La hipocresía en las filas de Morena alcanza su punto más alto cuando aquellas y aquellos cercanos al partido que buscan ocupar cargos públicos se ven acorralados por acusaciones sobre su turbulento pasado. En lugar de asumir responsabilidad, optan por la estrategia de desviar la atención, acusando a terceros de llevar a cabo una supuesta campaña de desprestigio en su contra, la famosa “guerra sucia”.
Pero como bien se sabe, afortunadamente y para tristeza de muchos: la verdad siempre sale a la luz. Cuando las pruebas de corrupción, abuso de poder u otros actos ilícitos se vuelven irrefutables, no hay lugar para esconderse. ¿Qué defensa pueden ofrecer entonces? Solo quedan las excusas y el intento desesperado por echar culpas.
El refrán 'dime con quién andas y te diré quién eres' cobra un nuevo significado con Claudia Sheinbaum y su círculo cercano. Al rodearse de personajes polémicos, ella misma se expone a ser señalada por las mismas prácticas cuestionables que han caracterizado este sexenio. La profundidad de la corrupción en las altas esferas del poder se hace cada vez más evidente, dejando en entredicho la tan pregonada honestidad y transparencia que prometió el gobierno de López Obrador y de la que, por cierto, ha quedado a deber por completo.
Sin duda alguna, el escenario electoral puede y debe sacudirse completamente en todo el país si esta tendencia continua. Es escandaloso enterarse cada día y conforme avanza la campaña electoral, sobre un nuevos y cada vez más grabes señalamientos.
Ejemplo de ello es la candidata de morena a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle, quien ha estado bajo escrutinio durante semanas luego de que se expusiera públicamente sus extensas propiedades distribuidas en varios estados, valuadas en millones de pesos. Entre las ostentosas posesiones de Nahle, destacan una lujosa residencia en 'El Dorado' en Boca del Río, Veracruz; un exclusivo departamento en San Pedro Garza García, Nuevo León; una mansión en el elitista fraccionamiento 'El Country' en Villahermosa, Tabasco; un terreno también en 'El Dorado'; y una propiedad en Coatzacoalcos. La lista de sus bienes inmobiliarios revela un patrimonio opulento que contrasta con la realidad de muchos ciudadanos.
Veracruz es un estado crucial en el tablero electoral, representando para Morena un colchón de aproximadamente dos millones de votos, además de ser uno de los estados con mayor votación en el país. Por lo tanto, elegir y apoyar a una mujer con estos cuestionables y delicados señalamientos, deja ver que no importa tanto la transparencia, un historial limpio o sobre todo calidad moral, sino que continuaremos con la misma premisa: a mis amigos justicia y gracia (así como candidaturas e impunidad).
Del mismo modo, tenemos al ministro desertor de Arturo Zaldívar, con quien han trapeado continuamente en diferentes espacios informativos donde se da cita para debatir y simplemente lo que busca posicionar es completamente insostenible. Pues él, también muy cercano a Claudia, es sujeto a una investigación por corrupción, enriquecimiento ilícito y otros delitos, así como serias vulneraciones a la autonomía de quienes operan el poder judicial. Esta conexión entre altos funcionarios del gobierno y figuras investigadas por corrupción no solo cuestiona la integridad del partido, sino que socava la confianza en las instituciones y el Estado de derecho.
La lista continúa con el ex gobernador de Chihuahua, señalado por diversos delitos como tortura y contra la administración de justicia; los hijos de AMLO, quienes han sido beneficiados con una serie de proyectos, impulsados por su padre, y respecto a los cuales Claudia no ha mostrado voluntad de investigar; Layda Sansores, Delfina Gómez y una amplia lista de favorecidos corruptos y corruptas de la candidata.
Esto solo habla de lo moralmente desgastados e impresentable que son la mayor parte de quienes rodean a la candidata de morena y deja ver que, su principal propuesta es ofrecer impunidad y todo un terreno fértil para la corrupción. La sombra de estos personajes y la falta de integridad, deja claro que la promesa de un gobierno honesto y transparente ha sido completamente traicionada. Si el electorado no actúa en consecuencia, permitiendo que estos corruptos lleguen al poder, estaremos condenados a repetir los mismos errores del pasado, enredados en un ciclo de impunidad y deshonestidad. Es hora del cambio.
Lic. Mario Sías Aguilera