Ese parece ser el mensaje de las autoridades: que aquí nadie sabe, nadie puede... o, peor aún, nadie quiere.
Hablo del establecimiento de áreas naturales protegidas. Durante el sexenio pasado no se declaró ninguna. En el anterior, se protegió el Cerro Mohinora. Antes de ese, otras pocas... Pero en el municipio de Chihuahua llevamos más de 80 años sin establecer una nueva área natural protegida: la última fue el Parque Nacional Cumbres de Majalca, hoy convertido en basurero por parte de un sector de la clase acomodada.
La legislación federal y estatal es clara: además de las áreas naturales protegidas federales, existen las categorías estatales y municipales. Otros estados, como Nuevo León y Coahuila, sí las utilizan. Ahí está el ejemplo del Río Santa Catarina, protegido en la ciudad más industrializada del norte del país: Monterrey. Mientras tanto, en el estado más grande de México, no tenemos ni una sola área protegida de carácter estatal o municipal. No por falta de instrumentos legales: por falta de voluntad política del pequeño grupo que dice gobernar.
Desde 2018 existe un estudio técnico para proteger el Cerro Grande, montaña icónica de la capital de Chihuahua, que sufre todo tipo de atentados: gasolineras que burlan el reglamento de desarrollo urbano sostenible, incendios (casualmente cerca de esas gasolineras) y más. Desde 2014 se analiza también la creación de la reserva ecológica de La Boquilla de Villa (la ex hacienda del general Francisco Villa), sin resultados a la fecha.
El caso del parque estatal "Tres Presas" fue aún más indignante: primero se anunció como área natural protegida, luego el gobierno se retractó y lo rebajó a Parque Urbano, categoría municipal. Pero ahora el municipio —el peor actor en materia de conservación ambiental— alega que no tiene facultades para declarar áreas naturales protegidas, contradiciendo descaradamente la ley general. Su prioridad no es conservar: es hacer negocios con la destrucción.
Ahora, tras años de lucha, la senadora Andrea Chávez escuchó el llamado de Salvemos los Cerros y exhortó a los gobiernos locales a proteger el Cerro Mesa de los Caballos. Cerro que ha resistido incendios, fraccionamientos, protestas, consultas, denuncias y promesas incumplidas. ¿La respuesta del alcalde? Una burla: que se lo pidan a la SEMARNAT.
¿Entonces en Chihuahua no podemos?
¿Nadie sabe cómo declarar un área natural protegida estatal o municipal?
¿O simplemente no quieren?