hzGuYRWTras la salida momentánea de algunos conductores del exitoso matutino Hoy por sus vacaciones, la producción decidió sumar a nuevos talentos para aparecer a cuadro. Tal fue el caso del Carlos Arenas, quien después de una breve pausa fuera de las cámaras regresó a la conducción de televisión.hzGuYRW Omnia.com.mx
hzGuYRWFue durante la más reciente emisión del programa Hoy donde Carlos Arenas y el ex guardameta del Club América, Moisés Muñoz, fueron presentados como conductores tras la ausencia de Raúl Araiza y Arath de La Torre: “Se siente (la luz)... Estoy feliz de estar así con ustedes, de compartir con la gente y a pasarla bien”, resaltó el ex presentador de Sale el Sol. hzGuYRW Omnia.com.mx
hzGuYRWPor su parte, Andrea Legarreta, Galilea Montijo, Paul Stanley, Andrea Escalona y su ex compañera en Venga la Alegría, Tanía Rincón, se dijeron felices por la llegada del afamado conductor mexicano, dándole un abrazo en conjunto para celebrar su llegada al matutino de Televisa.hzGuYRW Omnia.com.mx
hzGuYRWCon información de InfobaehzGuYRW Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.