremos con empobrecimiento y con riesgos latentes de inestabilidad social. Lo que pase en el futuro será lo que están sembrando.
. Atentamente
Poder Ciudadano Mandante, S.C.
Jorge Luis Vargas Romero
Consejero General Nacional